Opinion

En la misma mesa

Debutó la Mesa Interministerial en contacto con la docencia: en tiempos de grietas, una idea saludable y bienvenida, pero que requerirá de soluciones concretas.

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EL DIARIO digital

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Este lunes quedó formalmente inaugurada la llamada mesa interministerial, y con participación de diversos sectores que representan a la comunidad pampeana, en principio con la idea de abordar problemáticas que estallaron en las últimas semanas en los establecimientos escolares.

La violencia en el sistema educativo, se ha escrito en estas líneas, obra como evidencia feroz de un clima de tensión e intolerancia que se vive en todo ámbito social, pero que resulta más visible allí donde de cruzan de manera transversal todas las clases sociales y todas las edades.

En tiempos de grietas, el hecho de que espacios diversos se sienten a una misma es de por sí una buena noticia.

La idea oficial fue saludable y bienvenida, aunque a la vez no puede dejar de señalarse como tardía, puesto que era evidente que varias organizaciones y representaciones venían avisando, cada cual a su modo y en estilos diversos, la necesidad de buscar soluciones extraordinarias a un tiempo extraordinario.

El ministro de Educación Pablo Maccione se convirtió en vocero del encuentro y propició muy especialmente el "diálogo", pero en las semanas previas logró el discutible mérito de desoír a tal punto a las agremiaciones docentes que terminaron haciéndole un paro, pese a la nunca negada simpatía que hay entre las partes respecto del proyecto político que defienden.

La Mesa Interministerial tendrá sentido si las autoridades aceptan las disidencias y las críticas constructivas, si permiten y estimulan el criterio propio, si están dispuestas a llevar a cabo acciones que antes no pensaron y si hay presupuesto estatal para invertir en esas hipotéticas políticas públicas.

Ya hay demostraciones de que el agite discursivo puede estar lleno de palabras bonitas y fotos en las redes sociales, pero sin resultados saludables concretos.

En ese sentido está al alcance de la mano -en tiempos históricos- la época del "diálogo, consenso y coso", cuando el último gobierno neoliberal propiciaba supuestas instancias de conversación y razonamiento solo para tener a mano la posibilidad de algún posteo simpático y para que al momento de hacer todo lo contrario de lo sugerido pudiera argumentarse con un "escuchamos a todos".

Es de esperar que el cruce informativo -pero también interpretativo- entre los ministerios que manejan los aspectos más sensibles y las representaciones de la docencia, pueda representar avances y soluciones no solo respecto de los coyunturales episodios de violencia, sino de aspectos también sistemáticos y profundos que cruzan desde hace tiempo a la Educación y por lo tanto a la sociedad en general.

Aunque alguna vez fue Juan Domingo Perón quien un poco en broma alertó que cuando en un tema no quería avanzarse debía conformarse una "comisión", es justamente un cuerpo de ese tipo lo que se definió crear para empezar con análisis que permitan un primer diagnóstico y algún esbozo de cuáles son los destinos posibles.

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