Ambiental

Cambio Climático y (des)igualdad de género

Tras haber pasado el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en la columna ambiental de hoy veremos cómo el Cambio Climático afecta negativamente más a las mujeres.Escribe: Ing. Florencia Srur*

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EL DIARIO digital

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Para ponernos en contexto, el cambio climático hace referencia a los cambios a largo plazo en los patrones meteorológicos globales, como el aumento de la temperatura media global de la Tierra y los cambios en los niveles de precipitación. Estos son principalmente causados por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, que aumentan las concentraciones de gases de efecto invernadero (como Dióxido de Carbono o CO2 y Metano o CH4, entre otros) en la atmósfera. Esto puede tener impactos negativos significativos en el ambiente todo, considerando no solo el medio natural, es decir, los ecosistemas con su flora y fauna, sino también, a la sociedad. Sin embargo la manera en que afecta a la sociedad es bastante variada.

La vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático varía entre diferentes grupos humanos, influenciada por factores como el país o las políticas estatales de cada país, el nivel socioeconómico de la población y el género, entre otros. Particularmente respecto del género, las mujeres y las niñas sufren los peores efectos, lo que agrava la desigualdad de género existente y plantea amenazas únicas a sus medios de vida, salud y seguridad. En varias partes del mundo, el rol de la mujer está asociado al manejo de ciertos recursos para sus familias o comunidades. Por ejemplo, en varios países las personas encargadas de buscar y transportar agua, recorriendo largas distancias para lograrlo, son las mujeres. Mismo, en torno a la producción, en países más vulnerables, donde la agricultura familiar prima por encima de otros tipos de industria agrícola de mayores ingresos, las mujeres rurales trabajan más arduamente para obtener los ingresos y recursos para sus familias durante eventos de sequía e inundaciones extremas.

Un nuevo informe de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) llamado "El Injusto Clima" recoge datos de 100.000 viviendas en entornos rurales pertenecientes a un total de 24 países con ingresos bajos y medianos. En este, concluyen que los hogares encabezados por mujeres pierden un 8% más de poder adquisitivo por el estrés que produce el calor en el entorno laboral y un 3% más por las inundaciones. En términos absolutos, esto representa pérdidas per cápita de 83 dólares, debido a las altas temperaturas en el trabajo y 35 dólares, por las inundaciones. En otros términos, la media de pérdidas en los países de ingresos bajos y medianos asciende, por estos motivos, a 37.000 millones de dólares y 16.000 millones de dólares, respectivamente. Todo esto sumado a leyes y políticas discriminatorias contra las mujeres que, en numerosos países, sobrecargan a las mujeres en materia de cuidados y responsabilidades domésticas.

En este estudio, el organismo internacional denuncia que solo el 6%, de las 4.164 iniciativas políticas o políticas públicas sobre cambio climático estudiadas, mencionan a las mujeres, un 2% nombra a los jóvenes, menos de un 1% se refiere a la población más socio-económicamente vulnerable y un 6% se refiere a agricultura de pequeña escala en zonas rurales.

En este sentido cabe preguntarnos, entonces, ¿a quién/es están destinadas las políticas de cambio climático globales si no es a aquellas personas y grupos que se ven más afectados por este problema? En relación a esto, repito uno de los pedidos que se dió en Latinoamérica referido al 8M, relacionado al cuidado del ambiente, los recursos naturales y la agroecología, así como también, el acceso a la tierra. "La lucha ambiental tiene cara de mujer".

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN365

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