Alberto Fernández encabezó un acto con organizaciones sociales

El Presidente encabezó este jueves un acto ante más de 40 mil militantes en la cancha de Nueva Chicago, en Mataderos. Los vecinos, el nuevo sujeto social al que apela el mandatario, le dieron lugar a la militancia barrial que sacó a relucir toda la liturgia del peronismo clásico con bombos, trompetas, bengalas, banderas y pecheras.

Otra vez, como en la previa de las Paso, las organizaciones sociales que militan dentro del Frente de Todos, fueron las encargadas de convocar la movilización.

El jefe de Estado jugó al misterio hasta la noche del miércoles, cuando confirmó su participación, en suspenso desde la suspensión de la convocatoria original, suspendida por un derrumbe en Ferro. "Hay mucho quilombo", se sinceró antes del comienzo un referente del Movimiento Evita y de Somos Barrios de Pie, a cargo de la organización.

A Fernández lo acompañaron en el escenario, por supuesto, los principales referentes de los movimientos sociales, Emilio Pérsico y Daniel Menéndez, -a cargo de la secretaría de Economía Social que administran el millón de planes de empleo que el Gobierno quiere "reconvertir en trabajo genuino" en acuerdo con los gremios, detalle que explicó la presencia de Gerardo Martínez, de la UOCRA, el primer sindicato en suscribir un acuerdo en esa línea.

También estuvieron el diputado Máximo Kirchner y Wado De Pedro, el ministro del Interior. La presencia de estos dos dirigentes de La Cámpora servieron para silenciar la interna entre la organización K y el Evita y darle sentido al leitmotiv del plenario de militancia "Por la unidad y la victoria", que se leía en letras detrás del escenario.

Acompañó también el jefe de Gabinete Juan Manzur. En el palco se agolparon dirigentes del sindicalismo oficialista como Hugo Godoy, de ATE; el referente y diputado de la CCC Juan Carlos Alberto; el piquetero Luis D''''Elia, de Miles; y el ex ministro de Desarrollo Social y candidato a diputado Daniel Arroyo.

Antes de que llegue el Presidente hubo discursos encendidos en el estadio y vía zoom contra el macrismo - "la peste amarilla", la llamaron-, y otras más incómodas para la moderación que busca proyectar Fernández, como reivindicaciones a Hugo Chávez, pedidos por la libertad de Milagro Sala y "los presos políticos", la deuda externa, nacionalizar las vías navegables, y apelaciones a "dar vuelta la elección" casa por casa.

En la previa del acto, Dina Sánchez, dirigente de la UTEP, explicitó el malestar de parte de las organizaciones contra el plan oficial para los planes sociales. Los movimientos quieren seguir manteniendo su campo de influencia a través de cooperativas de trabajo. Las banderas azules del Evita coparon la cancha con postales parecidas al escaso protocolo del aforo para el fútbol durante el fin de semana. Contrastaban con las militantes que ofrecían alcohol en gel para los presentes. También, administraron todos los controles de acceso. El resto de las organizaciones, como el MTI y el MUP, que se ubicaron en distintas tribunas.

Antes de que arribe el Presidente, el Gobierno anunció obras para aumentar la conectividad en los barrios populares, un reclamo de las organizaciones en el momento más duro de la pandemia.