La Pampa

El abogado Mandrini y su banda pagaron y fueron condenados

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Los 6 acusados de estafar a productores pampeanos debieron devolver 22 millones de pesos. También son investigados por maniobras similares en otros puntos del páis por otros 184 millones.

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EL DIARIO digital

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General Pico (Agencia) – Tras ser detenidos, el abogado piquense Eduardo Mandrini (foto) y la banda que lo acompañó para estafar a 10 productores rurales del norte provincial acordó un juicio abreviado, donde reconocieron las estafas cometidas y devolvieron los 22 millones en concepto de reparación, y así zafaron de terminar tras las rejas con una pena de seis meses de prisión en suspenso.

El arreglo se concretó esta semana en los Tribunales de Pico, según confirmó el fiscal general Armando Agüero. Todos los integrantes de la causa (Mandrini, Maidana, Ponce, los hermanos Dada y Habakon) conocida por el nombre de la sociedad con la que se perpetraron las estafas, GAEC, accedieron al beneficio de una pena en suspenso por tratarse de personas que no contaba con antecedentes penales, pero debieron antes reintegrar el importe completo de la estafa a productores pampeanos.

Aunque ahora seguramente tendrán que rendir cuentas también ante la justicia cordobesa, que también había librado órdenes de captura por maniobras similares. Cabe recordar que en distintos puntos del país damnificaron a productores por alrededor de 184 millones de pesos.

A fines del año pasado una decena de productores del norte provincial se presentaron en Tribunales para denunciar que habían sido estafados, tras vender hacienda por la que recibieron cheques que nunca cobraron.

La Fiscalía General y la Brigada de Investigaciones comenzó con la investigación que descubrió una organización con base en Nordelta, que lideraba un abogado nacido en Quemú y radicado en Pico por muchos años, Eduardo Mandrini, y el dueño de un campo en la zona de La Maruja, José Maidana.

Ambos había armado la cesión de una sociedad a gente que conocían y a la que le pagaban un importe semana menor para realizar las operaciones y firmar los cheques. En esta parte de las maniobras entraban Ponce, los hermanos Dada y Habakon.

A través de la firma GAEC compraban los animales y los trasladaban a los campos de Madrini, en San Luis, y de Maidana en el norte provincial. En cuestión de pocos días toda esa hacienda marchaba a frigorífico. Se estima que en dos meses los estafadores se alzaron con alrededor de 1 millón de dólares, perjudicando a productores de distintas zonas del país.

La Justicia ordenó una serie de allanamientos en Nordelta, donde se dio con documentación y algunos integrantes de la banda, pero Mandrini y Maidana trataron de esquivar la prisión preventiva hasta que no les quedó otra que presentarse en Tribunales.

Con todos los integrantes de la banda detenida con prisión preventiva, se aceleró el proceso de acuerdo de juicio abreviado que incluyó la devolución del dinero y una condena de ejecución condicional, por tratarse de personas que no tenían antecedentes condenatorios.

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