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La justicia tenía dos recetas entregadas por una empleada con firma y sello de una médica que estaba de licncia. En los procedimientos de este jueves, se obtuvo otra documentación similar y comenzó la investigación del caso.
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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) – El allanamiento realizado este jueves a la mañana en el Hospital Gobernador Centeno respondía a secuestrar elementos vinculados a la supuesta falsificación de recetas, que eran presentadas por una empleada del nosocomio, con sello y firma de una médica de licencia. También allanaron el domicilio particular de la trabajadora.
La fiscal Ana Laura Ruffini, a cargo de la Fiscalía General por vacaciones de Armando Agüero, confirmó que la jefa de Farmacia del Hospital Gobernador Centeno realizó una exposición en sede policial tras advertir la aparición de recetas firmadas por una médica que desde hace tiempo se encuentra de licencia.
Una trabajadora del mismo nosocomio quedó en la mira de la Justicia, por presentar los documentos supuestamente falsificados para retirar diversos medicamentos, desde ansiolíticos a ibuprofeno.
La figura penal que en principio podría imputarse es la de “falsificación de documento”, un delito que tiene una escala penal de uno a seis años de prisión, pero también se podría avanzar hacia el “perjuicio a la administración pública”.
Mientras que las actuaciones penales, que recién acaban de iniciarse y aún no llegaron a la formalización del caso, serían también informadas a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas desde donde, de confirmarse la falsificación, podría derivar en la cesantía de la trabajadora involucrada.
Hasta el momento el legajo cuenta con dos recetas supuestamente truchas, una con la que se radicó la exposición policial y una segunda que se encontró durante el allanamiento en el Hospital, ambas del mes de diciembre, pero no descartan el hallazgo de nuevos documentos falsificados con el correr de la pesquisa.
Exposición
La fiscal Ruffini explicó que “hicieron una exposición en la Comisaría Tercera sobre una irregularidad que ocurría en la Farmacia del Hospital Gobernador Centeno. En la exposición pusieron en conocimiento que se había presentado una receta firmada por una médica, que no podía ser que la firmara porque la profesional estaba gozando de una licencia particular desde hacía ya un tiempo”.
La representante del MPF remarcó que “esta situación llamó la atención, se le preguntó a la médica si ella había firmado la receta y ella dijo que no, entonces ahí se hizo la exposición porque a primera vista se estaba ante la presencia de una receta que no guardaba las formas de legalidad que corresponden, con la firma y sello del profesional que la emite”.
Y agregó “una vez hecha la exposición y luego de tomar conocimiento, lo primero que pedimos fue una media para resguardar los elementos que pudieran existir. Y por eso se hicieron los allanamientos el jueves por la mañana en el Hospital Centeno y en el domicilio particular de esta persona, de quien debo resguardar sus datos personales porque aún no ha sido citada a declarar y sigue trabajando como empleada del Hospital”.
Allanamientos
La fiscal explicó también que en el domicilio de la trabajadora “el resultado del allanamiento fue negativo”, mientras que en el Hospital “se obtuvo otra documentación similar a la que ya teníamos (más recetas truchas) y, a partir de ahora, empieza la investigación del caso”.
Y adelantó “con los documentos que ya tenemos, se realizarán pericias caligráficas, creemos que serán necesarias muchas declaraciones testimoniales, entre ellas la de la médica que está con licencia para saber si ella estaba en conocimiento o no, al personal de Farmacia para conocer si era la primera vez que ocurría o ya se habían presentado otras recetas, vamos a pedir más documentación al Hospital, esas son algunas de las acciones que debemos trabajar a partir de ahora”.
Consultada por el tipo de medicamento que se requería con las recetas truchas, Ruffini señaló que “hay todo tipo de medicación, desde ansiolíticos (Clonazepán) hasta Ibuprofeno, había medicación variada”.
En cuanto a la persona sospechada, la fiscal explicó que “estuvo demorada por algunas horas porque, además del allanamiento, era necesaria también una requisa para ver si en la ropa llevaba elementos de interés para la causa, como podría haber sido otra receta, pero no, se secuestró sólo un celular y luego quedó en libertad”.
