Familiares de abuelos del Hogar de Ancianos de Pico trabajarán para evitar el cierre del lugar

General Pico (Agencia) – Un grupo de familiares de abuelos alojados en el Hogar Don Bosco se comprometió a acompañar el trabajo para evitar el cierre de la institución, a través de la obtención de nuevos socios y sumándose a la nueva comisión directiva que se requiere para iniciar diversas gestiones. Así lo manifestaron en una carta pública donde destacaron la excelente atención de los abuelos en el Hogar y bregaron por el cumplimiento de los acuerdos políticos, que consideran una de las instancias importantes para lograr que la entidad continúe con la prestación del servicio.

En el marco de la situación límite que atraviesa el Hogar de Ancianos Don Bosco de General Pico, se desconocía hasta el momento la voz de los usuarios, que acaban de sentar posición a través de los familiares de algunos de los 27 abuelos que residen en el lugar. Decidieron hacerlo luego de reunirse con la administración del Hogar y acceder a detalles del complejo panorama.

La extensa carta de los familiares, compromiso incluido para salvar el Hogar, parte de dos premisas y una de ellas son las afirmaciones de sus abuelos sobre el funcionamiento del lugar: "Te atienden bien" y "te cuidan bien". Pero además está también la mirada de quienes van a visitar a esos abuelos: "Siempre encontramos la puerta abierta, siempre están allí para recibirnos, impecables, no importa la hora ni la actividad del adulto mayor. ¿Qué hay detrás de todo eso? Una institución".

Por lo que pretenden que "se solucionen los problemas, los edilicios, que el dinero alcance para pagar buenos sueldos, que se logre armar la nueva comisión, nos despojaremos de tales pretensiones porque no creemos en soluciones mágicas. Sabemos que muchas dependen de decisiones políticas y para allanar ese camino queremos destrabar en las posibles negociaciones, los prejuicios, preconceptos, incluso la información tergiversada".

Reunión

Los familiares indicaron que, en la reunión mantenida con quienes organizan el día a día del Hogar, "se nos informó sobre cada una de las gestiones que se realizaron con infinidad de instituciones intermedias, incluso las realizadas con los distintos estamentos gubernamentales y estatales. Cuáles podían ser las trabas o dificultades, incluida la historia legal que también requiere ser organizada para garantizar su continuidad".

Señalaron también que durante el encuentro "se ofreció la oportunidad de integrar la comisión que tiene mandato cumplido y, en más de una oportunidad, de poner a nuestra disposición los datos administrativos que confirman tales actuaciones. Si bien era necesario para poder entender la compleja situación, también reafirmó nuestro concepto sobre la transparencia con que se maneja la institución", remarcaron.

Pero insistieron en que para llegar a la solución "se necesitan más acciones, tampoco es suficiente la voluntad de una comunidad que siempre estuvo y estará presente, porque también requiere de decisiones políticas y del cumplimiento de acuerdos alcanzados".

Y se les aclaró en la reunión que "si el Hogar cierra, se garantizarán los traslados en forma gradual, sea PAMI, o de forma privada y que se cuidará que la transición sea lo menos traumática posible". Aunque los propios familiares insistieron en la carta en que buscarán agotar todas las instancias para llegar a esa decisión, para evitar las consecuencias devastadoras -quizás invisibilizadas para la mayoría- que esto representaría para los adultos mayores.

"Cualquier cambio es un volver a comenzar, eso para la familia, pero para los abuelos es más que eso, es un terremoto, un abismo hacia lo nuevo por conocer, pero sobre todo es casi imposible de admitir, cuando lo que se conoce, ya es bueno", remarcaron.

Lo que falta

Sobre los diversos problemas del Hogar fundado en 1949, los familiares se preguntaron también: "¿Qué faltó hacer?".

Y analizaron en ese sentido que "es una institución que posee un terreno que no parece tan difícil de organizar legalmente, un edificio que solo requiere mejoras porque muchas ya se hicieron, y posee una organización que ha dado muestras de saber navegar sobre mar picado y requiere renovar comisión, para lo cual ya se está trabajando".

"Bregamos para que se cumplan los acuerdos hasta ahora alcanzados y que se puedan obtener nuevos convenios con otras instituciones, que se pueda contratar el personal que falta y hacer los arreglos que se requieren. Buscaremos más socios y acompañaremos para crear una nueva comisión, como medidas a nuestro alcance", se comprometieron.

Reflexionaron luego que "hoy nos toca buscar y apelar a todos los medios y recursos para evitar el cierre y los consecuentes traslados, tal vez la solución más rápida, pero la más insensata, porque no solo romperemos los vínculos entre los 27 abuelos y con las personas que los cuidan y asisten bien".

Al mismo tiempo, los familiares también advirtieron que "también romperemos esos vínculos materiales, con sus camas, su vaso, su lugar en la mesa, ese lugar que reservan para dejar sus gorras, incluso su ventana o el espacio en el parque o bajo el alero".

"Cuando los traslademos, esperamos no suceda, sabremos que al mismo tiempo estamos cerrando una institución y no nos bastará saber que otros tuvieron mayores responsabilidades, o que no había más cosas por hacer. Las instituciones son más que edificios o balances económicos", concluyeron.