Deportes

Moreno: “En cuarentena aprendí a ser paciente”

''

Joaquín habló desde Córdoba, donde sigue sus sueños olímpicos de nadar aguas abiertas en Tokio.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Joaquín Moreno ahora está feliz. Se siente en su hábitat que es agua. En Córdoba, cerca de su entrenador Claudio Biaggioli, le da forma a su mismo objetivo, en esta nueva normalidad, que sigue siendo Tokio, pero en 2021.

“No importa qué pase ahora, qué cuarentena venga, ese va a seguir siendo el sueño”, indicó Joaco, de 22 años, quien regresó a nadar por estar dentro de los deportistas olímpicos argentinos con permiso anticipado para volver a la actividad.

Desde Córdoba, el mejor nadador de aguas abiertas nacido en La Pampa y una de las grandes esperanzas argentinas a nivel internacional, cuenta sus vivencias a cuarenta días de haber regresado al agua y dijo que durante todo el tiempo pasado adentro, sin ver a su familia, supo ser “paciente”. “En esta cuarentena aprendí a ser paciente”, contó al programa Mesa de Deportes conducido por Daniel Wilberger.

- ¿Cuántos días llevás en Córdoba con la cuarentena?

- Vivo con el entrenador y desde que se confirmó la cuarentena, hace casi cinco meses. No hicimos nada mucho tiempo, solo veíamos la luz cuando salíamos a hacer compras. Respetamos la cuarentena desde el minuto uno.

- ¿Qué fue lo que más te ayudó a sobrepasar este momento? ¿Tal vez el hecho de vivir con tu entrenador?

- En esta cuarentena aprendí a ser paciente. Estar lejos de la familia era un golpe duro, pasarlo era duro, pero nos comunicábamos por videollamadas y zafaba. Las primeras semanas decíamos: “Ya va a pasar”. Entrenábamos físico, dejábamos todo, pero después cuando se empezó a extender, cuando no podíamos volver, empecé a cortar un poco. Me levantaba sin ganas. Pero me dije: “Si vine acá, vine a buscar algo”. No me quedaba otra que hacer ejercicios, mantenerme, el entrenador fue muy paciente. Y me pude mantener psicológica y físicamente. Creo que si hubiese estado solo, en la cuarentena, me volvía loco. Al menos, aprendí a cocinar.

- ¿Alguien te guiaba en eso?

- Me arreglaba. Pedía algunos consejos a mi papá y mi mamá... papá, todo lo que sea carne, la tiene clara. Mamá hace fideos bien elaborados. Cuando se juntan hacen comidas ricas. A mí no me salían tan bien, pero sí era simpático. Si llegaba a darle eso a mi entrenador, me mataba... Le llevé, después de la quinta vez de hacerlo, papas al horno, je.

- ¿Cuántas horas entrenabas?

- Dos horas, una a la mañana y una a la tarde. Nada que ver con lo que hacíamos antes, porque he llegado a entrenar hasta 7 horas más gimnasio. Llegaba los sábados, me invitaban a comer, y metía excusa. No me daban ganas de hacer nada.

- ¿Cómo te las arreglaste para mantener el peso?

- ¡Yo subí muchísimo! ¡Cinco o seis kilos! No es lo mismo entrenar tanto... pero ahora estoy buscando la figura. Hace unas cinco semanas que volvimos a la pileta. El primer turno barrí el fondo, pensaban que estaba buceando, je. Era como empezar de nuevo, de cero, el trabajo que venía haciendo parecía que se había ido a la basura. Pero bueno, había que construir de nuevo. Hoy hacemos doble turno, lunes, miércoles y viernes, cuatro horas diarias. También hacemos aeróbico en la cochera del departamento.

- ¿Qué dice el entrenador con respecto al futuro?

- Hay que esperar a que se confirmen los torneos y ver qué pasa. Estoy esperando el clasificatorio para los Juegos Olímpicos. Hasta que no se abran las fronteras, no va a pasar nada a nivel internacional. Creo que hasta el año que viene no va a haber nada. Lo más cerca es un Sudamericano en Argentina, pero falta muchísimo.

- El sueño olímpico sigue.

- Sí, siempre. Busco el objetivo, no importa qué pase ahora, qué cuarentena venga, ese va a seguir siendo el sueño. Hoy solo pienso lo que me costó llegar hasta acá y no quiero tirarlo a la basura. Sigo pensando en eso, mi familia me ayuda a seguir adelante, mi hermano también. Psicológicamente mi familia me ayudó un montón, sobre todo en los días que no tenía ganas de entrenar. Pero sé que toda tormenta pasa y después que pasa, sale el sol.

También te puede interesar...