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La condena fue dictada por el juez Marcelo Pagano. El primer hecho fue detectado por la madre de la víctima, pero no realizaron la denuncia y decidieron tomar distancia del acusado, que era amigo de la familia.
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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) - El juez de Audiencia de Juicio Marcelo Pagano condenó ayer a un hombre por abusar sexualmente de manera reiterada de una menor de 12 años, a la pena de nueve años de prisión efectiva.
El hombre, de 39 años y conocido de la familia de la víctima, fue considerado autor material y penalmente responsable del delito de “abuso sexual con acceso carnal como delito continuado”.
El juicio oral tuvo lugar durante las jornadas del 21 y 22 de septiembre pasado, con la intervención unipersonal de Pagano, la participación del fiscal Luciano Rebecchi, el defensor oficial Mauro Fernández y el querellante particular Martín Herrero Galvagno.
Con las pruebas ofrecidas en el debate, el juez pudo comprobar que en reiteradas oportunidades el imputado abusó sexualmente de una menor de 12 años de edad. Los hechos se cometieron en tres viviendas diferentes.
Según se ventiló en el debate, el agresor sexual, casado y con una hija, era conocido de años de la familia de la víctima, con quienes compartió diversos encuentros sociales. Meses antes de la denuncia, la madre de la niña damnificada había observado un supuesto manoseo del hombre a la niña, pero junto a su esposo decidieron tomar distancia del acusado y no denunciar.
Tiempo después, una madrugada de diciembre de 2019, el denunciante no se podía dormir y escuchó un ruido, por lo que se levantó y revisó la casa. A través de una ventana, que le llamó la atención que estaba abierta, pudo observar al agresor sexual acostado en la cama de su hija. Decidió despertar a su pareja y a su hijastro para ingresar al dormitorio de la menor y, cuando lo hicieron, encontraron al condenado escondido bajo la cama, donde permaneció durante largo rato hasta minutos antes que llegara la Policía. Sin intentar escapar, indicó al padre de la víctima “ya está, denunciame”.
En los alegatos de clausura del juicio, el fiscal solicitó nueve años de prisión. El querellante particular solicitó la pena máxima para este tipo penal, de 15 años de prisión; mientras que el defensor oficial solicitó la pena mínima para este delito, de seis años de prisión. Concedida la palabra al acusado, el hombre de 39 años pidió perdón a la familia de la menor y aclaró que nunca le pegó, aunque la niña sí declaró que había sido amenazada, motivo por el cual no reveló lo sucedido a sus padres.
En el análisis de la pena a aplicar, el juez tuvo en cuenta como circunstancias atenuantes el pedido de perdón, la escasa instrucción del acusado y la carencia de antecedentes condenatorios, y como circunstancias agravantes la pluralidad de hechos cometidos, el reprochable aprovechamiento que hizo el acusado de la confianza de la víctima y de su familia, y el grave daño psicológico.
