La Pampa

Un reconocimiento lleno de emoción y de sueños

''

Lucy de Cornelis compara medidas actuales con las del menemismo y hace memoria sobre el movimiento de Mujeres Agropecuarias.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Lucy de Cornelis, como referente del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha, recibió la distinción Lía Encalada de parte de Mujeres Rurales Argentinas. Fue en un acto que se hizo el sábado pasado, en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

Fue una convocatoria abierta: el público inscribió a "mujeres de la ruralidad que no están en la agenda pública y hacen un trabajo destacado". De las casi 400 mujeres que conformaron la lista seleccionaron a 20. Como parte del jurado que hizo esa selección estuvo Ana Urioste, decana de la Facultad de Agronomía de la UNLPam.

Lucy de Cornelis recibió la distinción de manos de la socióloga Dora Barrancos. Lía Encalada fue la primera ingeniera agrónoma recibida en la Universidad de Buenos Aires, en 1927.

-¿Qué significa el reconocimiento? -le preguntó El Diario a Lucy de Cornelís.

-La verdad, es un reconocimiento emocionante. Ya en marzo de 2019 me invitaron a largar el movimiento que se iniciaba. Ver tantas chicas jóvenes comprometidas con la problemática es mucha emoción. Muchísima. "Vos nos enseñaste", me dicen. Y de nosotras ya quedamos pocas, es hermoso que otras tomen el bastón de la lucha, es algo soñado. Les agradezco profundamente. Espero que sigan trabajando en un colectivo unidas, que nada las separe.

-¿Qué imaginás respecto del futuro para ellas?

-Vienen tiempos difíciles, van a tener que salir a la calle a pelear por los derechos de las misioneras a quienes les sacan los terrenos, de las pequeñas productoras. Hay que pelear para que no siempre triunfen los grandes. Las condiciones están dadas en esas grandes mujeres, muchas son profesionales. Así que me vine muy contenta. Este año también recibí otros reconocimientos, y verlos antes de morir es muy grande, es el legado que les dejo a mis hijos, la honestidad, el trabajo, estudiar, vivir de la mejor manera, y pensando en el otro. Y la lucha que a veces veo que no se comprende. En su momento venían por la soberanía alimentaria, igual que ahora.

Poner el cuerpo o rematar por Internet

Lucy de Cornelis encontró en una noticia reciente un costado del que nadie habló públicamente. El Poder Judicial pampeano anunció hace algunas semanas con bombos y platillos que las subastas se harán de ahora en más por Internet.

A la mujer que protagonizó la resistencia en los remates de chacareros, de cuerpo presente, esa decisión le hace ruido. La reflexión es automática: si esta medida hubiera existido en los ''''90, la resistencia dando la cara y cantando el Himno hubiera sido imposible.

"Los remates se van a hacer por Internet, ¿y cómo van a defenderse quienes sufran una injusticia? ¿Cómo permiten que se lleve a cabo esto? La Justicia está comprometida en esto… hay que tomar conciencia, vienen por los campos, por las empresas, por todo…", reflexiona y ata ese tipo de decisiones al nuevo desembarco del FMI en la Argentina.

Memorias de una gesta

Lucy de Cornelís tiene 76 años. Su historia está marcada por aquella resistencia de los ''''90, en pleno neoliberalismo. Las mujeres salieron a defender sus tierras y su trabajo. Su recuerdo de esa época es sintético: "salvamos la soberanía argentina".

El primer paso fue el 27 de mayo del ''''95, cuando el rematador llegó a su casa de Winifreda. Empezó su acción con una proclama en la radio del pueblo. Y no paró más. Florecieron asambleas en todo el país y el 21 de septiembre se conformó el movimiento nacional.

Las Mujeres Agropecuarias en Lucha decían que había 14 millones de hectáreas hipotecadas, y que había arreglos oscuros entre el gobierno menemista y Estados Unidos.

Catorce días antes del remate, el marido de Lucy quedó hemipléjico. Tenía 220 hectáreas, en parte heredadas y otra fracción adquirida. Una deuda que era de 30 mil dólares en 100 días se fue a 500 mil: "Por la compra de un tractor, a los tres meses debía diez tractores. Con mil kilos de trigo te comprabas un helado, no había forma de pagarlo. Vinieron a quedarse con las tierras argentinas y la soberanía alimentaria. Se compraban los campos a precios viles".

No es un recuerdo menor, sobre todo en este tiempo en que las patronales rurales otra vez ponen el grito en el cielo, que en aquel momento "sin quererlo, nos enfrentamos a la Sociedad Rural, que nos odiaba. Nos decían de todo, ni nos saludaban. En la Rural vinieron y nos golpearon los hombres… Los vinimos a molestar y a ocupar el lugar que era de ellos. No lo soportaban".

También te puede interesar...