Facultad de Ingeniería de Pico: “regreso gradual" a la presencialidad

General Pico (Agencia) – Si bien la resolución el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Pampa lo estableció a partir del 1 de septiembre, desde ayer la Facultad de Ingeniería reabrió sus puertas para la vuelta a la presencialidad, que según destacó el decano Hernán Prieto, se trata de “un regreso gradual y paulatino”.

El regreso a las aulas en el ámbito universitario genera muchas expectativas, pero al mismo tiempo un trabajo logístico para garantizar el cumplimiento de protocolos, readaptación de quienes abandonaron el contacto directo hace meses y el inicio efectivo y vinculación con compañeros y la sede universitaria de quienes están en primer año, que en muchos casos ni siquiera alquilaron su departamento. No se podrá ver el centro universitario repleto de estudiantes porque los protocolos no lo permiten, por eso las autoridades universitarias pondrán especial énfasis en algunos aspectos, como la toma de exámenes y laboratorios, en el caso de Ingeniería.

En diálogo con El Diario, el decano Hernán Prieto adelantó que “lo que se están reanudando son las actividades que teníamos pendientes, que consiste en los laboratorios presenciales, prácticas profesionalizantes y comunitarias, y lo novedoso porque se rehabilita por primera vez de manera presencial son los exámenes de todo tipo, y también todo tipo de actividades académicas que requiera el uso de aulas”.

Señaló en tal sentido que “la resolución (del Consejo Superior) da la autonomía a cada unidad académica para que decida cuál son aquellas actividades que quiere reanudar, pero se habla de una reanudación paulatina y gradual en el sentido que no vamos reanudar mañana todas las actividades en las aulas porque los aforos no dan, pero sí estamos empezando a trabajar en la reanudación gradual y el concepto de la normalidad”.

Y resumió “básicamente apuntamos a que en este cuatrimestre permita acercar al estudiante a las aulas con los talleres, gabinetes, clases de consultas, simulaciones, laboratorios, con lo cual ya va haber un movimiento diferente en las aulas y los espacios universitarios”.

El personal no docente ya había regresado a sus puestos a mediados de junio, mientras que ahora deberán reintegrarse todos los docentes con el calendario de vacunación completo y cumplidos 21 días de la segunda dosis. “No vuelven aquellos que no tienen las dos dosis, los que no se pueden vacunar por prescripción médicas y los inmunodeprimidos y trasplantados”, aclaró Prieto.

Y en el caso del alumnado, el decano de Ingeniría sostuvo que “se discutió en el seno de las comisiones pero no se resolvió explícitamente ponerlo en la resolución, pero se entiende que al estudiantado no se le va pedir las dos dosis de vacunación. Se considera un derecho el acceder a la educación, y si no las tiene, así sea por voluntad propia o porque no le tocó el turno, también van a poder ingresar al centro universitario”.

Presencial y virtual

Existen 19 protocolos establecidos para diversas actividades, mientras que para el uso de las aulas se determinó 1,5 metros de distancia y 3,5 metros cuadrado por persona. Esto hará imposible por ahora el dictado de clases con gran cantidad de alumnos que cursan al misma materia.

“Tenemos que apelar al ingenio de la utilización de las aulas híbridas, que son una herramienta importante porque se pueden tener en paralelo a alumnos presenciales y virtuales, pero estas aulas son caras y hoy el centro universitario con mucho esfuerzo pudo equipar dos aulas”, comentó Prieto y dio como ejemplo que costaría entre 4 y 5 mil dólares dotar a casa aula con esta tecnología.

Y aclaró en tal sentido que “si no se normaliza del todo y se pueda utilizar la capacidad de los edificios, va ser muy complicado abordar las clases teóricas y van a tener que convivir con la virtualidad para las clases teóricas, la presencialidad para laboratorios y exámenes, yo creo que es lo que va suceder este cuatrimestre”.

A modo de ejemplo, Prieto citó que el aula más grande del Centro Universitario tiene una capacidad –pre pandemia- de 190 alumnos sentados, mientras que con protocolo solo ingresarían 40, lo que implicaría dictar cinco veces la misma clases.

“Por eso nosotros planteamos que es un regreso gradual y paulatino, no vamos a tener desde el primer día mucho movimiento en las aulas, pero sí empezar volver”, remarcó Prieto.

Exámenes

Para el decano de Ingeniería una de las claves del regreso a la presencialidad serán los exámenes, ya que destacó “son un factor muy crítico, ha sido un elemento de mucho análisis en el sistema universitario nacional por ser un mecanismo bastante no confiable la virtualidad para la toma de exámenes”.

Y ratificó “esto hay que decirlo, no se puede acreditar fielmente los saberes del estudiante por determinadas circunstancias, existen algunos protocolos un poco más exhaustivos, pero hay cosas que no se pueden controlar en la toma de exámenes virtual. Por eso la presencialidad en los exámenes va ser un gran paso y creo que por eso casi el 100% de las unidades académicas van a usar el regreso para la toma de exámenes en primera instancia. Esto ya va ser un paso, más la posibilidad de hacer consultas y laboratorios, para nosotros va ser un cuatrimestre diferente”.

A los desafíos que presenta este regreso, en el caso de Ingeniería se le suma compartir el edificio con la Facultad de Humanas. En ese aspecto, Prieto admitió “la logística es compleja, a partir del 1 de septiembre van a convivir los estudiantes que están haciendo los laboratorios adeudados del primer semestre, los que vienen al aula porque están haciendo actividades del presente, los que hacen uso de las instalaciones como por ejemplo aquel que no tiene conectividad en la casa y los docentes que se integran. Ya ahí existe una masa crítica de movimiento dentro del edifico que hay que manejar con el clima, salubridad e higiene, circulación, protocolos, mesa de entrada, claramente es una logística bastante compleja para esta vuelta”.