"Hay que quitarle presión"
Esta madrugada, el club de Ferro Carril Oeste de Pico publicó un comunicado en sus redes sociales, después de haber vivido un infierno en la cancha de Huracán Las Heras, donde su entrenador Mauricio Romero fue alcanzado por una de las balas que volaban al azar.
Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Pero el ataque con balas no fue la única agresión que recibió la delegación pampeana. Mientras Romero y el vicepresidente del club, Diego Tripi realizaban la denuncia en la fiscalía de Las Heras, la barra brava atacó a piedrazos la sede judicial.
Luego de que el técnico fuera asistido, primero en el estadio y luego en el Hospital Carrillo, el plantel emprendió viaje hacia su provincia. Sin embargo, desde la institución se encargaron de dejar en claro que se “agradece la solidaridad de dirigentes, instituciones deportivas, funcionarios y periodistas”.
Y que se celebra “que luego de los hechos de extrema gravedad que han transcurrido, el director técnico Mauricio Romero y el resto de la delegación se encuentran fuera de peligro”.
El comunicado luego apunta a un pedido desesperado en pos del fútbol nacional.
“De una vez por todas, los dirigentes de nuestro fútbol argentino deben tomar medidas ejemplificadoras que nos permitan seguir creyendo en este deporte. La sanción ya excede lo deportivo, requiriendo una decisión política que castigue con severidad los inusitados acontecimientos”, expresa.
Y agrega: “Nuestra institución siempre velará por los valores, la integridad y salud de nuestros deportistas, que nos permitan transitar las competencias de las distintas disciplinas".
"Hoy más que nunca, aquellos que dirigen los destinos del fútbol, deben marcarnos el camino con acciones para que nunca más vivamos una situación similar. Evitemos una tragedia, esta fue una advertencia... La vida no se negocia, menos aún, practicando un deporte”, concluyó.
