Luz verde a la lucha por el agua, luz amarilla en Educación

Una de cal…

El desarrollo de una nueva edición de lo que va camino a convertirse en un encuentro clásico y tradicional, como es el Congreso Pampeano del Agua, permitió para la provincia una mirada esperanzadora y dejó discursos y compromisos positivos, también a la luz de la mirada crítica y los reclamos que expresaron las autoridades.

Los funcionarios pampeanos que tomaron la palabra repasaron la historia de trampas y engaños que ha protagonizado Mendoza, que incluye el robo del río Atuel pero que deja para siempre un tendal de desconfianzas y la sensación de que cualquier proyecto que se piense desde la provincia cuyana no tiene en cuenta al resto de la cuenca ni al ambiente.

Esa es la situación que desde hace años está en el centro de la escena a partir del fogoneo de la multimillonaria obra de Portezuelo del Viento, que poco a poco parece ir quedando en intenciones imposibles de cumplir, porque se sabe que es un emprendimiento inviable desde muy diversas dimensiones.

De todos modos, esa sensación del presente, también está sometida a vaivenes, especialmente políticos y de correlación de fuerzas, que se modifican de acuerdo al modo en que soplan los vientos.

Eso volvió más interesante aun el claro alineamiento con el interés provincial del ministerio del Interior Eduardo de Pedro, quien ya viene mostrando ese posicionamiento en otros encuentros y discursos, aunque desde ya resulta insuficiente para que la problemática termine de resolverse de una vez.

En su participación remota en el Encuentro, el funcionario nacional volvió a insistir sobre la inconveniente conducta mendocina calificándola como un "capricho" (sin aludirla de manera explícita, pero sí tácitamente) que contraría las necesidades, derechos y expectativas del resto de las jurisdicciones involucradas.

El posicionamiento de De Pedro es bienvenido y a la vez, como se escribió líneas arriba, insuficiente, ya que lo que se necesita es un acto de gobierno concreto ("usá la lapicera, Alberto", hubiera dicho la vicepresidenta) que despeje las dudas que puedan existir en torno a esa obra puntualmente.

Tampoco se acaban ahí los problemas y las demandas, puesto que se ansía que la Corte Suprema de Justicia, como máximo organismo judicial, haga un poco más de fuerzas para que se cumplan sus propios fallos, entendiendo que en este caso para La Pampa claramente detrás de su necesidad hay un derecho.

De lo contrario, y tal como lo planteó con una clarificadora metáfora el secretario de Recursos Hídricos, los hechos consumados seguirán institucionalizando en esta relación la vigencia de la "ley del gallinero", donde el de arriba (en este caso Mendoza) se aprovecha de quienes "abajo" (o en el sur).

…y una de arena…

La fortaleza que tuvo el paro docente en la provincia, y la muy nutrida movilización que lo acompañó, dejó muy en claro que la postura sostenida por el gremio mayoritario que convocó a la medida de fuerza lejos estaba de quedar desfasada, por más que el oficialismo también tuviera algunas razones para explicar su gestión en el área.

Ante la compulsa pública de motivaciones y posturas, claramente la Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (UTELPa) salió fortalecida, también porque hay una coyuntura de impacto nacional en que la inflación achica los sueldos de trabajadores y trabajadoras y genera angustias e incertidumbres a futuro.

Todo indica que ahora el gobierno provincial tendrá que convocar a la paritaria que antes negó, para tratar puntualmente un incremento salarial, y con el costo político que significa que el sindicato denunciara con claridad en la previa que desde fines del año pasado cambió el clima de la relación y percibió menos escucha de parte del Ministerio que comanda Pablo Macchione.

Los dichos del gobernador Sergio Ziliotto en el sentido de que seguirá apostando al diálogo, lo ponen en coincidencia con UTELPa, si bien el llamado al paro había sorprendido no solo a las autoridades sino a la propia comunidad educativa, puesto que al margen de algunas declaraciones no habían existido otras medidas intermedias que permitieran aventurar cuáles serían los pasos siguientes.

En ese sentido, y no es una cuestión menor pero tampoco es algo que UTELPa niegue o esconda, el gobierno provincial exhibe que en la Provincia se pagan los mejores sueldos del país, que no hay retrasos salariales de ningún tipo, que se siguen paso a paso los índices inflacionarios y que las paritarias funcionan.

No hay, tampoco, un conflicto sostenido y permanente, como sí se registran en otras provincias, con Chubut y San Juan como posibles ejemplos en los que gobiernan distintas fuerzas políticas.

La ciudad de Buenos Aires que gobierna el PRO tampoco es precisamente un ejemplo de su desarrollo educativo, aunque sus funcionarios hagan bandera de esa supuesta intención, y siempre sin olvidar aquellos dichos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal que pusieron en blanco sobre negro el posicionamiento ideológico de esa derecha neoliberal frente a quienes "caen" en la escuela pública o quienes por ser pobre no tienen ni el derecho de soñar con la universidad.

Ahora el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, seguramente como guiño aconsejado por las encuestas para atraer a sectores ultras mal llamados "libertarios", decide prohibir en el sistema educativo el uso del lenguaje inclusivo, una medida que además de significar un retroceso insólito se toma desde el autoritarismo y cuyo práctica efectiva es dificultosa porque si algo hace el lenguaje es dinamizarse incluso por fuera de los esquemas institucionales.

Focalizada en las elecciones del año que viene, la alianza opositora juega a poner en agenda temas no primordiales, pero que tienen impacto mediático y en torno al cual se fogonean críticas al oficialismo, tal como ocurrió con la media sanción del proyecto de una boleta única en papel.