Opinion

Acuerdos para contener la crisis y la renovación de un viejo reclamo 

El gobierno provincial pactó con los gremios locales y se contacta con Nación y el resto de las gobernaciones para que la situación socioeconómica duela menos; en Santa Rosa, el edificio del colegio secundario de la UNLPam vuelve a quedar en el centro de la escena.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

El gobierno pampeano, como el resto de las gestiones provinciales, viene haciendo equilibrio para contener las diversas variables que generan una situación compleja y especialmente dificultosa para los sectores que menos tienen.

Eso implicó en la semana que se fue un rápido acuerdo en la paritaria estatal, donde los gremios admitieron que se sorprendieron "para bien" con la propuesta oficial, que además luego atendió una mejora sugerida por los propios sindicatos.

El oficialismo cerró muy rápidamente ese frente y aspira a que todos los otros que existen pudieran tener el mismo desenlace, pero es mucho menos probable atender las demandas de sectores trabajadores no registrados, de quienes ni trabajo tienen o de quienes en la actividad privada siguen percibiendo salarios por debajo de la línea de pobreza.

Esas realidades, es sabido, también dependen de la macroeconomía y de decisiones que no pueden tomarse en la Provincia, sino que están atadas a variables nacionales, donde de todos modos esos asuntos aparecen en el radar.

La movilización de las centrales sindicales y las organizaciones sociales advirtió al gobierno de la necesidad de que también haya respuestas para esos sectores, así como las autoridades tienen anuncios que hacer cuando se le plantan algunas representaciones de diversos oligopolios de la producción.

El pampeano Sergio Ziliotto decidió meterse de lleno en esas conversaciones, donde se cocinan asuntos trascendentales en los más diversos sentidos: la Liga de Gobernadores marcó la cancha para que no solo en la coyuntura urgente las provincias aparezcan en el mapa, sino para que las tengan en cuenta seriamente a la hora de diagramar el presupuesto del año que viene.

No es asunto menor, desde ya, que se trata de un año electoral, en el que el oficialismo por supuesto que intentará conservar el gobierno central, pero en el que además cada jefe territorial se propone -legítimamente- cuidar su "quintita".

Todavía es un interrogante cuál será el concreto impacto de la quita de subsidios en las tarifas energéticas: las explicaciones oficiales sobre el asunto resultaron confusas, ambiguas y más problemáticas que claras, y en principio es un ruido extraño que a grandes rasgos se anuncie una caída de la ayuda estatal que recibía aproximadamente el 40 por ciento de la población.

El jefe del Ejecutivo pampeano, además, se reunió con la cúpula del área económica e industrial, no solo para tantear el panorama sino para refrescar los reclamos y garantizarse un rumbo parecido al que se viene sosteniendo, y que a la provincia le ha permitido resultados concretos.

Eso más allá de las cuestiones de imagen, a veces paradójicas: el mes pasado Ziliotto fue el gobernador mejor visto en todo el país y lideró el ranking y en el sondeo realizado unos días después la imagen presidencial se derrumbó en la provincia pese a que Alberto Fernández ha tenido gestos y decisiones a favor de los intereses pampeanos.

…y una de arena…

La movilización de la comunidad educativa del colegio secundario de la Universidad Nacional de La Pampa reactivó una problemática que de lo contrario hubiera seguido invisibilizada, quizá también a consecuencia del desinterés, la desidia o la imposibilidad de dar respuestas concretas por parte de las autoridades.

El edificio que está sobre la calle 9 de Julio hace tiempo que está en el centro de la escena de una serie de reclamos, que sin embargo hasta ahora han caído en saco roto o cuyas soluciones se han ido no solo retardando sino desdibujando.

Por razones ya muy explicitadas en notas formales y posicionamientos públicos, ese edificio tiene ahora riesgos sanitarios y de seguridad, además de otras incomodidades y problemas.

Esa situación se planteó mediante nota formal, pero después de varias movidas de otro tipo, en el año 2019, y sin embargo en la actualidad todo está como era entonces (o peor, si se parte de la base de que el solo paso del tiempo genera nuevas deficiencias en cualquier infraestructura).

Cuando en marzo de este año se creó una comisión, docentes y estudiantes del establecimiento -que son los sectores más movilizados y que han mostrado genuina preocupación- tuvieron la ilusión de que antes de este fin de año hubiera algún avance, pero sin embargo la comprometida segunda reunión del mes de mayo recién se realizará este lunes 22 de agosto.

Las expectativas generadas para esa cumbre también tienen su basamento en algunos compromisos a medias que tomó el rector, encima desde su cargo como secretario de Políticas Universitarias, un sitial que se supone le permite mejores contactos, incidencias y accesos presupuestarios.

El Colegio de la ULPam es posiblemente uno de los más jerarquizados de la ciudad y desde ya que tiene aspectos distintivos por el solo hecho de estar gestionado y depender de organismos nacionales, pero la situación edilicia perjudica seriamente a la comunidad educativa en comparación con las situaciones que sí están permitidas en las sedes que construye la provincia.

La falta de espacios verdes, la necesidad de acudir a otros lugares para la realización de talleres o actividades físicas, son apenas algunas de las razones de una demanda que también ha obligado al establecimiento a cerrar sus puertas a familias interesas en formar parte de esa comunidad educativa.

En los últimos años, de las 150 o 200 personas interesadas en formar parte del colegio apenas han podido ingresar 40 o 50, porque la capacidad del edificio no da para más.

Se aspira a que tras el encuentro de este lunes haya un efectivo y concreto camino a seguir para que el viejo reclamo empiece a encontrar una canalización positiva.

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