Opinion

Potencia en las calles y días de campaña 

El Día Internacional de la Mujer puso en evidencia deudas pendientes y una movilización popular que marca la cancha; la previa de las elecciones del 14 de mayo abre la puerta a debates nunca cerrados, pero también a chicanas y oportunismos berretas.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

Una potente movilización en Santa Rosa, que sorprendió incluso a la organización, le puso color y contenido a la manifestación del Día de la Mujer Trabajadora, con una notable participación juvenil y la decisión de las dirigencias sindicales de mostrarse como caras visibles de esa movida.

El planteo que el sector hizo a través de un documento contundente encontró cuerpo y rebote en organizaciones no gubernamentales, pero también en el propio Estado, en medios de comunicación y en la comunidad en general.

La idea de la deuda urgente con las mujeres se instaló de modo rotundo en la agenda y como ya suele ser habitual algunos gobiernos armaron anuncios o referencias a políticas públicas con la idea de estar a la altura de las circunstancias.

Por ejemplo, de algún modo el gobernador Sergio Ziliotto logró una mirada de satisfacción con la idea oficial de incrementar el subsidio a la tasa para las emprendedores que acceden a proyectos en el marco del programa "Emprender".

En la ocasión, la Secretaría de la Mujer, Géneros y Diversidad hizo debutar el consejo consultivo de Género, con diversa participación de organizaciones y agrupaciones dedicadas a la temática.

Pero más allá de esas dos novedades de coyuntura, la gestión pampeana lo que tuvo para mostrar no es tanto el efecto de algún espasmo, sino más bien el resultado de un proceso y un desarrollo: la brecha salarial de género en La Pampa es notablemente menor a la que se registra en todo el país, y especialmente a las que se padecen en otras jurisdicciones provinciales, según el prestigiado informe del Observatorio de Género del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

La brecha en La Pampa se midió en el 2,8% que es el porcentaje en que los hombres se ven privilegiados en su sueldo respecto das las mujeres. En Comodoro Rivadavia llega al 47,3%; en Río Cuarto al 34,2%. La medición más cercana a la de Santa Rosa-Toay es Santa Fe, con el 7%.

Ese análisis, a su vez, alerta sobre enormes inequidades, algunas de ellas naturalizadas, que tienen que ver sobre todo con que las mujeres encuentran siempre los peores trabajos, de manera irregular y mal pagos, entre otros pesares.

Justamente sobre estos aspectos advirtió el documento del 8M, que fundamentalmente hizo hincapié en las cuentas pendientes de los Estados y del patriarcado en general.

Ese documento describió las demandas que las mujeres del sector sindical tienen fundamentalmente con los gobiernos del territorio, de quienes se esperan medidas concretas, gestos simbólicos interesantes y puertas abiertas a la participación de mujeres y disidencias, que han sido canceladas históricamente.

"La participación y los enormes esfuerzos que realizamos las mujeres y disidencias, para forjar un futuro más igualitario y lograr la recuperación de la crisis sanitaria, social y económica provocada por la pandemia Covid 19, han expuesto y agravado las falencias que presenta el Estado a la hora de dar respuestas a nuestras necesidades", plantearon.

…y una de arena…

La campaña política rumbo a las elecciones del próximo 14 de mayo ya se echó a andar y así como puede reinar alguna sensata expectativa de que ciertos debates logren enriquecerse a la luz de propuestas concretas de políticas públicas, también es la hora en que aparecen las rencillas más fáciles, ciertos cruces berretas y variados despliegue de oportunismo.

Así con las reglas del juego y resultan inevitables, si bien le toca a la ciudadanía -y en ese arco a también a quienes tienen la obligación de comunicar- tratar de diferencias la paja del trigo y lograr que en vez de ruido y griterío haya un poco de bienvenida discusión que instale desafíos y posibles destinos.

En la semana que se fue se hizo demasiado evidente que el opositor Frente Pampeano decidió agitar la cuestión del tratamiento de la basura, atada a su vez a políticas ambientales o a la falta de ellas: fue la repentina aparición de un tópico que ni el propio sector había puesto en su radar con insistencia.

Nadie le niega a los sectores políticos su derecho a establecer la agenda que consideren más oportuna, o incluso los temas y metodologías que prefieran porque les conviene, pero a la vez la sola puesta en discusión frente a la opinión pública implica que habrá voces discordantes y que hay que hacerse cargo de las consecuencias críticas que puedan surgir.

La oposición también tuvo en este caso la relativa nobleza de admitir que el actual oficialismo hizo algunas cosas bien, tal como mencionó el propio concejal por el radicalismo Gustavo Estavilla: no es un dato menor que en un área donde los avances de las últimas gestiones han sido escasas o deplorables haya algo el gobierno municipal tenga finalmente algo para mostrar, en este caso la cooperativización de quienes se ocupan del reciclado.

En algún momento, y porque también es parte de las reglas del juego, al FrePam le salió algo de su tiro por la culata, ya que la situación le permitió al peronismo local colar en la discusión la ausencia de políticas que exhibieron en ese sentido los gobiernos comunales del radicalismo, aunque la gestión de Francisco Torroba se jacta de haber dado algunos pasos hacia la diferenciación domiciliaria de los residuos.

Después del paso de Luis Larrañaga y Leandro Altolaguirre, que llegó al municipio como joven ambientalista y se fue como filomacrista conservador, fue la actual gestión la que repuso la diferenciación, lo cual constituye sin dudas un paso adelante, y frente al cual es por lo menos penoso que las voces dirigenciales se parezcan a un intencionado desaliento de que vecinas y vecinos abandonen esa práctica saludable.

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