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En el marco de una investigación por el abuso por el que el médico está detenido se incorporaron audios que derivaron en el inicio de otro expediente. Se pacta un "apriete" contra una pareja.
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EL DIARIO digital
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Una causa judicial investiga si el médico Jorge Rigutto contrató a sicarios para que actuaran en el "apriete" a una persona con la que tenía problemas personales.
Así lo pudo saber El Diario de fuentes judiciales a prueba de desmentidas: es una derivación de la otra acusación que pesa sobre Rigutto (ver aparte), en la que se aportaron distintos audios con el objetivo de comprobar la "verdadera personalidad" del profesional.
Entre los 18 audios que se entregaron al Poder Judicial se incluyen algunos que lo involucran en una comprometedora situación en la que aparenta contratar a sicarios para amedrentar a una persona y su pareja, con quienes tenía cuentas pendientes y disidencias personales.
Incluso una de esas personas apuntadas por Rigutto para ser "apretada" lo denunció formalmente por amenazas: la causa judicial no prosperó y cayó en 2015.
Complicación y gravedad
Con estas nuevas pruebas, la situación de Rigutto, ya detenido por la otra acusación, se complica aún más, ya que una vez que esos audios se incorporaron al expediente se giraron al fiscal general Máximo Paulucci para que hiciera una interpretación del asunto y resolvió la apertura de otro expediente.
En conclusión, el fiscal Oscar Cazenave abrió la investigación para determinar las consecuencias de la conversación que Rigutto mantiene con quien ofrece su mano de obra como sicario.
Respecto de la serie de audios que se entregaron al Poder Judicial, el propio abogado defensor del médico, Omar Gebruers, reconoció que eran audios del médico, pero que "nada tienen que ver con la causa".
El abogado no disimuló su preocupación por la circunstancia, a partir de que el querellante José Mario Aguerrido impulsó con ese material una pericia siquiátrica, pero además dejó la pelota picando para que el Poder Judicial iniciara una causa de oficio que hasta puede resultar de mayor gravedad.
Aunque Gebruers también quiso dar a entender públicamente que los audios serían consecuencia de una supuesta "intervención" (pinchadura) del teléfono de Rigutto, se trataría de conversaciones grabadas que circularon por wasap, según la descripción que consta a partir de que de manera anónima una persona facilitó esos audios y los depositó en el buzón de Aguerrido para que llegaran a la Justicia.
