La Pampa

Entre pocillos: Bienvenidos al tren

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El popularísimo vecino santarroseño, dialogando en la mañana de ayer con su predilecto mozo en el restobar de la calle Pellegrini… dimes y diretes politiqueros, referencias futboleras al paso y profundidades existenciales al alcance de la mano.

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EL DIARIO digital

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Beto Desuque: - Buenas, buenas, buenas, bueeeenaaass… ¿qué tal, qué tal, qué tal? ¿Cómo anda la cosa por acá, qué se dice, qué se cuenta? ¡Salú a la barra!

Mesero: - Betito… ¿cómo estás, "papurri", qué contás? Te estaba esperando… como siempre…

Beto Desuque: - Dejá de tratarme de manera empalagosa, Fabio, por favor. Sabés que no me gusta. Menos con estos fríos. Cortá con la dulzura.

Mesero: - Pero es al contrario, Betito… está tan frío que hay que cercarse y brindarse calor humano de alguna forma. Dejate mimar.

Beto Desuque: - Buá. Ya parecé unos de "esos". "Vibrá alto", te falta que me pidas.

Mesero: - Y sí, Beto, vibrá alto.

Beto Desuque: - Los que vibran alto son los precios. Mamita querida.

Mesero: - Fuá. Altos precios, ¿no?

Beto Desuque: - Muy tremendo. Espero que en algún momento haya alguna estación en que esta inflación ponga el freno de mano.

Mesero: - ¿Tirás lo de la estación a propósito por eso de que el otro día vino el tren?

Beto Desuque: - Ponele. Es un tren sanitario. Pero me encontré con gente que se emocionó porque lo escuchó llegar, sonó la bocina y todo… como en los viejos buenos tiempos.

Mesero: - Aquellos años felices.

Beto Desuque: - Ponele. Igual ya se sabe que le ponemos mucho dulce a lo que ya pasó. También ahí cortá con la dulzura.

Mesero: - Pero no me vas a decir que no añorás un poco el tren…

Beto Desuque: - Lindas épocas. Recuerdos casi románticos. Estaría piola que el tren anduviera en serio, ¿no? Digo… que no hiciera como aquel viejo dicho de que "el tren pasa una sola vez".

Mesero: - Yo también he escuchado decir que "el tren pasa todos los días".

Beto Desuque: - Bueno, pero no pasa todos los días. Por eso te digo: eso sí que estaría bueno, que hubiera un servicio de transporte como el tren. Esto es otra cosa, casi una anécdota, algo para sacarse una foto y contar la anécdota. Pero la vida real es otra cosa.

Mesero: - ¿Y qué es la vida real?

Beto Desuque: - La vida real es la gente que está en la vía, Fabio. Literalmente.

Mesero: - ¿A qué te referís?

Beto Desuque: - Que los tiempos están feos, hay muchas necesidades. Ya dijimos recién lo de los precios… imaginate lo mal que la pasa la gente que no tiene techo ni lugar donde protegerse.

Mesero: - Uy, sí, patético, veo en estos días todas las movidas que hay en busca de tierra, de un techo, no se puede pagar el alquiler, hay desalojos… Muy triste todo.

Beto Desuque: - Mal. Y más vale que no encuentran respuestas. Por ahora se enfocan mucho en la Muni. Y después salen diciéndole de todo a Copete.

Mesero: - Tampoco será tan fácil encontrar una solución, ¿no?

Beto Desuque: - Ponele que a Copete "se le llenó de pobres el recibidor", como cantaba Serrat. El asunto es que tenemos décadas de pensar que la Muni no tiene mucho que hacer en estos asuntos… siempre la vivienda ha sido un tema provincial, o ni siquiera: un tema nacional.

Mesero: - Pero no se van a poder quedar de brazos cruzados…

Beto Desuque: - Eso es lo que te digo. Está agitada la base. Y no solo la base.

Mesero: - Epa, ¿y con eso qué me decís?

Beto Desuque: - Nada del otro mundo, nada que no se vea a simple vista… la dirigencia oficialista también está un poco al salto, ya se sabe.

Mesero: - Y sí… en la tele lo ves todos los días, jeje… la interna, la interna, la interna…

Beto Desuque: - Yo te digo algo un poco más profundo. Además de interna hay discusiones de proyectos, de metodologías. ¡Acá en La Pampa también saltó Martita!

Mesero: - ¿Qué Martita?

Beto Desuque: - Marta Paturlanne salió con los tapones de punta. Fue la intendenta destituída por sus propios cumpas, en Santa Isabel. No se calló nada.

Mesero: - Bueno, pero el Poder Judicial le cerró las puertas…

Beto Desuque: - Ponele. Por eso mismo. El STJ sí que aplicó la vieja receta del lavado de manos: "cuestión política, nosotros no nos metemos". Je.

Mesero: - Y la dejaron a Martita en Pampa y la vía.

Beto Desuque: - Sin tren que tomarse. En cambio, por fin le llegó al turno a Adriana Dalmasso…

Mesero: - ¿Qué pasó, quién es?

Beto Desuque: - Diputada. Por el peronismo. Reemplaza a Oscar Zanoli, es marinista, de Intendente Alvear.

Mesero: - Ah, bien, bien.

Beto Desuque: -"Bienvenida al tren". Je. Ya se lo habían hecho perder al tren de la Legislatura. En realidad tendría que haber asumido cuando Luchy Alonso renunció para ir al Senado, pero al PJ no le interesó respetar ese lugar de una mujer y entró un hombre.

Mesero: - Leí que viene Pato Bullrich.

Beto Desuque: - Ah, sí, sí. No creo que en tren, pero se va a dar una vueltita por acá. Increíble el orgullo de algunos dirigentes del PRO para anunciar su visita.

Mesero: - Y bueno, cada cual ama lo que quiere, Betito…

Beto Desuque: - Cada cual ama lo que puede, decía mejor mi abuelita, y mucha razón tenía.

Mesero: - ¿Cuál abuelita, la que le daba al tinto?

Beto Desuque: - Esa misma. Que estaría chocha de la vida con esta propuesta que ha hecho la Fundación Chadileuvú. Y que ojalá la escuchen.

Mesero: - ¿La Fundación Chadileuvú? ¿Qué propone?

Beto Desuque: - Y… en la lucha por los recursos hídricos, contra los ladrones de Mendoza, vale todo.

Mesero: - ¿Y entonces?

Beto Desuque: - Quieren que el Banco de La Pampa meta la cuchara y arme una promoción para que se puedan vender los vinos pampeanos con descuentos y dejen de venderse tantos vinos menducos…

Mesero: - Apa, ¡es buena!

Beto Desuque: - ¡Hip! ¡Es buena! Espero que no se duerman y le den para adelante. Que no dejen pasar el tren…

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