Ambiental

Como ranas en agua caliente, la era de la Ebullición Global ha llegado 

Hace unos días la Organización de las Naciones Unidas comunicó que el Calentamiento Global ha terminado y que entramos en la Era de la Ebullición. En la columna ambiental de hoy veremos qué quiere decir esto.Por Florencia Srur (*)

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EL DIARIO digital

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El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado que la humanidad está inmersa en la Era de la Ebullición Global, marcando un cambio trascendental respecto al pasado en cuanto al Calentamiento Global. Pero, ¿cuál es la distinción fundamental? Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), julio de 2023 ostentó el título del julio más caluroso en los últimos 100.000 años, con una temperatura global promedio de 17,08 °C. Esto significa que, durante la primera y tercera semana de este mes, la temperatura promedio del planeta superó el umbral de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. En otras palabras, estas tres semanas representaron el período más cálido registrado, incluyendo los tres días más calurosos y las temperaturas oceánicas más elevadas jamás documentadas para esta época del año. Es importante destacar que si bien el mayor impacto de calor se sintió durante el verano en el Hemisferio Norte; también en el Hemisferio Sur presenciamos un invierno excepcionalmente cálido, con partes del país experimentando temperaturas superiores a los 30°C.

¿Cómo nos impacta esto? Además de los devastadores incendios en Italia, Grecia, Estados Unidos y otras naciones, se constató el deshielo de un bloque de hielo en la Antártida del tamaño de Argentina. Esto se suma a las perturbaciones en el comportamiento natural de la flora y fauna. Por ejemplo, la interrupción de la hibernación en especies como tortugas y roedores, junto con la temprana floración de plantas, lo cual genera problemas significativos en la cadena alimentaria. La floración demanda una gran cantidad de energía de las plantas, que en algunos casos solo pueden efectuar una vez. Esta fase de floración busca la reproducción, a menudo con la ayuda de polinizadores como abejas y mariposas. Si ocurre una floración temprana, carecerá de polinizadores para la dispersión de polen. Como resultado, una segunda floración en primavera será más débil, incapaz de satisfacer la demanda de polinizadores. Esta escasez de alimento impactará en la población de polinizadores y, por ende, en las plantas.

Esta problemática es sumamente grave y nos recuerda la famosa declaración atribuida al físico Albert Einstein (aunque planteada por apicultores en 1994): "Si las abejas desaparecieran del planeta, a los humanos solo les quedarían 4 años de vida". Aunque los plazos puedan no ser tan precisos, es cierto que la extinción de polinizadores afectaría enormemente la vida en la Tierra. Nuestra subsistencia depende de las plantas, las cuales, a su vez, necesitan polinizadores para reproducirse y propagarse.

En cuanto al derretimiento de grandes bloques de hielo, esto representa un alarmante impacto a nivel global, afectando las corrientes oceánicas y el clima. Las corrientes oceánicas se rigen por diversos factores, como la rotación terrestre y la órbita solar, pero también por la densidad y temperatura del agua. Sin embargo, el derretimiento de hielo polar introduce agua dulce (menos densa) en un entorno marino salado (más denso). Esta interacción puede alterar las corrientes, influenciando especies marinas y el clima mundial.

En resumen, aunque el panorama parezca desalentador, la ONU mantiene una perspectiva medianamente esperanzadora en cuanto a la posibilidad de atenuar esta situación. Según el Secretario General de la ONU, una acción rápida es esencial, instando a los países miembros del G20 (responsables del 80% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, principales catalizadores del Cambio Climático) a intensificar sus esfuerzos en pos de la justicia climática. Es imperativo que las naciones desarrolladas se comprometan a lograr emisiones netas nulas para alrededor de 2040, y las economías emergentes se encaminen hacia este objetivo para 2050, con el respaldo de los países desarrollados para lograrlo.

La política ambiental es la política de nuestra supervivencia como especie. Hagamos eco de esto al ejercer nuestro derecho al voto.

(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN° 365

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