Cadetes insisten en el pedido de vacunación

Los cadetes de la cooperativa santarroseña insistieron con el pedido de que los vacunen como esenciales. Las restricciones dispuestas este lunes por el gobierno provincial pusieron sobre la mesa nuevamente la relevancia del trabajo de cadetería. "Nosotros vamos a la casa de las personas contagiadas o aisladas con el chaleco amarillo de la cooperativa, nada más", graficó Damián Busto, de la COOPECAD.

Los cadetes ya habían hecho el reclamo un mes atrás. Sin embargo, desde el gobierno provincial respondieron que las prioridades ya están fijadas a través de los grupos de riesgo y que no harán excepciones. En abril los cadetes habían planteado por primera vez el pedido. "Nuestro pedido surgió debido a la preocupación del personal que realiza el servicio de mensajería y delivery por la circulación y exposición frente al Coronavirus. Ante la circulación conocida por todos y todas, con la llegada de la segunda ola y las diferentes cepas de contagios vamos a seguir trabajando con el mismo afán y compromiso que nos caracteriza institucionalmente, con la responsabilidad que implica", señalaron.

Los cadetes, de todos modos, reclaman que se los tenga en cuenta para recibir vacunas porque están desde la primera hora asistiendo a vecinos y vecinas, yendo a domicilios donde el virus está presente. Reconocen la escasez de vacunas, pero también advierten que arriesgan la salud y la de sus familias.

"Nosotros vamos a la casa de gente que está infectada, y no vamos con esos trajes espaciales que tiene Salud, vamos a pata lisa, hay compañeros que se han contagiado”, expresó Busto en Radiokermés. “No tuvimos la posibilidad de hablar con funcionarios, pero la situación de nuestro sector es desesperante, los compañeros están arriesgando su vida y la de su familia. Nunca vino nadie de Salud para ofrecernos alcohol en gel o barbijos para que nos cuidemos”, lamentó.

“Ahora se encrudece la situación, vamos a tener que estar a full y doblegar los protocolos, que son nuestros, porque nadie del gobierno nos sugirió como trabajar. Nuestro laburo a partir de la pandemia se estabilizó muchísimo, la gente se dio cuenta de que el delivery está bueno, lo vieron como un vecino responsable, y eso somos nosotros”, insistió.

“Tratamos de tener rociadores con alcohol al 70%, pero uno nunca sabe, no somos médicos. Hacemos todo lo posible para que no haya circulación del virus, pero vamos a la casa de uno que está infectado, después a lo de un contacto estrecho, y vamos con nuestros chalecos nada más, y los gastos de los protocolos corren todos por cuenta nuestra”, finalizó.