Ambiental

¿Contaminación hasta en el espacio?

En la columna ambiental de hoy vamos a tratar el tema de la contaminación espacial. ¿Qué es? ¿Qué impactos tiene?Escribe: Ing. Florencia Srur

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EL DIARIO digital

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Cuando hablamos de contaminación, generalmente pensamos en ríos, lagos y mares llenos de residuos o sustancias derramadas, suelos contaminados o el aire que respiramos saturado de smog y otros contaminantes. Sin embargo, además del agua, el suelo y el aire, la humanidad ha dejado su huella de contaminación en otro lugar: el espacio. Esta contaminación puede manifestarse tanto en forma visual como en forma de basura espacial.

Actualmente, según el Índice de Objetos Lanzados al Espacio Exterior elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), se estima que hay alrededor de 4.921 satélites orbitando la Tierra. Estos satélites son fundamentales para nuestra vida cotidiana, ya que nos permiten comunicarnos, posicionarnos y obtener pronósticos del tiempo, entre otras funciones. Lamentablemente, la gran cantidad de objetos que se encuentran en el espacio alrededor de nuestro planeta genera problemas de contaminación visual para los observatorios astronómicos. A pesar de que muchos de estos observatorios se encuentran en áreas con muy poca presencia de luz artificial, como en lo alto de montañas y en desiertos, el reflejo de los satélites, especialmente aquellos que se encuentran en la parte baja de la zona de satélites en la atmósfera, puede afectar la observación del espacio. Esto representa un peligro, según afirman los científicos de observatorios de todo el mundo, ya que dificulta la detección y el seguimiento de objetos espaciales, como los meteoritos, que podrían ser potencialmente peligrosos para la Tierra.

Es importante tener en cuenta que no todos los 4.921 satélites están en funcionamiento. Sin embargo, esto nos lleva al segundo problema: la basura espacial. Cuando un satélite deja de funcionar, sigue orbitando la Tierra durante un tiempo determinado hasta que la gravedad lo hace regresar. Estos residuos espaciales pueden causar daños en la infraestructura si caen en zonas habitadas. Esto no se debe necesariamente a su tamaño, ya que, según los últimos datos actualizados de la Agencia Espacial Europea (ESA), existen más de 130 millones de objetos inútiles con tamaños de entre 1 milímetro y 1 centímetro en el espacio. Además, hay cerca de un millón de desechos espaciales que miden más de un centímetro hasta 10 centímetros, y más de 36.500 objetos que superan los 10 centímetros. El verdadero peligro no está tanto en el tamaño de estos objetos, sino en la velocidad a la que se desplazan, que es superior a los 28.000 kilómetros por hora. Aunque en su mayoría caen en el océano, existe la posibilidad de que puedan caer en zonas habitadas. Además, la basura espacial no operativa puede chocar con otros cuerpos (como ocurrió recientemente con la Estación Espacial Internacional) y generar explosiones que den lugar a nuevos desechos.

Ahora bien, ¿qué se está haciendo para limpiar el espacio? En todo el mundo, existen varios programas institucionales que tienen como objetivo reducir y controlar la cantidad de desechos en el espacio. Uno de ellos es llevado a cabo por Argentina a través de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que monitorea la reentrada a la Tierra de objetos espaciales durante todo el año. Además, se están desarrollando diversos prototipos de lanzamientos espaciales que buscan reducir la cantidad de basura generada durante el despegue y la colocación en órbita de los satélites. También se están mejorando los cálculos de trayectoria de estos objetos para cuando llegue el momento de su vida útil.

Si bien es cierto que como especie somos capaces de contaminar incluso el espacio, también tenemos la capacidad de remediar y mitigar nuestros impactos. La conciencia sobre la contaminación espacial está creciendo, y se están tomando medidas en todo el mundo para abordar este problema. A través de la cooperación internacional, la investigación y el desarrollo de tecnologías más limpias, podemos trabajar hacia un entorno espacial más limpio y sostenible. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de proteger y preservar tanto nuestro planeta como el espacio que nos rodea para las generaciones futuras.

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN° 365

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