“Tenemos que ser creativos y astutos”

"Hay una situación muy compleja. Tenemos que ser creativos y astutos", dice el intendente de Lonquimay Manuel Feito, y reniega un poco porque frente al momento económico complicado -dice- no es tiempo de hablar de candidaturas ni de internas.

Lonquimay ha quedado en el centro de algunas escenas en estos tiempos: varias políticas públicas llamaron la atención porque a lo mejor no son moneda cotidiana en otros territorios de la provincia. Feito, uno de los intendentes más jóvenes, dice en una entrevista con El Diario que la lucha cotidiana encuentra complicaciones en la economía, pero que su gobierno apunta a reafirmar la presencia estatal donde hace falta y a generar relaciones políticas y sociales que no exacerben la grieta.

Los terrenos que el municipio puso a disposición para zafar del agotamiento de la disponibilidad inmobiliaria (ver más información aparte) son un ejemplo de la conjunción de esas líneas. Feito remarca que en ese caso resalta la tarea mancomunada de las distintas patas y jurisdicciones del Estado, en beneficio de quienes de otro modo no pueden acceder a la vivienda, y también a favor de productores, emprendedores y comerciantes de la zona.

También quedó en el candelero la decisión de divulgar en el mismísimo hall de la Municipalidad la información sobre la totalidad de los balances comunales, además aprobados por unanimidad. La exhibición de la documentación se hizo pública en la misma semana en que en Santa Rosa la oposición denunciaba judicialmente al intendente Luciano di Nápoli por la demora en la rendición de cuentas.

Juventud y después...

Manuel Feito es intendente de Lonquimay desde el 10 de diciembre de 2019. Tiene 30 años y desde joven estuvo metido en asuntos políticos.

Le encanta el análisis de la realidad, la discusión política, escuchar y hacerse escuchar. Se apasiona por lo que pasa en su pueblo, pero también mira con atención y criterio propio las decisiones más importantes que se toman en la Provincia y en el país.

Aunque proviene de una familia que tenía simpatía con el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), se volcó desde joven al peronismo.

Estudio el secundario en el Instituto Julio Neri Rubio, donde agitó el centro estudiantil, aunque dice que sin orientaciones de política partidista.

Después sí se volcó al peronismo. Estudió Derecho en la Universidad Siglo XXI y trabajó para el gobierno provincial en el Consejo de la Juventud. Quedó como director de Juventud en el año 2015. Después fue secretario privado del área de Asuntos Municipales, desde 2016.

Feito destaca su rol como trabajador en el municipio, en los años anteriores, que le permitió "aprender mucho, sobre todo desde lo práctico".

Forma parte de la Línea Plural, pero reniega un poco de las divisiones internas: "me inicié ahí cuando las internas eran una realidad, pero hay que salir de eso". Se manifiesta a favor de una lógica política de "acuerdos abiertos".

Sostiene con alma y vida aquello de que "para un peronista no hay nada mejor que otro peronista". A esa frase de cabecera la incorpora especialmente en esta época en que los dimes y diretes del oficialismo están a la orden del día: "no podemos permitir que otra vez gobiernen los que ya estuvieron y maltrataron a la gente", advierte.

Insiste que en el contexto actual hay una necesidad de que la dirigencia se acerque a la comunidad, tenga contacto con las personas que más necesitan del Estado e interprete cuáles son esas necesidades. Remarca que solo los dirigentes que están en la calle, cerca del pueblo, son los que en el ejercicio de su función "pueden estar un paso adelante".

"El desafío es acompañar a los más vulnerables"

-¿Qué evaluación hacés de la invitación del gobernador a "militar la producción" y el acto oficial del martes?

-La verdad es que se trata de un recurso muy interesante en la pos-pandemia. Se abren nuevos desafíos. En este anuncio se ordenó lo existente, por decirlo de alguna manera, en el "paquete" se pusieron a disposición de los municipios la información y los recursos. Es interesante porque en este caso se abarcó a todos los sectores, además de la Provincia y las intendencias estuvieron el Banco de La Pampa, el Fogapam, la Agencia de Inversiones.

-¿Cuál es el análisis que se hace de la situación económica desde un municipio pequeño como Lonquimay?

-Sin dudas vivimos un período complejo. Sobre todo para las personas asalariadas. La inflación trunca muchos proyectos, muchas ideas que pueda haber. Nuestro desafío es acompañar al sector más vulnerable, dentro de las posibilidades. Nos toca hacer de intermediarios en la coyuntura. Es muy compleja la situación. Tenemos que ser creativos y astutos.

-¿Se percibe también en la localidad la falta de empleo?

-La situación del empleo a veces no es tan compleja, en el sentido de que en nuestras localidades, como siempre decimos, "nos conocemos todos", entonces puede haber algún trabajo a mano, la obra pública ha contratado en los últimos tiempos a una importante cantidad de personal. Desde ya que es una necesidad primordial el trabajo, hay que continuar con los esfuerzos para que ese movimiento económico que se nota en algunos sectores pueda llegar a todos.

-¿La economía es el principal problema?

-Sí. Desde ya. A veces se genera un malestar por la situación general. Desde los municipios y la localidad podemos intervenir, dar una mano, ayudar. Pero desde ya que la expectativa es un trabajo formalizado y permanente. Después está la realidad y también hay que pasar el momento. También notamos que hay un movimiento en el sector productivo del agro.

-Respecto de ese sector económico: ¿existen en Lonquimay "grietas" de tipo social o político entre distintos sectores, como las que se han exacerbado en las últimas semanas?

-Mi percepción personal es que en estos pueblos esa grieta no está. Hay que decirlo: el campo es el motor por excelencia en pueblos como este, el resto de los sectores circula alrededor de lo que se genera ahí. Pero esas diferenciaciones que se exacerban no se dan acá. Nosotros estamos rodeados de productores chicos, que son laburantes.