Salud

Los 20 efectos perjudiciales del tabaco en nuestra salud

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De las más de 7000 sustancias químicas presentes en un cigarrillo, al menos 250 de ellas son tóxicas, comprometiendo nuestra salud cardiovascular, aumentando el riesgo de cáncer y dañando por completo nuestra calidad de vida.

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EL DIARIO digital

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En el Día Mundial Sin Tabaco, te recordamos los riesgos que implica esta sustancia y sus consecuencias.

Cada 6 segundos muere un fumador en el mundo. Y es que el tabaco, pese a ser legal, es una de las drogas más destructivas tanto a nivel físico como emocional. No solo nos hace susceptibles de padecer innumerables enfermedades, también daña nuestro estado de ánimo y altera el comportamiento más de lo que creemos.

Cuando fumamos, con cada inhalación estamos introduciendo en nuestro organismo más de 7000 sustancias químicas distintas, de las cuales, al menos 250 han demostrado ser nocivas y tóxicas para la salud humana. Y de estas, 69 son cancerígenas.

De ahí que fumar sea responsable directo de todo tipo de cánceres, además de poner en peligro la funcionalidad de todos nuestros órganos vitales, con las patologías que vienen vinculadas a ello: hipertensión, insuficiencia cardíaca, daños renales, envejecimiento de la piel, patologías pulmonares, etc.

Pero, ¿hasta qué punto el tabaco daña a nuestra salud física y emocional? En el artículo de hoy daremos respuesta a esta pregunta, pues además de repasar cuál es el impacto en la salud mundial, veremos todo lo que fumar provoca en nuestro organismo.

¿Cuál es el impacto del tabaco en la salud mundial?

En el mundo hay unos 1.100 millones de fumadores y, como hemos dicho, el tabaco mata a una persona cada 6 segundos. Solo es necesario hacer los números para darnos cuenta de que estamos ante una de las mayores amenazas para la salud pública mundial.

Debido a las patologías que causa y que analizaremos más adelante, el tabaco mata cada año a 8 millones de personas. De ellas, 7 millones son fumadores activos, pero hasta 1 millón son personas que no fuman y que mueren a causa de convivir con alguien que sí lo hace, es decir, son fumadores pasivos.

De una forma u otra, el tabaco mata a la mitad de sus consumidores: de cada dos personas que fuman, una morirá por consecuencia directa de este tabaco. Por no hablar de que cada año mueren más de 65.000 niños por convivir con padres fumadores.

Porque a pesar de que las leyes sobre espacio sin humo cada vez sean más frecuentes, mientras el tabaco siga siendo legal, estas cifras no harán más que aumentar. Y es que el tabaco es, quizás, el peor veneno conocido.

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¿Qué efectos tiene fumar en nuestra salud?

El tabaco es tan dañino porque con cada inhalación del humo, estamos introduciendo directamente en nuestros pulmones 250 sustancias químicas tóxicas que no solo dañan a estas células pulmonares, sino que pasan a la sangre y circulan por todo el organismo, dañando lenta pero continuamente a cualquier órgano y tejido del cuerpo.

Con el tiempo, el riesgo de desarrollar al menos uno de los problemas vinculados al tabaco que veremos a continuación es máximo.

1. Reduce la oxigenación

Debido a los tóxicos presentes en el humo, el tabaco impide que los alvéolos pulmonares, las estructuras que regulan el intercambio de gases durante la respiración, funcionen adecuadamente, por lo que “capturamos” menos oxígeno del aire. Esto, junto con el hecho de que los tóxicos impiden que los glóbulos rojos transporten tanto oxígeno, hace que entremos en un estado de hipoxemia. Por nuestra sangre fluye menos oxígeno y todas las células de nuestro cuerpo se “ahogan”.

2. Aumenta el riesgo de sufrir cáncer

El consumo de tabaco es la principal causa de desarrollo de cáncer de pulmón, el tipo de cáncer más común y mortífero del mundo con sus más de 2 millones de nuevos diagnósticos y las más de 1 millón de defunciones. De cada 10 casos que se diagnostican, 9 son en fumadores. Pero no solo provoca cáncer de pulmón. El de garganta, páncreas, riñón, cuello uterino, colorrectal, esófago, boca… Todos estos tienen un riesgo mayor de desarrollarse en personas que fuman.

3. Reduce la fertilidad

Debido al efecto de los tóxicos que circulan por la sangre, se ha comprobado que fumar reduce la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. En los hombres, además, es causa directa de disfunción eréctil. Y en las mujeres provoca sequedad vaginal y otros problemas que dificultan la correcta salud sexual.

4. Propicia la formación de coágulos sanguíneos

A causa del daño que provoca en los vasos sanguíneos, el tabaco aumenta enormemente el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos o trombos. Evidentemente, esto hace que las probabilidades de padecer un infarto o un ictus sean mucho mayores entre los fumadores.

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5. Provoca hipertensión

Cuando los tóxicos del tabaco fluyen por nuestro torrente sanguíneo, la frecuencia cardíaca se dispara, por lo que la presión arterial inevitablemente aumenta. Y como en los fumadores estos tóxicos están constantemente en la sangre, la hipertensión no desaparece nunca. Esto explica que el tabaco esté detrás de muchos casos de enfermedades cardiovasculares, las cuales, con sus 15 millones de defunciones, son la principal causa de muerte en el mundo.

6. Hace perder sentidos

Los tóxicos del tabaco también afectan al sistema nervioso, “adormeciéndolo”. Y es que estas sustancias impiden que las neuronas se comuniquen adecuadamente entre sí, reduciendo la capacidad sináptica y, por lo tanto, dificultando la transmisión de información al cerebro. Esto explica que las personas que fuman pierdan en mayor o menor medida el gusto del olfato y el gusto.

7. Debilita los vasos sanguíneos

Las paredes de los vasos sanguíneos son muy sensibles. Y si constantemente están circulando por la sangre cientos de tóxicos distintos, estos se acaban debilitando. Los vasos sanguíneos sufren heridas y se estrechan. Esto, junto con la hipertensión y el hecho de que la sangre se vuelve más espesa, aumenta el riesgo de que se formen coágulos.

8. Provoca problemas de visión

Cuando fumamos y expulsamos el humo, los tóxicos también dañan a nuestros ojos. Y es que fumar es tan malo para la vista como para cualquier otra parte del organismo. La degeneración macular y las cataratas son dos patologías cuyo riesgo de aparición es mucho mayor entre fumadores y que pueden provocar pérdida de visión e incluso ceguera.

9. Impide la correcta cicatrización de heridas

Los tóxicos del tabaco, una vez fluyen por la sangre, impiden que las plaquetas funcionen con normalidad. Esto hace que la sangre tenga más problemas para coagular ante un corte y que sea difícil que los fumadores cicatricen rápidamente las heridas.

10. Aumenta el riesgo de muerte prematura

Los fumadores viven, de media, 13 años menos que las personas que nunca han fumado. Esta enorme reducción en la esperanza de vida se debe a todas las patologías, especialmente oncológicas, cardiovasculares y pulmonares que estamos comentando.

11. Provoca dificultades respiratorias

Tos, mucosidad, falta de aire… El tabaco es la sustancia que más daña nuestros pulmones, irritando todo el aparato respiratorio, llenándolo de tóxicos e impidiendo que las células pulmonares funcionen con normalidad, pues hace que los bronquios se estrechen y que los alvéolos no puedan enviar suficiente oxígeno a la sangre ni retirar de la circulación sanguínea todo el dióxido de carbono que debe ser eliminado.

Esto explica que fumar no solo cause cáncer de pulmón, sino otras enfermedades respiratorias como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o las infecciones pulmonares, responsables cada una de ellas de más de 3 millones de defunciones anuales.

12. Causa mal aliento

Fumar provoca que el aliento huela mal. Si bien esto no afecta de forma directa a la salud física, sí que es un problema social importante, pues compromete la capacidad de relacionarte con otras personas.

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13. Provoca amarillamiento de dientes

La nicotina y el alquitrán que contienen los cigarrillos se acumulan en la superficie de los dientes y les dan una coloración amarillenta. Junto con el mal aliento, esto es un problema social importante.

14. Afecta a la salud bucal

Debido a los tóxicos que se acumulan en la boca y a la afectación a la circulación sanguínea, fumar aumenta enormemente el riesgo de sufrir caries o periodontitis, provocadas por patógenos que se aprovechan de esta debilidad bucal para infectar los dientes y encías. Estas patologías, además de afectar a nivel de imagen, pueden provocar la pérdida de dientes.

15. Propicia la aparición prematura de arrugas

La piel es un órgano más de nuestro cuerpo y, de hecho, es el más grande. Por lo tanto, evidentemente no está libre del daño causado por el tabaco. Los tóxicos también comprometen la funcionalidad de las células de la epidermis, que no reciben el oxígeno suficiente. Esto hace que se debiliten con mayor rapidez y que aparezcan arrugas mucho antes de lo que la genética nos tenía preparado.

16. Aumenta el riesgo de aborto espontáneo

Se ha comprobado que las mujeres fumadoras, por mucho que dejen de fumar durante el embarazo, tienen un riesgo mucho más alto de que este termine con un aborto espontáneo. Y es que todos los tóxicos que fluyen por su sangre pueden provocar la muerte del feto.

17. Afecta a la salud ósea

Los huesos siguen siendo estructuras vivas de nuestro cuerpo y formadas por células, por lo que, a pesar de su aspecto fuerte y robusto, no están libres del daño causado por los tóxicos del tabaco. Está comprobado que fumar debilita los huesos y que aumenta mucho el riesgo de padecer patologías como la osteoporosis, la cual, a su vez, hace a la persona más susceptible de sufrir fracturas incluso ante leves caídas o golpes.

18. Compromete la salud mental

Irritabilidad, ansiedad, estrés, nerviosismo, tristeza, dificultades para concentrarse, dependencia… El impacto que tiene el fumar en la salud mental nunca puede ser infravalorado. Y es que el daño emocional que provoca puede causar problemas en todos los ámbitos de la vida: trabajo, relaciones amorosas, con los amigos, con la familia, etc.

19. Aumenta la susceptibilidad a infecciones

Los tóxicos del tabaco también afectan al sistema inmune, “adormeciendo” a las células inmunitarias que deben detectar y matar patógenos y cualquier amenaza externa. Esta pérdida de funcionalidad del sistema inmune hace que los fumadores sean más susceptibles de sufrir infecciones, especialmente en las vías respiratorias, como por ejemplo la pulmonía.

20. Incrementa el riesgo de diabetes

La salud endocrina, es decir, todo lo relacionado con la síntesis y transporte de hormonas, también se ve comprometida por el tabaco. Y es que, de hecho, se ha observado que los fumadores tienen un riesgo un 40% mayor de tener problemas o bien en la producción o bien en la asimilación de la insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en sangre. Esto hace que fumar esté detrás de muchos casos de diabetes tipo 2.

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