Ambiental

Despertar nuevas profundidades

En la columna ambiental de hoy abordaremos el tema del día mundial de los océanos.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Por Florencia Srur (*)

Ayer, 8 de junio, se conmemoró el Día Mundial de los Océanos, una efeméride creada en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas para concientizar sobre la importancia de su conservación. Este año, la consigna fue "Despertar nuevas profundidades", con el objetivo de alertar al mundo sobre la urgente necesidad de cambiar nuestra relación con el océano y motivar un impulso generalizado en su favor.

Antes de abordar los principales problemas de conservación que enfrentan los océanos, es interesante recordar que estos ecosistemas cubren el 70% de la superficie terrestre y albergan una cantidad inigualable de especies de los cinco reinos, siendo el mayor refugio de biodiversidad del mundo. Hasta el momento, se estima que nos queda por descubrir y estudiar entre 500,000 y dos millones de especies animales.

Entre los problemas que afectan a los océanos se encuentran la contaminación, la pérdida de especies, el cambio en las corrientes marinas debido al cambio climático y el aumento del nivel del mar. La principal fuente de contaminación de los océanos son los plásticos, que constituyen entre el 60 y el 80% de los residuos marinos, en su mayoría fragmentos menores a cinco milímetros (microplásticos), con una cantidad estimada entre 5 y 50 billones de estos en el mar. Además, la contaminación por efluentes provenientes de ciudades e industrias puede causar eutrofización marina, incrementando la cantidad de materia orgánica en las aguas y generando un aumento de algas que perjudica la vida de otras especies.

En cuanto a la pérdida de biodiversidad, existen dos problemas fundamentales: la sobrepesca y la pesca ilegal, que ejercen una fuerte presión sobre especies tanto comerciales como no comerciales, capturadas accidentalmente. Esta amenaza marina provoca la pérdida de miles de millones de peces y cientos de miles de tortugas marinas y cetáceos. Otro problema es el aumento de la temperatura de los océanos debido al cambio climático, que afecta ecosistemas específicos como los arrecifes de coral, los cuales albergan a miles de especies y están desapareciendo.

El cambio en las corrientes marinas es otro problema significativo. Debido al aumento de la temperatura global, los casquetes polares se están derritiendo a una tasa de casi el 13% por década. En los últimos 30 años, el hielo más antiguo y más grueso del Ártico ha disminuido en un 95%. El agua dulce de los casquetes derretidos no se mezcla con el agua salada de los océanos debido a la diferencia de densidad, lo que altera la temperatura del agua. Las corrientes marinas, que dependen de la densidad y temperatura del agua, pueden cambiar sus patrones y velocidades, impactando el clima global y exacerbando el cambio climático. Además, muchas especies dependen de las corrientes marinas para sus migraciones, reproducción y alimentación.

El aumento del nivel del mar es otra preocupación. Este fenómeno obliga a varias ciudades, islas y países continentales a enfrentar problemas graves, como la reubicación de ciudades enteras (por ejemplo, Yakarta, la capital de Indonesia) o la construcción de barreras oceánicas para evitar la invasión del mar.

Actualmente, la ONU trabaja junto a varios países en un tratado de carácter obligatorio para limpiar los océanos y poner fin a la contaminación por microplásticos. Hasta 2025 no veremos si realmente se puede empezar a solucionar este problema. Junto con los esfuerzos internacionales para mitigar y adaptarnos a las consecuencias del cambio climático, parece que aún estamos lejos de frenar la situación por completo. Por lo pronto, es importante invitar a las personas a informarse sobre la situación de nuestro planeta y no desanimarse. La lucha ambiental sigue.

(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN365

También te puede interesar...