Vacunación masiva: priorizan por edad y por fecha de inscripción

La vacunación masiva que en estas semanas tiene prevista La Pampa, con llegada de la inmunización a franjas juveniles, disparó algunas dudas que el Ministerio de Salud salió a tratar de aventar.

En principio, aunque ahora el universo destinatario de las vacunas es mayor, se priorizará según la edad y a igual condición se convocará a quienes se hayan inscripto previamente.

Así lo confirmó a El Diario el subsecretario de Salud Gustavo Vera.

La masificación de la vacunación también trajo un nuevo problema, ante la posibilidad de que se falseen datos en las declaraciones juradas. Salud advirtió que las personas que se inscriben deben cumplimentar el trámite con datos efectivamente reales y exigió "solidaridad" para no transgredir ese requerimiento.

Es que ante el trascendido de que personas jóvenes ya podrían acceder a la vacuna contra el coronavirus hubo una suerte de aluvión de inscripciones en las que se refieren supuestas comorbilidades, pero que a la hora del trámite concreto no pueden ser constatadas.

Respecto de la cantidad de personas vacunadas y a vacunar, Vera mostró optimismo y dijo que el sistema tendrá en estas horas una adecuación para llegar más prontamente a las personas que se inscribieron previamente.

La nueva población objetivo incluye a personas de 18 a 49 años con comorbilidades, pero el funcionario aclaró que sigue siendo una prioridad la edad (a mayor edad, más chances de recibir una vacuna).

Indicó también que hay otras personas que no llegan a vacunarse efectivamente por distintas razones, y enumeró algunas posibles: no se vacunan quienes hayan recibido la vacuna contra la gripe en el último período y no se vacunan las personas contagiadas ni aisladas (en total, unas 20 mil personas).

Frente a algunas quejas por las demoras, el subsecretario comentó que se detectaron casos en que las personas no verificaron las notificaciones en sus casillas de correo electrónico.

Advertencia sobre declaraciones juradas

Una situación que en algunos ámbitos genera enojo es la posibilidad de falsear las declaraciones juradas. Salud advirtió que es un trámite formal y que por lo tanto debe ser completado con datos certeros y reales, no con mentiras y falsedades.

Aunque en el inicio del plan de vacunación se preveía que además de la declaración jurada la persona con una comorbilidad tuviera que presentar un certificado médico donde constara esa circunstancia, en la práctica esa documentación no llegó a requerirse, sobre todo porque el personal de Salud ocupado de la vacunación se ve atestado de tareas.

En las actuales circunstancias es imposible para el sistema de Salud pedir certificados médicos a una mayoría de las 150 mil personas ya anotadas para recibir la vacuna. Por otro lado, la exigencia de esa documentación aumentaría la circulación social. Y de última, pese a que hay quejas de aparentes perjudicados, la mirada que tiene el Ministerio es que más tarde o más temprano todas las personas tienen que ser vacunadas.

Aun así, la situación generó algunas dudas y confusión, cuando no directamente quejas de personas de más edad -superando los 50, por ejemplo- que no reciben su vacuna porque al inscribirse dijeron la verdad -que no tienen comorbilidades- pero ven que cotidianamente sí son inoculadas personas más jóvenes que en la tramitación aludieron a alguno de los riesgos sanitarios previstos, pero sin que haya constancia de esa comorbilidad.

Esas comorbilidades o situaciones de riesgo posibles ante la enfermedad son: diabetes, obesidad, enfermedad cardiovascular, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica, enfermedad que afecte al sistema inmune, enfermedades oncológicas, embarazo.

Las protestas en ese sentido empezaron a hacerse sentir por distintas vías y en diversos ámbitos a tal punto que pusieron en alerta a la conducción política del Ministerio de Salud, que advirtió a quienes se inscriban que ese trámite tiene el valor de una declaración jurada. Más que la exigencia de solidaridad social, no hay por ahora otras respuestas concretas que se puedan dar para evitar el malestar, las suspicacias y el oportunismo de quienes sacan una ventaja.

No está dentro de las posibilidades reales volver a la severidad en la exigencia de certificados médicos, situación que en algún momento se alivió porque no existía esta suerte de "competencia por la vacuna" que reina ahora. Hasta ahora también se permitió esa flexibilidad porque se trataba de personas mayores, que en todo caso estaban en riesgo hasta por su edad.

Ahora la situación es diferente y se corre el riesgo de que una porción social se sienta víctima de una desigualdad que pueda privilegiar a quienes falsean datos en perjuicio de quienes aportan sus datos certeros en la inscripción oficial en vacunate.lapampa.gob.ar