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Aprobaron la prórroga a las asignaciones que financian la Cultura

El proyecto que extiende hasta 2072 las asignaciones específicas de distintos tributos se aprobó en la Cámara de Diputados con 132 votos a favor, 5 en contra y 92 abstenciones. Pasa al Senado.

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EL DIARIO digital

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En un debate que arrancó con un pico de tensión entre el FdT y JxC, a tal punto que el propio jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, tuvo que pedir respeto, la Cámara de Diputados dio media sanción en la sesión de este miércoles al proyecto que propone prorrogar por 50 años las asignaciones específicas, de distintos tributos, destinadas al financiamiento de las industrias culturales con 132 votos a favor, 5 en contra y 92 abstenciones.

La iniciativa, que fue motorizada por el Frente de Todos, en la votación en particular -durante la que no se aceptaron modificaciones- terminó con 132 votos afirmativos, 29 negativos y 63 abstenciones.

Durante el debate en comisión, encabezados por Luciano Laspina, legisladores del Pro y la UCR habían firmado un dictamen de minoría para que la prórroga sea por dos años, al tiempo que establecían una serie de criterios sobre la distribución de los fondos otorgados a las distintas instituciones y organismos. A la hora de la votación, el interbloque -a excepción de dos de sus miembros que votaron en contra- optaron por la abstención.

El oficialismo contó con el acompañamiento del interbloque Federal, el interbloque Provincias Unidas, la izquierda, el bloque SER y el Movimiento Popular Neuquino.

Los votos en contra fueron de José Luis Espert, Carolina Píparo (Avanza Libertad); Victoria Villarruel (La Libertad Avanza); Fernando Iglesias y Francisco Sánchez (Pro).

La discusión se extendió por cinco horas, con varios momentos picantes, cargados de reproches y acusaciones entre los oficialistas y los integrantes de Juntos por el Cambio.

En los palcos del recinto estuvieron presentes representantes de los distintos sectores involucrados, entre ellos los actores Carolina Papaleo, Luisa Kuliok, Juan Palomino, Mirta Busnelli y Thelma Fardin, entre otros. También asistió a dar su apoyo el ministro de Cultura, Tristán Bauer.

"Reparar un daño que no se cometió"

Inició la ronda de oradores el cordobés oficialista Pablo Carro quien explicó que la iniciativa que busca “reparar un daño que aún no se cometió y todavía estamos a tiempo de corregir”, y lamentó: “Me arrepiento de haber hecho un proyecto que dice 50 años, me hubiera gustado poner más un 99 para que sea más parecido a un infinito porque eso es lo que queremos para nuestra cultura, que dure para toda la vida”. Además, lanzó duras críticas hacia la oposición que presentó un dictamen de minoría al considerar que el plazo era excesivo.

Recogió el guante de la vereda de enfrente y con los tapones de punta, el diputado del Pro Hernán Lombardi contradijo a su compañero preopinante porque “no tiene ninguna lógica promover por 50 años”, y apuntó: “Es algo del kirchnerismo esconder detrás de la cultura pesadas burocracias”.

En suma, Lombardi reprochó que la iniciativa no pasó por la Comisión de Cultura y si lo hizo por la de Presupuesto, por lo que consideró que “Que estos proyectos, que tienen que ver estrictamente con la cultura, haya tenido giro a la Comisión de Presupuesto implica una visión economicista de la cultura”.

A su turno, la oficialista Carolina Moisés destacó la importancia del proyecto para el sector, defendió lo realizado por el Estado durante la pandemia, y apuntó contra la oposición: “Cuando fue la hora de tener la lapicera lo único que hicieron fue cambiarla por la tijera y recortar”.

“Fueron los protagonistas de la degradación de la cultura argentina, con políticas culturales que literalmente eliminaron, desfinanciaron todos los programas nacionales y discriminaron a los artistas en función de la supuesta calidad cultural”, disparó contra la oposición.

Por la provincia de Entre Ríos, la radical Gabriela Lena aclaró que “no es una decisión tributaria ni fiscal, sino de cómo la Argentina reconduce sus sendas hacia el progreso, de cómo hacemos una Argentina del crecimiento y de igualdad”, e invitó a reflexionar sobre “la crisis de las bibliotecas populares y el rol que cumplen, la crisis del país, de la desocupación y la pobreza”.

“Cerrar las bibliotecas solo va a alejar aún más a los chicos de la educación, en muchos lugares se han reciclado en maneras de dar de comer. Recortar fondos es como arrancar la página de un libro. También desfinanciamos el cine, el teatro, la música, la escritura. ¿Quién puede descreer que el cine nacional no consolida la cultura argentina? es una industria que da puestos de trabajo a miles de argentinos”, argumentó.

Pero se preguntó críticamente: “¿De qué proyecto estamos hablando? No hablamos de un proyecto cultural, no hablamos de cómo van a ser aplicados esos recursos para fomentar algunas actividades culturales, cómo agregar mayor porcentaje a bibliotecas populares. No estamos hablando de esto, sino de prorrogar por 50 años una asignación especifica que vence este año. Estamos hablando de prorrogar un impuesto que no venció, no es la solución de fondo al problema”, y cerró Lena: “Estamos en un país con imprevisibilidad económica y no sabemos qué va a pasar en dos meses. No se puede usar la cultura como pantalla de despilfarro”.

Por el bloque de Evolución Radical, la diputada Danya Tavela sostuvo que la cultura “es parte esencial de nuestro ser, de la educación, del desarrollo de la sociedad”, y lamentó que la discusión se de en un marco de “trampa” de “encerrona” de la “barra silbando sin querer escuchar”. “La cultura no es propiedad de un partido político, ni de un sindicato, es propiedad de los ciudadanos. También me gustaría un presupuesto de 100 años para bibliotecas populares cuyos fondos nunca llegan porque se pierden vaya a saber en qué lugar burocrático”, disparó.

En su alocución el diputado santafesino Enrique Estévez (Partido Socialista) adelantó el acompañamiento de la iniciativa porque “es un respiro para las industrias culturales”, ya que consideró que la cultura es “necesaria para construir un país y una sociedad diferente”. En tanto, destacó la importancia de las bibliotecas populares en el interior del país porque “son el único espacio en donde pueden concurrir la comunidad en general, son espacios de encuentros, identidades de esas comunidades, son ámbitos de participación y solidaridad. Tenemos que sostener eso”.

En el mismo sentido se pronunció el presidente del bloque Córdoba Federal, Carlos Gutiérrez, quine ratificó el acompañamiento por parte de su espacio, pero remarcó que “los años no tienen ningún sentido porque el día que dejemos de pensar en que la cultura no es pasible del conjunto del esfuerzo de la sociedad estaremos secos en el país”, y remarcó que “las asignaciones no son ni buenos ni malos, sino que todo depende de cómo se usa, dónde se deposita y es lo que algunos no quieren reconocer”.

“Nuestra cultura dista mucho de refugiarse a una cuestión simplemente ideológica, hay muchas sociedades que quedan impresas en esos conceptos. Nosotros no creemos en eso, cromos en que los recursos se pueden gestionar bien. La cultura es trabajo, aunque muchos se hayan olvidado de eso”, cerró Gutiérrez.

También se sumó el presidente del interbloque Provincias Unidas, el rionegrino Luis Di Giacomo, que señaló: “Este es un tema muy particular porque cuando hablamos de cultura hablamos de identidad y de libertad y eso a los sectores conservadores no les gusta”, y contradijo a JxC: “Estamos hablando de fondos específicos y no sobre nuevos impuestos. Son fondos que son los únicos que garantiza que un cambio de gobierno lo que se destina a las bibliotecas populares mañana pase a la fundación vaya a saber con qué nombre”.

Durante el debate, la entrerriana Carolina Gaillard (Frente de Todos) remarcó que “la oposición tiene reparos en prorrogar estas asignaciones a la cultura por 50 años, pero no se sonrojaron cuando decidieron endeudar a nuestro país por 100 años mientras eran gobierno. Es una vergüenza que hoy vengan a discutir el financiamiento de las industrias culturales”.

En su intervención, el formoseño radical Fernando Carbajal lanzó: “Este proyecto va a ser aprobador porque más allá de los discursos grandilocuentes, la pretensión de endilgarnos posturas políticas a la oposición, acá quedó muy claro que la postura del bloque es el acompañamiento. La pretensión del oficialismo de convertir esto en una batalla épica contra un enemigo que no existe es una jugarreta política”.

“La UCR quiere esta ley porque tiene un compromiso de lucha por la educación y la cultura de hace 150 años, no pasamos por ninguna etapa neoliberal. Ustedes mismos están poniendo en riesgo la votación de esta ley solo por poner quién es el más guapo. Esto es un tema discutible el del plazo. Si nuestro plazo de 8 años les parece poco, busquemos consensos para que los amigos de la cultura se vayan contentos. Superemos la grieta y sancionemos la ley”, expresó el formoseño lo que despertó un gran aplauso desde los palcos.

Contrariamente, el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, apuntó: “Duele, lastima, enoja, que un sector del oficialismo esté empecinado en creerse el dueño de la defensa de la cultura. Acá vienen a generar una situación de blanco y negro al recinto y no se los puedo permitir porque esa es la grieta que ciertos diputados quieren seguir generando en el país y llevándonos a la imposibilidad de la conversación pública”.

“Qué bueno hubiese sido llegar al recinto con un acuerdo de esta prórroga, de lo que son las asignaciones especificas vinculadas a la cultura. Había una prevención del oficialismo de querer plantear esa dicotomía, esas divisiones. A todos, con matices dentro del interbloque de JxC nos interesa la cultura, pero no hay posibilidad de encontrar un acuerdo para que la ley sea acompañada por unanimidad porque es parte del relato que quieren instalar de que JxC está en contra de la cultura, de lo que es la construcción de ciudadanía”, disparó Ferraro.

En ese sentido, remarcó: “No es razonable una prórroga de 50 años, no les mientan a distintas industrias porque no tiene nada que ver con biblioteca popales, teatros ni el INCAA, sino con organismos que tiene otro tipo de financiamiento es crear una realidad que no es. El oficialismo esta poniendo la cultura en la grieta por capricho”.

A su turno, desde el bloque Evolución Radical el economista Martín Tetaz expresó: “Queremos que haya más actividad cultural y no menos”, y reconoció que es “fan de las dinastías culturales porque son la calve del desarrollo económico en la nueva forma de riquezas del mundo”.

“Las industrias culturales deben recibir un tratamiento que favorezca su expansión, su crecimiento. Soy un gran defensor, pero no esta en discusión la asignación especifica de una serie de impuestos, ambos proyectos contemplan la extensión de los beneficios a ambos sectores, no esta en discusión eso. No me gusta que la extensión sea de 50 años porque no corresponde a la práctica habitual en materia tributaria y legislativa, es poco ortodoxa”, explicó.

Y cerró: “Estoy dispuesto a acompañar el dictamen de mayoría si es que acepta incluir la derogación de los impuestos a las entradas de las producciones nacionales. De lo contrario me voy a abstener”.

En su intervención durante el debate, calentó aún más el mismo el diputado del Pro Fernando Iglesias, que en principio no pensaba hablar y terminó anotándose para afirmar entre otras cosas que cuando el oficialismo tuvo que mandar el proyecto a comisión, “no lo mandaron a Cultura. Lo mandaron a Presupuesto. Todo el tiempo hablando contra el capitalismo y todo el tiempo atrás de la platita, esa es la verdad de la milanesa”, agregó, disparando luego que “la cooptación de los artistas mediante el dinero estatal no es de derecha, ni es de izquierda; es una actitud totalitaria que emplearon Mussolini, Hitler, Stalin y el General…”.

Puntos centrales del proyecto

El proyecto propone que la vigencia de las asignaciones específicas previstas en tres incisos del artículo 4 de la Ley 27.432 -reforma tributaria de 2017- se extiendan hasta el año 2072.

Se trata del gravamen de emergencia a los premios de determinados juegos de sorteo y concursos deportivos; el impuesto a las entradas de cine e impuesto sobre los videogramas grabados; y el impuesto a los servicios de comunicación audiovisual, previsto en la Ley de Medios.

A través de estos tributos se destinan fondos en beneficio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, el Instituto Nacional de la Música, el Instituto Nacional del Teatro, las Bibliotecas Populares, las producciones del Sistema Nacional de Medios Públicos, el ENACOM, el Fondo FOMECA, y la Defensoría del Público.

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