Demoras sugestivas para saldar una deuda de la democracia

El gobierno provincial lanzó este martes un programa de Seguridad Ciudadana en relación con diversos municipios pampeanos, en un acto de alto volumen político, con presencia ministerial y del gobernador, en el que además se repitieron ideas básicas que el oficialismo ya viene difundiendo prácticamente desde su asunción.

Lo curioso es que los mecanismos que se pondrían en marcha mediante este plan en las comunas forman parte del proyecto de ley que desde hace largo tiempo está en la Legislatura provincial, y que sin embargo no ha avanzado pese al generalizado consenso respecto de la necesidad de su implementación.

Hay en esa sola demora algunos interrogantes sugestivos, porque en general no es que haya habido grandes resistencias a la iniciativa en algún sector, sino que por el contrario se han conocido elogios y coincidencias a aspectos elementales de la normativa, e incluso se han conocido generosos halagos de personas expertas y de autoridades nacionales.

El proyecto es histórico en términos literales, porque la Ley de Seguridad Ciudadana -además con ese nombre que bien la define- vendrá a reemplazar normativas heredadas de la dictadura, si bien hay resoluciones o decretos en vigencia que tratan de dejar esa "ley de facto" en segundo plano.

Como ha explicado de modo suficiente el ministro del área, Horacio di Nápoli, lejos está la iniciativa de ser "una ley de la Policía", sino que se trata de una mirada integral sobre la Seguridad, que es un asunto no de las fuerzas institucionales sino de la comunidad en su conjunto y por lo tanto de sectores que han sido consultados y dan su respaldo a este proyecto, como la mayoría de las jefaturas comunales y los organismos de Derechos Humanos.

Justamente uno de los grandes avances contenidos en el texto es la perspectiva en Derechos Humanos y de Género, cuestiones claves en esta instancia.

No se sabe que la oposición haya presentado reparos fundamentales a esta propuesta del oficialismo, más allá de que pueda ver alguna sugerencia u opinión encontrada con el planteo original (nada que justifique semejante paso de tiempo para la sanción).

Curiosamente en el bloque oficialista se dio aire a algunas críticas -desde ya que legítimas y atendibles- fundamentalmente de sectores policiales, o de los círculos que integran a personas retiradas de la institución.

Como toda ley, además, está sometida a los tironeos políticos que a veces implican pujas de poder o posicionamientos sectoriales y hasta personales: esos ruidos parecieron hacerse evidentes cuando el oficialismo atravesó una grieta que enfrentó a su línea mayoritaria, uno de cuyos referentes es justamente el presidente del bloque, Julio González, que además fue ministro de Seguridad durante el gobierno anterior.

La ley es tan importante y fundamental que necesita que se dejen de lado egos y contiendas sin profundidad para avanzar en lo importante: terminar con esa deuda que los gobiernos democráticos no han podido saldar en casi 40 años.