“El rock es como la leche, no va a morir nunca”

El cantante de "La H No Murió", Claudio O’Connor, cuenta el presente en la escena nacional en la que no le gusta que lo encasillen ni rotulen como cantante de una banda de metal. “Lo que hacemos es rock”, dice. Y ahí nomás, dobla la apuesta. “Cuando escucho los cantantes de trap, se me cae un lagrimón. Hay una falta de compromiso con la música… Hay poca letra, no hay poesía, mucho ‘tumberismo’. Me parece que los músicos están para dar un poco más”.

O''''Connor, mientras prepara un nuevo disco con Malón, y volverá a Santa Rosa como líder de “La H no murió”, una banda tributo a Hermética en la que se repasan las canciones clásicas de la legendaria formación. Será el viernes, desde las 22 horas, en Jockey (entradas en Fahrenheit Libros y Lokura Fans, o por sistema online livepass.com.ar).

Desde una isla, donde vive con su mujer Berenice, O’Connor habla distendido con el programa Panik Show, de FM Sonar.

“La pandemia hizo valorar cosas que antes tal vez no se valoraban. Hacer una previa, ir a un recital, se cortó de pronto. Y muchos valoramos lo que teníamos y en un momento lo dejamos de tener. Cuando volvió un poco la normalidad, fue tiempo de disfrutarlo a full” confiesa.

Dice que tiene una pequeña colección de vinilos, por ahí andan discos de Beatles, Metálica y cuando tiene ganas pone en youtube la música que le gusta en la que no está el trap, la propuesta que ha ganado la escena en los últimos años. “Lo escucho y se me cae un lagrimón”, dice. “Más allá de eso, creo que el rock es, como dijo Calamaro, como la leche: no va a morir nunca. En nuestro caso tuvimos la oportunidad de saber qué está pasando actualmente cuando estuvimos en Baradero Rock. Vi algo de refilón, pero que pasen cosas, que podamos cantar temas que se hicieron hace décadas, habla de que el rock goza de buena salud. Está de moda toda esta porquería, pero el rock no baja de intensidad, por ahí se venderán un poco menos de discos, pero las bandas siempre están ahí. Los chicos están preocupados por tocar, entonces el rock está vivo”.

Con la H

Claudio se da tiempo para contar que con La H no murió están tocando desde septiembre del año pasado. “Después de haber estado parado un año y ocho meses, empezamos a tocar. Estamos contentos de la manera en que se están dando las fechas. La gente nos espera con entusiasmo y cariño. Estuvimos en unos festivales en el verano el Baradero Rock, donde hay variedad de estilos, y estuvo genial. Fue una fiesta. Estamos pasando un momento de mucha felicidad”.

Mientras se posa en este presente, recuerda la vida en pandemia para los músicos. “Los aforos eran reducidos, no valía la pena armar movida porque se hacía difícil. No somos filántropos ni somos millonarios, pero sí somos consciente de cómo fue la cosa. Los gastos aumentan constantemente, aumenta todo, el flete, el sonido, la comida… todo se va para arriba. Ahora se abrió un poco y es más fácil hacer las cosas. Pero la economía mueve todo”.

O''''Connor volverá a la ciudad para tocar en el Jockey, pero con La H lo hará por primera vez. Y cuenta lo que le pasa en los conciertos y que, probablemente, ocurrirá en Santa Rosa. “La gente realmente nos conmueve, de la manera en que se han adueñado de los temas por tanto tiempo y el fervor. Los conciertos no son clubes de dinosaurios, hay variedad cronológica, veo caras jóvenes y entre todos está bueno. Hay un público familiar en los conciertos de La H. ¿Por qué creo que pasa? Creo que es una especie de clásico argentino, como el dulce de leche”.

En Santa Rosa O’Connor estará acompañado por el Tano Romano en guitarra, Karlos Cuadrado en el bajo y Javier Rubio en batería. Tocarán canciones emblemáticas y canciones elegidas especialmente que producen “un show muy dinámico, siempre para arriba”.

“Seguimos tocando canciones, y a pesar de que los años pasen, la inquietud y la alegría que sentimos al subir al escenario, no ha mermado”.

- ¿Sigue habiendo lugar para el metal?

- Yo creo que sí, hay mucha gente metalúrgica jaja. Me cuesta rotularlo, lo que hacemos es rock. A veces los rótulos nos separan, metaleros, rolingas… ¡no! Eso hace que sin conocernos y sin compartir la música, estemos separados y no sabemos por qué, como si fuéramos marcas o ropas con etiquetas. A mí me gusta levantar la bandera del rock, esa es la gran bandera, la gran tribu.