Ambiental

¿Cuánto vale la naturaleza?

En la columna ambiental de hoy se explican distintos métodos de valoración ambiental.

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EL DIARIO digital

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Por Florencia Srur (*)

Cuando se habla de valor, a menudo vienen a la mente tres aspectos: el valor "moral", el valor económico y el valor emocional, social y cultural. En el ámbito ambiental, nos centramos principalmente en los dos últimos. Entonces, ¿por qué es importante valorar el ambiente? El ambiente abarca no solo los elementos naturales, como la flora, fauna, montañas, ríos, paisajes y seres vivos en general, sino también a las personas y a la humanidad en su conjunto. Al reconocer que somos parte del ambiente, resulta más fácil comprender su valor.

Sin embargo, en un sistema en el que la valoración emocional, social y cultural puede ser subjetiva, se busca homogeneizar estas sensaciones de valor en algo más objetivo. Para lograrlo, se recurre a la economía, que mediante diversos métodos intenta asignar valores monetarios a los componentes del ambiente, con el fin de gestionar, manejar y conservarlos.

Entonces, ¿cómo se logra traducir algo subjetivo y a veces intangible en términos económicos? Para ello, se utiliza una metodología llamada Valoración Económica Total (VET), que combina diferentes formas de medición según el ambiente y sus componentes. Esto implica considerar los valores de uso y los valores de no uso. Los valores de uso se refieren al pago por utilizar y consumir bienes ambientales, como madera, frutos o minerales. Por otro lado, los valores de no uso incluyen el valor de existencia (el conocimiento de la existencia o ausencia de riesgo de desaparición de un bien ambiental genera bienestar), el valor de herencia (el bienestar derivado de la preservación y conservación para las generaciones futuras) y el valor de opción (el disfrute futuro de un bien ambiental por parte de las personas), entre otros.

En cuanto a los valores de no uso, que dependen de sentimientos, emociones y contextos diversos, se utilizan métodos específicos. Por ejemplo, el método de "precios hedónicos" se basa en la valoración económica de los aspectos ambientales. Consiste en comparar el valor de diferentes ubicaciones, considerando factores como la calidad del aire, el agua, la presencia de árboles y paisajes naturales. De esta manera, se asigna un mayor valor económico a aquellos lugares que ofrecen un entorno natural de mayor calidad.

Otro método utilizado es el "costo de viaje". Por ejemplo, al establecer los precios de entrada a los Parques Nacionales, se considera lo que las personas están dispuestas a pagar en transporte, alojamiento, comida, entre otros gastos, para visitar un ambiente natural conservado. Esta metodología permite determinar la demanda y el valor atribuido a cada ubicación.

En resumen, la Valoración Económica Total (VET) proporciona herramientas para conservar los componentes naturales y humanos del ambiente utilizando enfoques económicos. Aunque actualmente necesitamos asignar un valor económico a elementos que no son objetos tangibles, como los seres vivos, esta valoración nos permite trabajar hacia un futuro en el que la mera existencia de los componentes ambientales garantice una calidad de vida saludable para toda la humanidad.

En un futuro, quizás, la existencia sola de los componentes del ambiente será suficiente para asegurarle una calidad de vida sana y buena a toda la humanidad.

(*) Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN° 365

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