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El presidente del Colegio Médico, Martín Morante, afirmó que la renuncia de los profesionales a partir del 30 de noviembre es algo "malo para todos". Dijo que podría recargarse la atención en el sistema público.
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EL DIARIO digital
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El presidente del Colegio Médico de La Pampa, Martín Morante, afirmó que la renuncia a la entidad de la mayoría de los ginecólogos y ginecólogas a partir del 30 de noviembre es algo "malo para todos" y que la situación puede derivar en una sobrecarga de la atención en el sistema público.
"Fueron intransigentes en sus pedidos", lamentó Morante. El lunes de esta semana la Asociación de Ginecología y Obstetricia de La Pampa -nuclea a 42 profesionales- anunciaron que renuncian al Colegio Médico y, con la decisión, caerá el convenio mediante el cual atendían a obras sociales y prepagas. Colegio Médio dejará de gerenciar ese convenio. Morante señaló que solo 5 profesionales no renunciarían.
"No le sirve a nadie"
El presidente del CM recordó que el conflicto se inició a principio de año. En marzo los ginecólogos cortaron el servicio de una prepaga y dos obras sociales sindicales. Además, comenzaron a exigirle un nomenclador específico para su especialidad al Colegio Médico -algo que consiguieron en Chubut-, pero ante la negativa, la relación terminó por desgastarse.
"Somos 20 especialidades las que integran el colegio. Fueron intransigentes en su pedido de poner en marcha el nomenclador de la federación, con los mismos valores que en Chubut, entonces a pesar de varias reuniones y negociaciones, no se pudo avanzar y se llegó a este momento", explicó en declaraciones a CPEtv.
Morante explicó que cada especialidad tiene un nomenclador guía a nivel país. Pero en La Pampa el Colegio Médico es la gerenciadora de los acuerdos con todas las obras sociales y los profesionales médicos, más de 500. "Es muy complicado hacer un nomenclador por cada especialidad con los valores sugeridos por cada uno. No es viable hacerlo por cada especialidad. Esto no le sirve a nadie, ni al colegio, ni a las obras sociales y a los ginecólogos tampoco les va a servir. Si ellos no ceden en sus pretensiones, esto es malo para todos", aventuró.
Si finalmente a fines de noviembre se concreta la renuncia, Morante estimó que "puede llegar a resentirse el sector público, porque si las prepagas y las obras sociales no acuerda con los ginecólogos, algunas personas podrán pagar particular y pedir reintegro, pero hay algunas obras sociales que no van a poder hacer los reintegros". "Veremos cómo se va dando el escenario", concluyó.
Desgaste
La Asociación resaltó el lunes en el comunicado que "a partir del 1 de diciembre será una etapa de transición hasta tanto se celebren los nuevos acuerdos con las obras sociales y prepagas de La Pampa que deseen contratar nuestros servicios profesionales". "Cómo venimos haciendo en la actualidad se le otorgarán a nuestros pacientes todas las facilidades que estén a nuestro alcance para garantizarles a cada uno, la continuidad de la atención médica de calidad que nos caracteriza", concluyeron.
El conflicto venía desde finales del año pasado y se agudizó en marzo cuando ginecológos y ginecólogas cortaron las prestaciones a tres obras sociales: OSECAC, OSDE e IOSFA. AGOLP reclama renegociar un nuevo nomenclador y que entre en vigencia el mismo que se aplica en Chubut. Ante la negativa de la gerenciadora, cortaron la prestación a tres obras sociales privadas, y amenazaron con hacerlo extensiva a otras.
Para el Colegio Médico la disputa es económica, y aseguró que los profesionales pretenden cobrar un 40% más cada práctica.
