¿Está el Litio argentino en malas manos?
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EL DIARIO digital
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Por Florencia Srur (*)
Antes de sumergirnos en el tema, es importante comprender dos conceptos clave: los tipos de arbolado urbano y los servicios ecosistémicos. En primer lugar, al hablar de arbolado urbano, podemos dividirlo en dos categorías principales: árboles destinados a espacios verdes y aquellos destinados a las veredas. Estos últimos se conocen como "arbolado lineal" debido a que se disponen en línea con las veredas. Nos centraremos en esta última categoría en esta discusión. En cuanto a los servicios ecosistémicos, se refieren a los beneficios que la naturaleza proporciona a la sociedad. Cada recurso natural (agua, aire, suelo, fauna y flora) tiene la capacidad de brindar múltiples servicios ecosistémicos. Aunque "ecosistema" y "ambiente" no son términos idénticos, no hay un consenso claro entre los científicos para diferenciar entre servicio ecosistémico y servicio ambiental, por lo que los utilizaremos como sinónimos.
Ahora, centrándonos en los servicios ambientales que brindan los árboles en general, podemos mencionar la provisión de sombra, la purificación del aire y la captación de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases responsables del cambio climático. Además, los árboles proporcionan hábitats para la fauna, contribuyen a la belleza paisajística y ofrecen otros beneficios. Es importante destacar que el arbolado urbano lineal nos brinda todos estos servicios. Quizás el más evidente sea la provisión de sombra, especialmente valorada durante los calurosos días de verano o al estacionar nuestros vehículos. Sin embargo, la purificación del aire y la captación de CO2 son cruciales en entornos urbanos donde el tráfico aumenta la concentración de este gas en la atmósfera, afectando la calidad del aire. Además, aunque a menudo se pasa por alto, los árboles albergan una diversidad de especies de aves, como colibríes, palomas, gorriones, búhos, entre otros. Estas aves son fundamentales para controlar las especies que comparten el entorno urbano con nosotros y que pueden representar un riesgo para la salud, como ciertos insectos y roedores.
Entonces, ¿por qué en muchos lugares escasea el arbolado urbano en las veredas? Esta pregunta tiene varias respuestas que debemos analizar y reconsiderar.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que plantar árboles para arbolado urbano lineal requiere una planificación cuidadosa, ya que no todas las especies son adecuadas. Algunas razones por las cuales un árbol puede no ser recomendable incluyen la forma de sus raíces, que podrían levantar las veredas; su sensibilidad a condiciones climáticas extremas como fuertes vientos, altas temperaturas, inundaciones o sequías; la producción de frutos, flores o follaje que puedan ensuciar las veredas; y la altura y forma del árbol, que deben permitir la sombra sin interferir con las infraestructuras urbanas como los cables.
Además, la gestión del arbolado urbano es responsabilidad gubernamental. Por lo tanto, la falta de una planificación adecuada o de regulaciones urbanas que exijan la plantación y cuidado de árboles puede resultar en una deficiencia de arbolado urbano. Los árboles recién plantados requieren cuidados durante al menos los primeros tres años (dependiendo de la especie), que incluyen riego regular, protección contra enfermedades y plagas, y mantenimiento general.
Como recomendación final, es aconsejable combinar diferentes especies de árboles en la planificación del arbolado urbano lineal. Esto ayuda a prevenir la propagación de enfermedades específicas de una especie y permite evaluar si un árbol puede causar alergias en la población debido a su floración o fructificación.
En conclusión, en este verano sofocante, consideremos el impacto positivo que pueden tener los árboles en nuestras ciudades. Plantemos y cuidemos los árboles para reducir la temperatura y mejorar la estética urbana.
(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN°365
