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EL DIARIO digital
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Por Florencia Srur
Según informes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), en los últimos 20 días se han registrado más de 200 muertes de lobos marinos en las costas de Puerto Pirámides y Puerto Madryn (Chubut), así como en otras zonas como Mar del Plata y Claromecó (Buenos Aires), San Blas y San Antonio Oeste (Río Negro), Caleta Olivia y Puerto Loyola (Santa Cruz), y Río Grande (Tierra del Fuego), debido a la Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP), más conocida como Gripe Aviar. ¿Pero qué causa esta enfermedad?
En primer lugar, es importante entender qué es la Gripe Aviar o Influenza del Pollo. Se trata de una enfermedad avícola provocada por el virus gripal Tipo A, que normalmente afecta a las aves. Este virus ha sido responsable de pandemias en humanos, como la conocida pandemia de la gripe H1N1 que afectó a nivel mundial entre los años 2009 y 2010. Aunque en humanos generalmente causa una gripe severa con fiebre alta, que puede tratarse, en otras especies animales, especialmente en aves de producción, puede resultar letal. A principios de este año, se sacrificaron más de 200,000 gallinas en granjas de Río Negro, Neuquén y Mar del Plata debido a síntomas de esta enfermedad, y se han registrado miles de casos en todo el mundo.
La Gripe Aviar se propaga principalmente en aves y puede manifestarse a través de síntomas como muerte repentina, falta de energía, pérdida de apetito, falta de coordinación, decoloración de color morado, inflamación de varias partes del cuerpo, diarrea, descarga nasal, tos, estornudos y reducción en la producción de huevos, así como huevos con cáscara blanda o deformes. Conocer estos síntomas es crucial para prevenir la propagación de la enfermedad tanto en aves como en otros animales. En caso de tener aves y observar estos síntomas, es importante comunicarse de inmediato con SENASA y evitar el contacto con las mucosas, sistema respiratorio y ojos.
Ahora bien, ¿cómo se transmitió esta enfermedad a los lobos marinos? Si observamos las ciudades y provincias donde se sacrificaron aves a principios de año debido a síntomas de Gripe Aviar, varias de estas zonas tienen costa o están ubicadas cerca de ella. Esto sugiere que el virus podría haberse transmitido de las aves de corral a las gaviotas u otras aves marinas, que posteriormente lo habrían transmitido a los lobos marinos. Se sabe que muchas aves marinas se alimentan aseándose en estos grandes mamíferos marinos, lo que podría haber aumentado el contacto cercano con el virus. Sin embargo, es importante destacar que las causas aún no están claras y estas son hipótesis en proceso de investigación. Lamentablemente, no existe una cura veterinaria para prevenir la muerte de estos animales en caso de infección.
La mejor manera de prevenir el contagio y la propagación de este virus es tomar medidas preventivas en la cría de aves de corral, ya sea para carne o huevos, y en cualquier ave de corral, como gansos, patos y pavos. En primer lugar, es esencial evitar mantener a los animales en condiciones deplorables, como el hacinamiento o la realización de prácticas crueles como el corte de patas y picos. Estas prácticas no solo son extremadamente crueles para los individuos, sino que también debilitan sus defensas y los hacen más vulnerables al virus. Además, el hacinamiento facilita la rápida propagación del virus entre los individuos. En segundo lugar, se deben realizar controles veterinarios frecuentes de los animales. En tercer lugar, es importante evitar el suministro de alimentos balanceados con exceso de antibióticos, ya que esto puede debilitar el sistema inmunológico de las aves. Por último, en caso de sospecha de un individuo con gripe, se debe informar de inmediato a SENASA y aislar al animal con cuidado para evitar la propagación del virus al resto de las aves.
La explotación despiadada de animales en la producción agroalimentaria y el tratamiento inhumano que a menudo se les brinda pueden tener consecuencias devastadoras para la salud de los ecosistemas y, en última instancia, para nuestra propia salud. La crueldad animal en la producción de alimentos alcanza niveles inimaginables, con graves consecuencias para el entorno y la salud pública. La muerte de estos lobos marinos es un recordatorio de los peligros de un mal manejo de la fauna y la necesidad de tomar medidas responsables para prevenir futuras pandemias.
No propiciemos otra pandemia.
*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN°365