Un santuario en El Torito en honor a Di María

Por momentos fue el más resistido por muchos, hoy volvió a taparle la boca a todos para demostrar que también sabe estar en los momentos definitorios y decir presente.

Ese es el rosarino y canalla Angel Di María, quien marcó un golazo para darle el campeonato a Argentina en la Copa América después de 28 años.

La dimensión fue tal que los más allegados le prendieron velas a un mural en una del frente del club El Torito, la entidad de Parque Field donde comenzó a crecer futbolísticamente.

"Mucha gente nos decía que no volvamos, nos criticaba. Y sin embargo, seguimos acá, dándonos la cabeza contra la pared. Hoy entró (la pelota) y pudimos lograr el título", señaló Angelito ni bien terminó el partido y aún tenía las pulsaciones a mil después de semejante partido ante Brasil y en su casa. Nada más y nada menos que el Maracaná.

"Antes del partido le había dicho a Rodri (De Paul, el punto más alto en equipo) que a veces el lateral se dormía en la marcha. Y bueno, salió perfecta", comentó Angelito respecto al pase magistral que le puso al vacío el volante de Udinese para quedar de cara frente al arquero y definir por arriba con mucha clase.

A su vez, apuntó: "Es una alegría por mis hijos, mi mujer, mis viejos que estuvieron siempre presentes y por toda esa gente que nos bancó y todos los que vinieron al partido".

Mientras tanto, a varios miles de kilómetros de Río de Janeiro, muchos vecinos y vecinas de la zona norte de Rosario se concentraron en las adyacencias de la casa natal del ex canalla Angel Di María y el club el Torito, donde armaron una suerte de santuario en un mural en honor al actual jugador de París Saint Germain.

"Antes del partido Lio me dijo que esta era mi final, mi revancha de las finales que no había podido jugar y hoy se dio", celebró di María.