La Pampa

Propician incorporar la “violencia digital” como modalidad de violencia contra las mujeres

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Se trata de una modificación a la Ley de Protección Integral de las Mujeres. La iniciativa, impulsada por la sanjuanina Cristina López Valverde, fue tratada en la Comisión de Banca de la Mujer del Senado que preside Norma Durango.

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EL DIARIO digital

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La Banca de la Mujer del Senado dio dictamen favorable este lunes a un proyecto de ley que busca incorporar la definición de “violencia digital” como una de las modalidades de violencia contra las mujeres, impulsado por la sanjuanina Cristina López Valverde (FdT).

La iniciativa se trata de agregar el inciso “g” al artículo 6 de la Ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres, de modo que se defina a la “violencia digital” como “aquella ejercida contra las mujeres mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), de conformidad con la Ley 27.078 Argentina Digital, con el objeto de atentar contra la integridad, dignidad o intimidad de las mismas; su identidad, reputación, libertad, existencia y domicilio digitales, el acceso, permanencia y desenvolvimiento en el ámbito virtual y el uso de las TIC a fin de causar daño físico, psicológico, económico, sexual o moral tanto en el ámbito privado como en el público, a ellas o a su grupo familiar”.

Además, el texto plantea la incorporación del inciso 8 al artículo 10 de esa misma ley, de modo de establecer que el Estado nacional deberá promover, en articulación con las jurisdicciones, programas de educación digital.

En el arranque del encuentro, que se realizó de manera remota, Norma Durango, presidenta de la comisión, sostuvo que este proyecto “se ha trabajado mucho, en profundidad” y “se ha nutrido” del aporte de un grupo de especialistas, por lo que “llegamos al consenso”.

Autora de la iniciativa, López Valverde remarcó que la Ley 26.485 “ha calado profundamente en el marco legislativo nacional y muy especialmente en la vida de las mujeres, porque les ha dado medios, herramientas, para llegar ante la justicia y reclamar por sus derechos”.

La legisladora oficialista argumentó su proyecto y habló de la diferenciación entre la “violencia digital” y la “violencia mediática”, que ya está contemplada en la ley. A través de las TIC’s se dan “formas más aceleradas, más rápidas, más complejas de que se produzca la comunicación entre dos extremos”, explicó, y dijo que por eso hay que “aggiornar a la ley” y “darle actualidad”.

“Se han dado muchas denuncias de ciberacoso y de delitos que tienen que ver exclusivamente con Internet y las redes”, señaló y apuntó que además en este ámbito “puede prevalecer el anonimato y las identidades falsas”.

También, la sanjuanina aportó datos publicados por Amnistía Internacional: “Una de cada tres mujeres ya ha experimentado una situación de violencia en las redes; el 26% de las mujeres víctimas de violencia de género o abuso en las redes recibió amenazas directa o indirectamente de violencia psicológica o sexual; y el 70% de las mujeres que sufrió abuso o violencia en las redes hicieron algún cambio en la manera en que se manejan en las redes. Y eso es lo peor que puede suceder, porque ya se autolimitan, borran a determinados contactos, pierden de última la capacidad de interacción o decir lo que les está pasado”.

“En 2020, por la pandemia, se triplicó la violencia de género en todos los ámbitos y en los medios digitales también”, agregó.

En desacuerdo con la redacción del texto, la senadora Juliana Di Tullio (FdT) confesó estar en “una situación un poco incómoda” por ser su primera reunión en la Banca de la Mujer y “tener disidencias con el proyecto de una compañera”.

La oficialista recordó que la Ley 26.485 “fue una ley que nos costó mucho sacar” y fue “un proyecto muy trabajado, esperado” para que no se preste a “un mal entendido, o sea mal utilizado por el sistema judicial”. En ese sentido, habló de que la norma concentra definiciones “para que la entiendan los jueces”. Por eso, consideró que no se puede “tratar a la tecnología como si fuera un mal en sí mismo”, ya que es a través de celulares, por ejemplo, que las mujeres denuncian violencia o recurren a botones antipánico.

“Me siento en la obligación de decir lo que pienso y de advertir de serios riesgos”, aseveró, aunque acaró que no quería ser “un obstáculo” para el dictamen, pero sí anticipó que se iba a abstener de firmarlo, antes que hacerlo con disidencias. “Cristina lo que ha hecho es encontrar el ámbito que le hacía falta a la ley. El ámbito digital tiene que estar”, valoró Di Tullio, aunque se manifestó en contra de la redacción alcanzada.

Durango recordó entonces que desde el texto original presentado por López Valverde “se modificaron muchas cosas, incluso algunas modificaciones que pidió la oposición”.

Y precisamente desde la oposición, la tucumana Silvia Elías de Pérez (UCR) mencionó que la iniciativa fue tratada “en una enorme cantidad de reuniones de asesores”, donde se propusieron “varias sugerencias” que fueron aceptadas. “Esta modalidad de violencia se impone que nosotros la legislemos”, consideró y añadió: “Estoy totalmente de acuerdo, vamos a acompañar el proyecto”.

Tras el tratamiento del proyecto, varias senadoras tuvieron para con Norma Durango palabras de agradecimiento y elogio por la labor realizada, ya que fue la última reunión de la comisión y, a partir del próximo 10 de diciembre, la pampeana se despide del Senado. Y aprovecharon para saludar la tucumana Beatriz Mirkin (FdT) y la chubutense Nancy González (FdT), quienes también concluyen sus mandatos este año.

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