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La falta de recaudación y la deuda por la construcción de un salón de fiestas no dejó otra opción a los miembros de la institución que vender la casa.
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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) - Jaqueada por las deudas después de más de un año sin cines, la Asociación Italiana decidió poner en venta la histórica casa de la familia Filippini, ubicada en pleno centro de la ciudad de Pico. Se trata de una construcción emblemática del centro de la ciudad, que conserva su estructura y revaloriza el patrimonio arquitectónico de General Pico.
"El COVID nos empujó a llevar a vender la casa Filippini, no nos quedó otra alternativa", indicó José Luis Angelucci, presidente de la Asociación Italiana XX de Septiembre.
La compleja situación de la Italiana, a partir del cierre de las salas de cine por la pandemia, ya era conocida por todos desde hace meses.
La falta de recaudación por parte de espectadores y algunas otras actividades que tiene la histórica entidad, sumado a una deuda por la construcción de un salón de fiestas en la quinta de los italianos, dejó sin margen de maniobra a los miembros de la institución que debió seguir pagando sueldos a empleados.
Con el inmueble a disposición del mercado inmobiliario, se derrumba un proyecto anhelado por la Italiana, que era convertir el lugar en un museo, y queda en riesgo la conservación de una parte del patrimonio de la ciudad.
100 años
La Asociación compró la casa que ronda los 100 años y la inauguró en el año 2015, para instalar allí la administración de la entidad y construir a futuro un museo de cine en homenaje a Domingo Filippini, quien llegó a Pico en 1916 y desarrolló una carrera como fotógrafo y cineasta que fue reconocida a nivel nacional.
Según lo que pudo establecer El Diario, el inmueble no está protegido por ninguna ordenanza, ni ley provincial que garantice el resguardo mínimo de la fachada del edificio, sin impedirle al dueño vender la casa.
Esta situación se dio en el caso de la panadería Pérez, donde los propietarios vendieron y allí se levantó un moderno edificio, que conservó parte de la estructura externa.
El inmueble en venta tiene un salón comercial con distintas dependencias, un entrepiso restaurado y conservado tal cual lo tenía Filippini, un depósito y la casa de familia en la parte posterior, que hoy está alquilada.
Lo que sí fue conservado fue todo el material audiovisual, a través de la Ley 2083, que incluyó la obra de padre e hijo Filippini en el Patrimonio Cultural de la Provincia.
En 2017, en la tercera edición del Pico Cine Fest se difundió gran parte del material de los Filippini, que fue conservado por décadas por la familia. Tras el impulso de la Asociación Italiana XXI, las películas se pusieron en custodia, que luego fue convertido a formatos modernos.
Decisión
Según comentó Angelucci, la decisión de venta fue tomada por la Comisión Directiva de la Asociación Italiana en el marco de una asamblea, donde varios integrantes dieron el sí con lágrimas en sus ojos. Se analizaron antes varias alternativas, inclusive armar un fideicomiso para construir un edificio en la sede del Cine Gran Pampa.
"Decidimos ponerlo a la venta porque las perspectivas que tenemos no son muy buenas, estamos peor que cuando arrancamos y el cine no se va a poder abrir", sentenció el titular de la entidad.
Durante más de un año sin salas la asociación tomó créditos de Provincia y, mientras tanto, "solo mantuvimos el pago de los sueldos, pero se nos va a acabando el dinero de los créditos. Vamos a optar por un préstamo para pagar aguinaldos". Y en el camino adeudan también ART, seguros, impuestos, obra social y demás.
Angelucci destacó también que "tenemos una deuda importante contraída desde el 2018 cuando terminamos la Fontana (salón de fiestas). Para tener una idea, cuando terminamos el salón en 2017 el dólar estaba a 18 pesos y hoy se encuentra a 157. Nosotros pagamos con pesos, pero tenemos que pagar la inflación", detalló.
El dirigente piquense dijo ser consciente que "estamos viviendo una situación que no la puso ningún gobierno" y aventuró que solo una milagro evitaría la venta, que la Comisión nunca había pensado. "La compramos para mantener un edificio histórico, pero las situaciones cambian y lamentablemente hoy llegamos a este triste decisión", señaló Angelucci.
