Consensos básicos y reacción contra un ninguneo

Una de cal...

La Pampa resolvió en la semana que se fue la necesidad de extender a toda la provincia las restricciones que se impusieron para tratar de hacer frente del mejor modo posible a la segunda ola de coronavirus.

A partir de la bajada de línea nacional, y con algunos indicadores que preocupan e inquietan incluso en un territorio que comparativamente no la pasa tan mal, las autoridades sanitarias y políticas dieron un paso convencido pese a que algunas de las medidas puedan generar inconvenientes a determinados sectores de la economía.

Frente a esa circunstancia, el Estado provincial volvió a anunciar algunas medidas que intentan un alivio a los bolsillos golpeados de una economía que lleva largos años de parálisis, primero por las políticas recesivas que impuso el anterior gobierno nacional, después por la aparición de la pandemia.

En un clima donde el virus ocupa siempre los primeros planos de la agenda, y donde no es sencillo encontrar buenas noticias, un aspecto que sí merece destacarse de la situación provincial es el generalizado consenso que tienen las medidas, no solo porque se trata de anuncios que parecen básicos y elementales a la luz del sentido común, sino porque generalmente hay consultas desde el Ejecutivo a diversos espacios.

El funcionamiento del comité de crisis, desde el inicio de la pandemia, también fue un punto favorable para que la oposición política pudiera comprender la situación, e incluso aportar sugerencias o recomendaciones que fueron tenidas en cuenta.

De allí que el clima que se vive en el nivel nacional y especialmente en la ciudad de Buenos Aires parezca lejano a lo que se palpita en nuestra provincia, aun cuando los dirigentes locales de las principales fuerzas partidarias tienen a sus representantes nacionales empeñados en una confrontación no precisamente saludable, y mucho menos en este contexto.

Es un año electoral y seguramente aparecerán chisporreteos, desacuerdos y disidencias que tampoco son novedosos, pero en La Pampa a ambos lados de la línea que a veces es grieta los y las protagonistas de la acción política han estado a la altura de las circunstancias.

Salvo alguna excepción cuyas razones no están del todo explicadas, la totalidad de quienes gobiernan municipios en La Pampa firmó una solicitada para respaldar lo resuelto por el gobernador Sergio Ziliotto, pero también para hacerse cargo de esas medidas, puesto que son resultado de charlas y consensos que intendentes, intendentas y titulares de comisiones de fomento redondearon con una frase: "No hay otro camino posible".

En ese recorrido, la esperanza está puesta en el avance de la vacunación, que en La Pampa también viene siendo ejemplo de diligencia y efectividad, según los estudios que se hacen desde Nación, y que reafirman la necesidad de que trabajadores y trabajadoras del sector de Salud sean especial y concretamente reconocidos en sus tareas.

…y una de arena…

La visita del ministro de Defensa, Agustín Rossi, dejó importantes ruidos a partir de que como uno de los temas centrales de su contacto con La Pampa mostró mala predisposición para que el edificio de la ex Escuela Hogar, que pertenece a la sociedad local, regrese a sus propietarios genuinos.

El funcionario, que en algún momento había dado a entender un posicionamiento contrario, más dado a acceder a los reclamos de que el edificio de la Raúl B. Díaz vuelva a manos de la Educación y la Cultura, esta vez ninguneó el pedido con la excusa de que la pandemia deja fuera de la agenda esa histórica demanda.

Rossi dijo concretamente que el asunto no está entre las prioridades de su agenda, y usó algunas otras argumentaciones (señaló por ejemplo que La Pampa se ha vuelto repentinamente una suerte de distrito estratégico para los posicionamientos militares) para de alguna manera desactivar los posicionamientos en ese sentido.

Paradójicamente, lo que logró fue reponer el tema en la agenda local, puesto que las organizaciones que desde siempre han hecho el planteo insistieron en la necesidad de que se trate el tema y se tomen definiciones acordes con el significado que el asunto tiene.

Desde el colectivo que se conformó con ese objetivo puntual (la restitución del edificio), desde la Universidad Nacional de La Pampa, desde la Asociación Pampeana de Escritores, desde el Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos y desde otros espacios se resignificó la historia e identidad que van de la mano con ese edificio, del que se apropió el Ejército durante la última dictadura cívico-militar.

El nombre de Eva Perón, el inolvidable funcionamiento que tuvo en su momento, la vida que a ese espacio le daban cientos de estudiantes, la relación con el crecimiento de espacios postergados, el vínculo con la comunidad, otorgan a la ex Escuela Hogar una potencia simbólica, que desde ya es política, que impide que su importancia se tape con olvido.

Al contrario, la memoria resurgió la última semana y se volvió agenda tan prioritaria que impone que las gestiones que se hicieron en su momento, y que el macrismo también quiso meter bajo la alfombra, sean retomadas con decisión y diligencia en los distintos niveles que en su momento supieron intervenir.

El ministro aseveró al menos que lo que hay es disposición al "diálogo", y entonces tendrá que atender y escuchar los planteos razonables que ya se han hecho y que tendrán que reiterarse.

La pandemia no puede ser excusa para seguir pateando hacia delante la única decisión que haría justicia, y que es la restitución del edificio a quienes lo sienten como propio.