Ambiental

Llegó el Niño: "Inviernito" lluvioso en noviembre

En la columna ambiental de hoy veremos el efecto del Niño en el clima. Sus causas y consecuencias.Escribe: Ing. Florencia Srur

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Lluvias recurrentes e "inviernito" en pleno noviembre, estas son algunas de las consecuencias derivadas de El Niño, un fenómeno climático que ocurre cada dos a siete años. Pero, ¿qué es y qué lo causa? La Tierra experimenta eventos climáticos cíclicos que afectan la cantidad de precipitación y la temperatura, y estos están relacionados con las corrientes oceánicas. A estas variaciones entre años muy calurosos y secos y años más húmedos se les conoce como ENSO o ENOS (por sus siglas en inglés que significan "El Niño/Oscilación del Sur"). Esto se debe a una alternancia entre enfriamiento y calentamiento en el Océano Pacífico Tropical (cerca de Australia para tener una mejor idea), lo que provoca cambios en la dinámica global de generación de tormentas. El Niño se suele llamar "fase cálida" debido a que las corrientes en el Océano Pacífico Tropical son cálidas, y La Niña se denomina "fase fría" por el efecto contrario. Sin embargo, no debemos dejarnos engañar por esa denominación de cálido o frío, ya que para el hemisferio sur, el ENOS representa menores temperaturas, mayores vientos y, sí, mayores precipitaciones.

La última vez que tuvimos una fase Niño marcada fue en el año 2017; aquel año en donde en la capital pampeana precipitó la mitad de lo que debía llover en un año en tan solo 3 días. Esto no implica necesariamente que en este nuevo período de El Niño veremos un evento de tales magnitudes como el de aquel entonces, pero nos alerta sobre la necesidad de reevaluar si se han llevado a cabo las obras necesarias para mitigar los daños causados por esos eventos, que también afectaron a varias localidades de la provincia y dejaron aisladas a muchas de ellas.

Es fundamental recordar que, en términos de políticas ambientales, las obras necesarias para prevenir o mitigar inundaciones deben llevarse a cabo en momentos de sequía, y las medidas necesarias para mitigar los efectos de la sequía deben implementarse cuando no haya sequía. Es decir, no podemos plantear soluciones cuando ya estamos en medio de la crisis, con "el agua al cuello"; estas deben ser implementadas con antelación.

Contar con pronósticos precisos, como los que proporciona el Servicio Meteorológico Nacional, para el ENOS es esencial para poder diseñar medidas de política pública que nos ayuden a sobrellevar estos eventos climáticos que, aunque normales, se ven fuertemente potenciados por los efectos del Cambio Climático.

Lamentablemente, en relación al Cambio Climático, los efectos de El Niño pueden potenciarse en un ciclo de retroalimentación positiva, lo que significa que, al igual que una bola de nieve que cae por una montaña, el Cambio Climático contribuye a que las tormentas, vientos y temperaturas característicos de El Niño sean más extremos e intensos, y, a su vez, El Niño contribuye al aumento de la temperatura media global de la atmósfera debido a estas corrientes cálidas mencionadas anteriormente, acelerando así el efecto del Cambio Climático.

Por ahora, debemos estar preparados para tener siempre un paraguas a mano y una camperita durante este verano afectado por El Niño, y debemos observar qué medidas de acción climática se plantean en las políticas públicas que se llevan a cabo y deben llevarse a cabo.

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN° 365

También te puede interesar...