Ambiental

Crisis humanitaria y refugiados. ¿Nos falta sensibilidad?

En la columna ambiental de hoy veremos ¿Quiénes son los refugiados climáticos? ¿Cuántos son? En qué afecta a la economía global las catástrofes climáticas incrementadas por el Cambio Climático.

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EL DIARIO digital

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Por Florencia Srur (*)

Cuando hablamos de personas refugiadas, nos referimos a aquellas que deben abandonar sus lugares de origen debido a diversas causas. Algunas de las más frecuentes son guerras, gobiernos dictatoriales, crisis económicas y, cada vez con más frecuencia, catástrofes climáticas como inundaciones y sequías. A pesar de que este último factor siempre ha sido un riesgo para distintas sociedades a lo largo de la historia de la humanidad, actualmente el número de personas que deben abandonar sus hogares debido a eventos climáticos extremos, principalmente sequías e inundaciones, ha aumentado tanto en número como en frecuencia.

Según el Centro Internacional de Vigilancia de Desplazamientos, en el año 2022, los desastres causaron un récord de 32,6 millones de desplazamientos internos en el mundo, de los cuales el 98 % fueron provocados por riesgos relacionados con el clima. Además, un informe reciente del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), citado por la ONU, menciona que en el continente americano hubo 2,6 millones de desplazamientos internos documentados en 2022, en comparación con los 2 millones de 2021. De ese total, casi el 80 % se debió a catástrofes climáticas, siendo Brasil y Estados Unidos los países que aportaron, cada uno, un tercio de esa cifra.

En el contexto actual de cambio climático, se sabe que hemos sido, como especie humana, responsables de un aumento de la temperatura media global de 1,5 ºC en menos de 500 años. Los Estados y gobiernos siguen firmando convenios para poder frenar esta situación o, al menos, adaptarnos a estos aumentos en la recurrencia y potencia de eventos extremos como inundaciones y sequías, según informan los últimos informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Lamentablemente, el término "refugiado climático" aún no se encuentra incorporado ni reconocido oficialmente en el derecho internacional. Por esta razón, los desplazamientos masivos de personas debido a estos eventos climáticos suelen ocurrir dentro del mismo país, a diferencia de los refugiados de guerra o de gobiernos dictatoriales, quienes sí pueden ser recibidos y albergados en otro país debido a su condición.

Esto hace que los costos económicos de la crisis climática sean muy altos, no solo en términos de afrontar los daños materiales que ocasionan estos eventos extremos, sino también en poder brindar ayuda a las personas desplazadas de sus hogares. Las pérdidas económicas derivadas del cambio climático representan una caída del 10 % del PIB global, con alrededor de 200.000 millones de dólares en pérdidas económicas.

Lamentablemente, no todos los países tienen la estabilidad económica ni el interés por ayudar a las personas de sus propios países ante estas crisis. Hemos visto, en nuestro país, cómo se destinan fondos para "ayudas" a problemas bélicos de otros países antes que ayudar a nuestros ciudadanos inundados tras grandes tormentas, como sucedió en Bahía Blanca y, recientemente, en la provincia de Corrientes.

La crisis climática es global; sin embargo, las responsabilidades no son iguales en todo el mundo. La capacidad humanitaria para sobrellevar este creciente contexto catastrófico y brindar ayuda, refugio, comida y salud a las personas que lo necesiten también varía. Desarrollar políticas públicas nacionales que miren hacia el interior de nuestro país es fundamental para lograr el desarrollo sostenible. Invitar a invertir en la destrucción de nuestros recursos naturales no es el camino; ayudar al prójimo más vulnerable sí lo es, porque, en definitiva, estamos todos juntos en esto.

(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN365

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