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"Esperemos se confirme esta pena, así Adán y Susana pueden descansar en paz"

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Rubén Serraino reflexionó sobre el fallo que condenó al conductor que atropelló y mató, en 2008, a su hijo Adán en 25 de Mayo.

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EL DIARIO digital

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"Esperemos se confirme esta pena, así Adán y Susana pueden descansar en paz", sostuvo Rubén, en referencia a su hijo y a su mujer, quien falleció mientras la familia reclamaba justicia.

Rubén Serraino reflexionó sobre el fallo que condenó al conductor que atropelló y mató, en 2008, a su hijo Adán. El juez de Audiencia subrogante de Santa Rosa Gabriel Tedín condenó a ángel Patricio Molina a la pena de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo y diez años para conducir todo tipo de vehículos en la vía pública.

El magistrado lo consideró autor del delito de "homicidio culposo agravado por la conducción negligente, imprudente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, en concurso ideal con lesiones culposas".

"Nada nos va a conformar, esperemos que a partir de ahora se haga un quiebre en la Justicia y las condenas sean efectivas", dijo Rubén Serraino.

"Algo hemos logrado después de tanta lucha, fue tan grande la lucha para poder conseguir un poco de justicia, que en el interín de este camino la Justicia se llevó a mi señora. Susana no soportó tanta injusticia y ahora está con su hijo también", agregó el vecino de 25 de Mayo.

Ese proceso incluyó varias idas y vueltas judiciales, en medio del dolor y la búsqueda de una sanción para el responsable. "Perder la vida de un hijo no se paga con nada del mundo. Hemos luchado y buscado esta justicia durante 13 años. Esperemos se confirme esta pena así Adán y Susana pueden descansar en paz", expresó Serraino.

Y aclaró que "cuando quede firme la sentencia y Molina cumpla la condena, también tiene que estar incluido en el programa de reeducación, concientización y sensibilización para condenados por siniestros viales".

En la causa quedó comprobado que, con los testimonios y las pruebas reunidas durante el juicio oral, el 1 de noviembre de 2008 a la madrugada, Molina, "en estado de intoxicación alcohólica, conducía un Fiat Uno rojo, por la calle Victorica, entre La Adela e Ingeniero Luiggi, perdiendo el control direccional del vehículo por el exceso de velocidad". Por ello, el rodado se desvió hacia la vereda oeste, "embistiendo en contramano a los menores Serraino Zinki y Miguel Andrade", falleciendo el primero y resultado lesionado el segundo.

Sobre la actuación del juez Tedín, el padre de la víctima indicó que "le dio una impronta bastante importante a nuestra causa, en muy poco tiempo puso fecha de juicio, se ubicaron los testigos, se hizo el juicio y en muy poquitos días dictó condena".

Y destacó que "este juez le dio una agilidad bastante interesante a la Justicia, esperemos que otros jueces imiten esta actitud".

Sin embargo, cuestionó algunos procedimientos del juicio y criticó a una de las defensoras oficiales. "Nosotros no tenemos la oportunidad de que el Estado nos ponga defensores, pero sí se los pone a estos asesinos al volante, les ponen defensores oficiales", sostuvo Serraino.

"En el caso de la defensora de Molina, Antonella Marchisio, no está a la altura de las circunstancias", se quejó. "Entendía muy poco de lo que son los siniestros viales y en algunos momentos agredió con palabras a nuestro abogado, Sánchez Alustiza. En los alegatos finales, lo amenazó con hacerle una denuncia ante el Colegio de Abogados. Se olvida que representa al Estado y debe respetar a las víctimas", relató el padre de la víctima.

Sostuvo además que "empiezan a recurrir fallos y se dan hasta el lujo de hacer presentaciones ante la Corte Suprema".

"Nosotros como particulares, si queremos hacer una presentación ante la Corte, debemos disponer de un buen dinero para llegar a esa instancia. Así es como dilatan las condenas", concluyó.

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