La Pampa

Las cuentas pendientes del juicio

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El lunes pasado se leyó el veredicto del tercer juicio de la Subzona 14. Las querellas mencionaron que se cerró una etapa, que mostró un "iceberg" de la represión ilegal en La Pampa. Qué quedó afuera de los procesos judiciales.

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EL DIARIO digital

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Las víctimas y querellas del último juicio de la Subzona 14 advirtieron, después de la lectura de la sentencia del lunes pasado, que quedaron cuentas pendientes. Se referían de esa manera a las cuestiones sobre las que no se terminó de echar luz durante los tres juicios que demandaron más de una década de lucha y militancia, desde el primero, en 2010, hasta tercero, que acaba de culminar con la condena del exjefe de Policía de la dictadura, Luis Baraldini, y del represor Carlos Reinhart, se condenó a 16 represores pampeanos.

“Es la punta de un iceberg”, dijo Pinky Pumilla, víctima y querellante en los juicios, sobre los hechos comprobados durante estos procesos judiciales. Uno de los fundadores del Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos, recién recuperada la democracia en el país, durante el alegato popular que pronunciaron víctimas y querellas en las escalinatas de la UNLPam, el escritor y periodista ensayó una enumeración de las cuentas pendientes.

En primer lugar, se refirió a la falta de enjuiciamiento de la pata civil del golpe y la dictadura. En segundo término, a otros delitos de género que quedaron sin investigarse, a pesar de que en el tercer juicio por primera vez hubo justicia para dos víctimas de abusos sexuales. En tercer lugar, a que aún quedaron impunes una serie de asesinatos y desapariciones ocurridas en la misma época en el territorio provincial. Y, por último, como cuarto punto, a la falta de determinación de la autoría de las desapariciones de pampeanos fuera de la provincia y a la inteligencia que se aportó desde el aparato represivo local para algunos de esos crímenes.

"Son deberes para el porvenir", resumió, un mensaje para la próxima generación del "campo popular".

La pata civil

El golpe y la dictadura posterior tuvieron un componente civil en el país y también en la provincia. Los delatores de los docentes del colegio de Araúz, secuestrados y torturados, fueron mencionados uno por uno por Guillermo Quartucci en los juicos, pero sobre ellos no hubo acción judicial alguna. En el caso del sindicalista piquense Carlos Aragonés, fue denunciado por Raquel Barbaschi, pero la denuncia no avanzó el Juzgado Federla.

Pero hay más. Durante los juicios sobrevoló el rol que asumió el Obispado católico pampeano. Varias familias de secuestrados pampeanos recorrieron el obispado pidiendo ayuda y encontraron poco eco.

arana con videla

En el último juicio, Rosalind Gancedo, una de las estudiantes de la UTN secuestrada por participa de una toma pacífica de esa facultad, declaró que el entonces obispo católico Adolfo Arana pasó por su celda de la Seccional Primera cuando fue a visitar a Mireya Regazoli, la hija del exgobernador, y que cuando ella le dijo que quería la libertad, el religioso le contestó: "estás acá por que no te portaste bien".

espinal camps baraldini arana

Otra víctima, en el primer juicio, Ana María Martínez Roca, declaró que, desfalleciente por las torturas -le indujeron un aborto- el único que la interrogó en la Primera fue un capellán del ejército, Alberto Espinal. Lo reconoció en la tapa del libro "Informe 14", en una foto en la cual está al lado de Baraldini y del ex obispo Adolfo Arana. "Támbién rezábamos, pero tenía otras intenciones. Lo único que hacia era preguntarme si era montonera", reveló.

El periodista Nelson Nicoletti -que fue seminarista- aseguró que Arana, al confesar a los represores, les decía que estuvieran tranquilos, que lo habían hecho por la Patria

Otro aspecto sobre el que no se profundizó es el rol de los partidos políticos. Es que casi un 90% de los intendentes que juraron por las actas del proceso eran dirigentes pertenecientes al MOFEPA, también hubo dirigentes de la UCR e indepedientes y conservadores.

amit

En esta línea, es emblemático el comportamiento político del exgobernador Ismael Amit. Había fundado el Movimiento Federalista Pampeano en 1971 y fue el candidato derrotado por Regazolli en 1073. Se pronunció a favor de la dictadura,justificando en una carta abierta el golpe de estado y la represión: "Propuesta a las Fuerzas Armadas por el doctor Ismael Amit".

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En un encuentro con el general Albano Harguindeguy propuso para el cargo de gobernador a Ricarto Telleriarte, que asumió en 1981.

Otra institución que avaló la represión fue el Colegio Médico de La Pampa. Durnate los juicios las víctimas relataron que desde allí confeccionaron la lista de los médicos del Plan Provincial de Salud que fueron detenidos ilegalmente, torturados y obligados a exiliarse en algunos casos, a partir de la actuación de la Subzona 14, aún antes del golpe de estado del 24 de marzo de 1976.

Otro punto de apoyo del golpe fueron los pregones golpistas pronunciados desde las tribunas de La Rural, de la Asociación Agrícola. Sectores ruralistas contribuían subvencionando el combustible o con donaciones a las operaciones de la Subzona con la excusa de que se les procuraba seguridad. En el alegato popular del último juicio, Pumilla solicitó que también debería investigarse la modificación del régimen de propiedad de la tierra y establecer quiénes se enriquecieron.

Otro punto a indagar es el rol del periodismo pampeano que trabajó bajo las órdenes del Batallón 601 (Inteligencia) y la estructura de la comunidad Informativa.

Además, la complicidad de la Justicia y de los miembros del STJ que juraron por las actas del Proceso a pocas horas del alejamiento del presidente de ese cuerpo, Alejandro Ghigliani. También la complicidad de los jueces federales Pedro Perotti y Walter Lema para darle una pátina de legalidad a los secuestros también asomó durante los juicios.

Los delitos de género

En el último juicio hubo condena por dos casos de abusos sexuales. Pero la investigación judicial no avanzó en la denuncia de violación que hizo María del Carmen Manzi, hija Héctor Alfonso Manzi, ex intendente de General Acha. Fue secuestrada en 1978 y en 2006 testimonió en la Secretaría de Derechos Humanos que en esa comisaría la torturaron y la violaron.

Además, durante los juicios de la Subzona 14, varios testimonios señalaron que en la Primera los represores violaban a presas comunes -algunas demoradas por ejercer la prostitución- durante su detención en esos calabozos.

Asesinados y desaparecido en La Pampa

Una de los ejes defensivos de Baraldini durante el segundo y tercer juicio fue que en La Pampa no hubo crímenes ni asesinatos. Otro mito que se intentó instalar, como que la provincia fue "una isla" durante la dictadura. Hay varios crímenes que quedaron impunes.

* La desaparición forzada de Ilsa Clotilde Mora, una pampeana de 23 años –nacida en Cané, vivía en Catriló-, perpetrada el 28 de noviembre de 1978. Su caso nunca se esclareció. Ese día apareció incendiado un Fiat 125 en la ruta 10, entre Cané y Barón, con dos cuerpos calcinados. En el lugar apareció “plantada” una cédula de un desaparecido de Santa Fe, Ricardo Adrián Pérez. Lo habían secuestrado junto a María Giorgina Ester Cubas. En 2006, se intentó identificar los dos cuerpos enterrados com NN en General Pico, pero el deterioro de los restos impidió obtener resultados.

Ilsa Clotilde Mora

* En abril del ''''76 se descubrieron dos cuerpos masacrados y enterrados en la ruta, cerca de La Adela. Tenian entre 45 y 60 díasen el lugra. Eran dos ingenieros, trabajadores de la Universidad del Sur de Bahía, Juan Carlos Prádanos y Daniel Riganti. Los cuerpos tenían numerosos impactos de bala y los ejecutores pusieron explosivos para desfigurarlos. Sus esposas identificaron los cuerpos en junio del 76. En "El Informe 14" relacionaron el caso a la actuación de la Triple A.

* Además, hace un par de años, un exempleado del cementerio de La Adela, declaró en la justicia que durante la dictadura se enterrraon cinco o seis cadáveres NN en ese lugar. Dijo que no lo había contado antes por temor.

* Un ex intendente de Ingeniero Luiggi, Santiago Pomphile, fue asesinado el 14 de marzo de 1978 en el pueblo. Su caso quedó impune. "Una noche les dice a unos contertulios en el Benjamín Matienzo que al día siguiente va a presentar una denuncia contra policías por el robo de ganado y al día siguiente es asesinado", indicó el periodista.

* El 10 de diciembre del ''''75, Elías Vázquez y Jorge Fortunsky, dos albañiles peronistas y de la UOCRA, de 30 y 27 años, fueron acribillados por Juan José Lorenzetti, un policía y custodio del juez federal Juan de Dios Uncal. En "El Informe 14" reconstruyen el caso: el custodio quiso llevarlos a la comisaría luego de una discusión en un bar céntrico, y mientras los llevaba en un Citroen, los ultimó a tiros. Declaró que se defendió porque uno de ellos quiso usar un revólver. Quedó en libertad, la justicia lo condenó a 10 años de prisión pero la policía nunca pudo hallarlo. La causa prescribió sin que llegaran a detenerlo nunca. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos pidió incluir a los albañiles como víctimas del terrorismo de estado.

* En el alegato popular del tercer juicio, Pumilla mencionó el caso de Hugo Oses, un motorista de la brigada de motociclistas de la Escuela de Policía de La Pampa. Tuvo un entredicho con un superior y luego apareció “suicidado en el interior de la fosa de su taller, donde estaba arreglando un vehículo”, contó.

* Pumilla también mencionó el caso de Eliberto Coronel. Avanzado el 75'''', el contratista rural salió al centro de Santa Rosa a hacer compras, se despidió prometiendo volver a su hogar al mediodía. Lo vieron por última vez saliendo de Tiendas Barreiro y nunca más apareció.

"Me apresuro a decir que es probable que algunos de estos crímenes no sean necesariamente políticos, pero resulta innegable que pudieron perpetrarse gracias al paraguas protector y la existencia de un estado terrorista. ¿¿Quién puede asesinar si no es de otra manera???", se preguntó Pumilla.

Crímenes y desaparecidos con inteligencia local

En su alegato populra, Pumilla se refirió a la complicidad del aparato represivo de La Pampa en la inteligencia para proveer datos para que secuestraran pampeanos fuera de su territorio. "Otro tema a profundizar gira en torno ala coordinación represiva. Se soslayó en los juicios porque estaba implícita, pero se impone conocer sus pormenores. Se sabe que efectivos pampeanos participaron de operativos en otras provincias y viceversa. El operativo Aráuz o los crímenes de MiguelCané y La Adela lo demuestran", señaló.

inteligencia

"Sumado a la coordinación represiva, está Pedro Vergez, el fundador del Comando Libertadores de América, victoriquense, que asistió al juicio sumario de Oscarcito Di Dío. él le dijo a su hermano alguna vez que él había votado en contra de su muerte, pero la mayoría le ganó", relató Pumilla.

Por otra parte, mencionó que el entonces defensor del Juzgado Federal, Raúl Perotti, "por alguna razón supo del asesinato de Mario Frigerio", un santarroseño masacrado por fuerzas conjuntas en Rosario, junto a tres militantes montoneros "y de inmediato le ofreció sus oficios a la familia para trasladar sus restos, previo pago de una comisión".

En el caso de la estudiante piquense desaparecida en La Plata, María del Carmen Morettini, "el capitán Amarante la va a buscar con una patrulla a Realicó y pocos días después aparece incinerada en el baúl de Von Wernich", dijo Pumilla.

Además, la santarroseña Lucía Tartaglia, que junto a Enrique Sierra, "viene al sepelio de su padre y una comisión de la federal la lleva para confeccionarle una ficha a los dos, y esa ficha es precursora de su secuestro y asesinato".

Además, Carlitos Davit, de Guatraché, "aparece como sospechoso de actividades subversivas en un informe que proviene de La Pampa, y luego aparece colgado en un puente de Punta Alta".

El periodista mencionó al desaparecido Eduardo Sergio Korkunsky: "Lo buscan policías de la Federal y provincial, de la Subzona. Lo buscan en Bernasconi y no lo encuentran. Pero es evidente que esa búsqueda prosiguió porque aparece asesinado junto con su compañera en San Nicolás".

Finalmente, también apuntó el nombre de Elena Alfaro, la pampeana, de Rolón, sobreviviente de El Vesubio y exiliada en Francia. Había sido fichaa por la Policía Federal y "esa ficha fue precursora de su calvario en el campo de concentración".

Secuestrados y torturados fuera de La Pampa

Finalmente, Pumilla no dejó pasar por alto que aún falta "establecer autorías y responsabilidades de los autores y secuestros de todos los pampeanos secuestrados y desaparecidos fuera del territorio provincial".

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