La Pampa

Crisis hídrica: "nos salvamos todo o nadie", dice la Fuchad

"La gravísima crisis hídrica que se abate sobre el planeta es producto del cambio climático, ésta crisis no es pasajera; según la mayoría de los investigadores el planeta ha iniciado un camino de calentamiento producto de la actividad humana", señala la Fundación Chadileuvú en su editorial.

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EL DIARIO digital

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La revista Cauce es el órgano institucional de la FuChad que analiza la creisis climática y la crisis hidrica:

Sucesivas reuniones del Panel de cambio climático han advertido la peligrosa situación. Los países asumen compromisos de limitar la quema de combustibles fósiles que luego no cumplen. Por elcontrario se estimula la actividad de extracción de gas y petróleo, y hasta la quema de carbón mineral.

En nuestra región la crisis es visible por la alteración de los ciclos de lluvias y de las precipitaciones níveas. Una consecuencia es la marcada disminución de los caudales de los ríos cordilleranos. 

El tema de la defensa de los ríos pampeanos se verá alterada por dicha crisis. Se impone rediscutir la política hídrica de La Pampa y del resto de las provincias de la gran cuenca de los ríos Desaguadero-Salado-Colorado. La dependencia de los ríos cordilleranos es total para las provincias cuyanas. En nuestra provincia somos Colorado dependientes pues este, es el único río activo y  el agua para el consumo de más de 150.000 habitantes, y en un futuro muy cercano para más de 300.000 pampeanos.

La política hídrica de nuestra provincia se ha basado en reclamar ante Mendoza y en menor medida a San Juan por los caudales robados en el Atuel y el Desaguadero-Salado/ Chadieluvú. Se ha llevado a cabo una enérgica lucha que inició la COPDRIP y su continuadora la Fundación Chadileuvú. Luego siguió la provincia y los resultados han sido importantes como por ejemplo el reconocimiento judicial de la inter-provincialidad del Atuel y más recientemente la sentencia de la Suprema Corte otorgando un caudal mínimo destinado a la recomposición ambiental. Pero los resultados concretos de la devolución de caudales son hasta ahora nulos. Mendoza no ha acatado el fallo de la CSJN y todo está como era. Nos preguntamos; ¿si en épocas de bonanza hídrica no entregaban agua, en esta época de crisis liberarán caudales?

En la Fuchad pensamos que justamente por las actuales circunstancias de crisis deberíamos repensar la actual política hídrica sin abandonar la defensa de nuestros ríos. 

Todos los aspectos humanos están atravesados por la crisis climática. Se trata de la supervivencia de los ecosistemas y de nuestra especie.

Nuestra propuesta: la solidaridad hídrica

Nos permitimos pronosticar que la crisis climática cambia el eje de la disputa. Para nosotros es irrenunciable la recuperación de caudales en los ríos robados, pero proponemos que se deben también imaginar caminos alternativos que involucren a todas las provincias que abrevan en dicha cuenca: son ocho provincias las que están involucradas y constituyen la mayor área de riego del país y con seguridad, desde el punto de vista económico, un ítem de importancia en la constitución de nuestro P.B.I.

La FUCHAD considera que es hora de ensayar una política diferente basada en la solidaridad y no en el egoísmo. La Pampa nunca ha sido egoísta en temas hídricos como las otras provincias. Pensamos que de esta crisis o nos salvamos todos unidos o no se salva nadie y en estas circunstancias el gobierno nacional debería ser la institución de mayor responsabilidad en la generación de una nueva política hídrica basada en la ética de la solidaridad. 

Todos estamos en el mismo barco, la crisis es común, sin embargo la crisis será mucho más dañina para las provincias de aguas arriba acostumbradas a hacer un mal uso de las aguas.

Esta crisis es una oportunidad de iniciar un camino nuevo, debemos persuadir a todas las provincias cuyo abastecimiento hídrico depende de los ríos de origen nival de la necesidad de manejar la gran cuenca que incluye el Atuel, el Diamante y el Desaguadero-Salado con criterios comunes y solidarios para que el recurso agua sea un punto de encuentro entre provincias hermanas.

Antes la única preocupada por la falta de agua era La Pampa, hoy también lo están Mendoza, San Juan y también la provincia de Buenos Aires pues no debemos olvidar que en el área de riego de Corfo-río Colorado se concentra la principal zona de riego unitaria del país. Debe considerarse que la mala gestión de la irrigación por parte de las economías basadas en el agua de los ríos propios y robados, está impulsando una crisis inédita que pone en peligro su propia actividad económica y hasta el suministro del agua para consumo humano.

El gobierno mendocino sigue en una política totalmente errada, desde el punto de vista hídrico construir más diques es una gran desatino; deberían utilizarse los fondos dulces que están recibiendo (más de mil millones de dólares) en mejorar sus sistemas de riego para ahorrar agua.

El problema del agua en todas las zonas de riego del país (con la solitaria exclusión de La Pampa) es la muy baja eficiencia con la que se está regando: Debe aumentarse la eficiencia de los sistemas de riego: pasar del 30% actual al 70 u 80%. Eso duplicaría la oferta hídrica y permitiría avanzar sobre la crisis hídrica iniciada y que sin lugar a dudas se agravará en el futuro: ver diagnósticos del Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA).

Una política solidaria pasa por lo antedicho. El recurso hídrico es cada vez más escaso. Solo un acuerdo que realmente beneficie a todos posibilitará la paz hídrica.

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