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Santa Rosa tiene su lugar en el TRPA

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La Margarita superó a Universitario de Bahía Blanca y, con el subcampeonato, logró el boleto al siguiente nivel. Sportiva se quedó con el título del Oficial.

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EL DIARIO digital

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Santa Rosa está en Zona de promesas. Y no está mal ser dueño, ni temer que el río sangre y calme, cuando cuente las plegarias. Porque eso fue lo que pasó, durante tanto tiempo, lo que imaginaron aquellos que decidieron agregar un instrumento más y sonar finos en un escenario de contiendas, como si se tratara de una batalla de gallos.

Ayer pegó su grito y celebró porque cumplió el objetivo de ser uno de los dos mejores del Oficial de la Unión de Rugby del Sur, otra vez ganado por Sociedad Sportiva, y tener un histórico lugar en el Torneo Regional Pampeano A. Pero como dijo el capitán, Facu Epinal, el gusto no es completo y el sabor es agridulce.

En Bahía, una semana atrás, Santa Rosa quedó llorando de peguntas los segundos finales del juego ante Argentino, frustrada casi la posibilidad de pelear por el campeonato Oficial. Es el mismo Argentino el que después de ganar bien ese partido en cancha dispara entre semana, como francotirador de escritorio, para herir y golpear en el orgullo con una insólita acusación: sospecha del momento de la incorporación de un plantel M19 de SR para el Regional A, una de las condiciones para poder disputarlo. En esa carta a la Unión del Sur se hirió algo más que el honor de los pampeanos. En lo deportivo, ayer Sportiva no le tuvo piedad y enterró definitivamente su aspiración de ingresar en el TRPA.

Aquí, en la capital pampeana, Santa Rosa tenía que ganar. Dependía exclusivamente de su momento, de su tarde, de su inspiración. Se impuso 44-6 a Universitario y alcanzó el objetivo de mínima que es tener en mano pasaje al nivel superior.

El partido

La Margarita entró a jugar con la responsabilidad de ganar ante un equipo como Uni que tenía poco que perder. La dignidad de salir a jugar y ser partenaire de un momento único para la institución Bordó, fue motivo de aplauso. Los partidos se juegan en cacha, ahí es donde suenan los vencedores y vencidos.

Recién a los 12 minutos, y cuando el local era un poco más, generó la primera situación de penal que Fede Llanos cambió por tres puntos. El mismo Llanos, a los 20, aumentó con otro acierto a los palos y la tranquilidad comenzó a flotar en un aire lleno de ráfagas.

Uni propuso pelear la bola, disputarle la posesión a Santa Rosa. Y lo logró, con muy buenas pescas. Pero no progresaba ni generaba indisciplinas como para descontar. Y, con un buen cerco defensivo, una obtención que mejoró -y mucho- respecto de presentaciones pasadas sobre todo en el line out, se animó con los tres cuartos. Llanos frotó la bola y, convertido en Jonny Wilkinson, asistió con un preciso kick a Benja Benéitez que otra vez galopó al ingoal. Conexión perfecta, rugby champagne y, tranquilidad con la conversión.

En el relajo por el resultado, Uni descontó con dos penales de Francisco Castro Aliendo y se fue al descanso sabiendo que podía dar algo más.

En el complemento Santa Rosa rápidamente se encargó de poner las cosas en orden, incluso, con uno menos por amarilla de Epinal. Y con el as de espadas, el jugador que de las simples cosas hace obras para conciertos de cámara. Un slalom, la convicción de atacar y el try, en 2 minutos.

No había brillo en el local, pero sí eficacia. El visitante ganaba en la disputa, pescaba las pelotas sueltas y se hacía fuerte en el choque de gordos. Pero era eso, nada más.

Los cambios llegaron con mucho aire fresco para La Margarita. Y ahí sí, todo empezó a resolverse. Llegaron los tries de Ale Martínez (convertido por Llanos), Nachi Costabel, Nacho Peroni convertido por Arrigone, y Facu Epinal, quien decoró la tarde con una conversión.

Santa Rosa tuvo intensidad, frescura, muchas ganas de someter para terminar arrasando a Universitario, que jugará el Regional Pampeano B.

El dato preocupante fue la lesión en la rodilla de Llanos, tan decisivo como importante para este equipo que no para de crecer.

En casa, en el sábado previo a que la gente elija, la historia se celebra como aquel estudiante condecorado en la facultad. Con modestia y mucha cautela antes de afrontar un mundo desconocido. Al final de todo, en la zona de promesas y aunque tarde en llegar, siempre hay recompensas.

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