La Pampa

Editorial: semanas de cierto alivio y días de desmemoria

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La pandemia está dando un descanso y desplegando algunas esperanzas de reactivación económica, mientras en el proceso preelectoral cunde la costumbre de alguna dirigencia de frivolizar el debate y despegarse del gobierno que integró.

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EL DIARIO digital

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Una de cal...

A poco de comenzar la primavera, y con los pronósticos más agoreros perdidos bajo la alfombra, La Pampa afronta con prudencia pero con cierta satisfacción lo que parece un verdadero alivio de la pandemia.

La masividad del plan de vacunación -en el marco del cual nuestra provincia resalta como un ejemplo a nivel nacional- permitió contener una circunstancia que hace más de un año y medio que castiga la vida cotidiana de argentinos y argentinas, tal como ocurrió en todos los lugares del mundo, en un tiempo que será inolvidable.

En ese contexto, el Gobierno provincial se permite un sereno bienestar, pero al mismo tiempo abriendo el paraguas respecto de la posibilidad de que la variable Delta del coronavirus, que ya impactó muy negativamente en otras regiones, obligue a dar alguna marcha atrás o a detener las aperturas y flexibilizaciones que han tenido lugar en las últimas semanas.

El Ejecutivo ha definido en este contexto permitir el funcionamiento de actividades económicas en horarios antes vedados, además de alentar a que otros rubros que estaban paralizados puedan ponerse en marcha lentamente, con el objetivo de empujar el movimiento económico incipiente que notan por un lado las consultoras pero que sobre todo se percibe en la calle.

Desde ya que esa revitalización es tenue, acorde con todos los pesares que se sufren no solo desde el inicio de la pandemia, sino también como furibundos coletazos del gobierno neoliberal que dejó un país en pésimas condiciones para las mayorías populares.

Recién después del próximo domingo, cuando tenga lugar la elección primaria, abierta, simultánea y obligatoria, podrá analizarse hasta qué punto la comunidad premia o castiga la gestión de la pandemia, que a nivel nacional quedó golpeada por un par de escándalos especialmente agitados por los medios del establishment después de los errores en que incurrió el Gobierno.

En La Pampa, en cambio, no hubo ni "vacunatorio VIP" ni cumpleaños de la "querida Fabiola" y aun cuando se cometieron algunos errores propios de quien tiene que tomar decisiones en un tiempo extraordinario y sin manuales o experiencias a mano para reflejarse, la administración de esa situación que en otros lados fue un caos resultó a la altura de las circunstancias.

El gobernador Sergio Ziliotto cerró esta semana de siempre relativo alivio explicando en la entrevista con El Diario que pudo haber fallas y equivocaciones, pero que no se arrepiente de ninguna de las medidas que se tomaron, porque se implementaron desde la necesidad, la buena intención y el sentido común.

Aunque nada puede preverse ni adelantarse, hay sectores políticos que en medio del farragoso ruido mediático que tiene lugar en la campaña electoral han hecho lo posible por poner en el centro de la discusión lo que es un debate de fondo sobre lo que está en juego en las elecciones (sobre todo las de noviembre): de alguna manera se trata de dos formas de ver el mundo y de analizar la realidad, que fija prioridades en distintos intereses.

...y una de arena...

macreta

En ese marco de puja electoral, hay por lo menos dos aspectos que contribuyen a que se generen miradas negativas sobre la actividad política, cuya razón de ser es modificar las condiciones de vida de una población y reformar aquellas situaciones que se consideran inconvenientes para determinados sectores.

Claro que en ese camino se representan distintos intereses: los partidos políticos pueden erigirse en representantes de una mayoría o ponerse el traje de determinados espacios sectoriales.

Esas dos características de determinadas formas de hacer campaña a veces van de la mano, porque se retroalimentan: por un lado, la frivolidad que se pone en el centro de la escena en vez de discutir propuestas, ideas o rumbos; por otro, la falta de conexión con el pasado, la ausencia de memoria o directamente la manía de meter bajo la alfombra accionares y pertenencias.

Solo a partir de que un sector o dirigente admite formar parte de un colectivo puede considerarse su propuesta pública con una elemental dosis de coherencia y honestidad intelectual: genera cierta vergüenza ajena escuchar en estos días declaraciones aleccionadoras en el tono que podría usar quien se considera con la verdad revelada de su lado, porque son consignas que vienen de dirigentes que ayer nomás tuvieron en sus manos el manejo de la cosa pública.

La reaparición del expresidente Mauricio Macri es para la política un desgraciado piso: se mueve a sus anchas en la escena pública, blindado por los medios del establishment, aun después del endeudamiento feroz en el que dejó al país, siendo "campeón del lavado de dinero" (según lo bautizó un sindicalista), debiendo numerosas explicaciones por hechos de corrupción, habiendo dedicado largo tiempo a "domar reposeras" y con una gestión que desindustrializó, multiplicó la desigualdad, exacerbó la inflación, pisoteó a los sectores trabajadores, degradó la educación pública y eliminó el Ministerio de Salud, solo para hacer algunas pocas menciones de sus consecuencias.

Pese a ello, Macri da consejos, parece tener ciertos respaldos poderosos y amenaza con la advertencia de que el Gobierno actual "se tiene que ir" si no obtiene un buen resultado electoral.

Macri no es un loco suelto, sino el resultado de las dirigencias que lo estimularon y respaldaron, incluyendo a los postulantes de La Pampa, que armaron cinco listas de Juntos por el Cambio porque no se ponen de acuerdo en cómo repartir el poder, pero coinciden en fingir distracción cuando hablan de esa gestión reciente y hacen de cuenta que nunca apoyaron a Macri y que nada tienen que ver con él, pese a ser conniventes y cómplices de esa época oscura de la Argentina, cuando entre otras cosas la provincia sufrió una obscena discriminación por su pertenencia política.

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