Ambiental

¿Hicimos algo bien? La historia de la Capa de Ozono

El 16 de septiembre fue el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en la columna ambiental de hoy veremos qué es y cuál es la historia del verdadero acuerdo internacional.

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EL DIARIO digital

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Por Florencia Srur (*)

La capa de ozono, como su nombre indica, es una capa que envuelve la Tierra y contiene una gran cantidad de ozono. El ozono es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno (O3), y la región en la que se concentra en la atmósfera, específicamente en la estratósfera, se llama ozonosfera. Aproximadamente el 90% de todo el ozono del mundo se encuentra en esta franja, que se encuentra a una altitud de entre 15 y 50 km.

¿Por qué es tan importante la capa de ozono? Fundamentalmente, porque el ozono absorbe entre el 97% y el 99% de la radiación ultravioleta (UV) de alta frecuencia del sol. Sin esta capa protectora, las consecuencias serían devastadoras. Entre los daños a la salud y los ecosistemas se incluyen el cáncer de piel, problemas oculares, impactos en el sistema inmunológico, disminución de las cosechas, daños a los bosques y la vida marina, así como un empeoramiento de la contaminación fotoquímica en la troposfera, entre otros. Podríamos decir que la capa de ozono es como un protector solar que cubre nuestro planeta, y por eso es esencial conservarla.

El ozono es altamente sensible y poco estable, lo que significa que su destrucción puede ocurrir si se combina con ciertos compuestos químicos, como los clorofluorocarbonos o CFC. Estos derivados de hidrocarburos se utilizaron ampliamente después de su descubrimiento tras la Primera Guerra Mundial, en aplicaciones como la refrigeración de congeladores y heladeras industriales, como componentes de aerosoles (como en productos para el cabello, fragancias e insecticidas), agentes extintores y la fabricación de plásticos, entre otros usos. Cuando los CFC son liberados a la atmósfera, se volatilizan y, al llegar a la ozonosfera, descomponen las moléculas de ozono en un átomo de oxígeno y una molécula de oxígeno (O2). Esta es la razón por la que se detectó un agujero en la capa de ozono en la década de 1980.

Este descubrimiento alertó a la comunidad científica y, a pesar de las negaciones de algunas empresas que afirmaban que sus productos no dañaban el medio ambiente, las evidencias científicas y la rápida degradación de la capa de ozono alarmaron a los estados de todo el mundo. Como resultado, en tan solo dos años luego del descubrimiento del agujero, se creó el Protocolo de Montreal.

Este convenio internacional se firmó en la ciudad de Montreal, Canadá, en 1987, con la participación de 165 países. Entre varias medidas, el protocolo estableció la prohibición del uso de CFC en la industria y productos domésticos. Es uno de los pocos acuerdos que realmente tuvo un efecto inmediato y contó con la participación activa de numerosos países. Desde la firma del protocolo, la recuperación de la capa de ozono ha sido constante año tras año. Según varias publicaciones científicas, si se mantienen las medidas actuales, se espera que la capa de ozono se recupere completamente para 2040. En las áreas donde los agujeros son más grandes, como los polos de la Tierra, se prevé que la capa de ozono de la Antártida se recupere a niveles de 1980 en 2066, mientras que en el Ártico alcanzaría su plena recuperación en 2045.

La historia de la capa de ozono es fascinante porque demuestra que los protocolos internacionales ambientales pueden funcionar si existe una verdadera disposición. Por lo tanto, en el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, es importante recordar que un cambio hacia un estilo de vida sostenible y respetuoso con el medio ambiente, por medio de políticas estatales y acuerdos con empresas, es posible.

(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN°365

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