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“Es un premio a mi perseverancia”

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Gloria Yancaqueo analizó su presente tras la victoria sobre Débora Dionicius. Y recordó que nunca bajó los brazos.

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EL DIARIO digital

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“Este año vendí el autito que tenía y me compré una motito. Con lo que vendí del autito, tengo unas cuotitas que cobro todos los meses y es un dinero que uso para dedicarlo a mi carrera. Aposté todo por el boxeo”.

Gloria Yancaqueo vive sus horas más felices. Tiene 33 años recién cumplidos. Este domingo, en pleno momento de euforia, cortaba la torta y entre familia, compartía esta sensación intangible que es la felicidad. No es para menos.

El viernes, en el polideportivo Libertad de Mar del Plata, la santarroseña derrotó por puntos y en fallo unánime al cabo de seis asaltos a Débora Dionicius, una de las mejores boxeadoras argentinas del momento que preparaba su camino al título mundial en Dinamarca en dos meses. Pero encontró a la India y los planes, al menos, se trastocaron.

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“Hablaron de una victoria polémica solo aquellos comentaristas a los que les conviene defender a la campeona, es algo que he visto siempre. El evento estaba preparado para que el resultado fuera otro” le dice a El Diario.

Gloria no para de hablar porque quiere que la gente sepa que ante cada palabra suya hay un mensaje y un contenido profundo. “Creo que ha sido fundamental para este trabajo Ricardo Montenegro. Es un hombre apasionado por este deporte, que deja mucho para trabajar con nosotros… La gente por ahí no sabe las cosas que el hombre ha hecho en este último tiempo para tener su gimnasio, para ayudar y preparar a los boxeadores. Esta victoria es en buena parte suya”.

Ahí nomás la India del Barrio Matadero, que siente que su piel se pone de gallina cuando el locutor nombra bien fuerte el lugar de su existencia, mira hacia atrás y en una imagen retrospectiva aparece Roberto Pedehontaá.

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“Siempre el Gordo Pedehontaá aparece en mi memoria. él me decía: ‘El día que vos te sueltes, que confíes en vos y estés bien mentalmente, vas a tener grandes resultados’. Un poco lo que pasó fue eso. Yo había enfrentado a grandes rivales, como Anahí Sánchez, en mi segunda pelea, y vine llorando a La Pampa porque quería ganar. Pero ella era muy grande, golpeaba fuerte… Pedehontaá me dijo que había enfrentado a una futura campeona del mundo. Hoy me doy cuenta de que él tenía razón”.

Ahora en su peso natural, el de 54 kilogramos, Gloria siente que sus golpes llegan más rápido que antes y puede conectar con más precisión. Es parte de esa estrategia planificada en el año con otra cuota más del auto. Un mes atrás, decidió poner en marcha este estado de forma con largas salidas de footing, mucho gimnasio y guanteos. Siente que es su hora y la quiere aprovechar.

“Con Montenegro apostamos a dar esta categoría. Creo que estoy en igualdad que el resto y puedo enfrentar a cualquiera. Me he aguantado golpes muy duros, de chicas que pegaban duro, pero en categorías superiores. Ahora ante de esta pelea estaba ansiosa, porque era mi peso. Me había preparado muy bien, corriendo 10 kilómetros en el día… Estaba tan preparada que cuando me dijeron quince días atrás que iba a pelear con Dionicus, me animé más. No me iba a quedar atrás” cuenta.

La pelea

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Gloria sintió confianza desde el mismo pesaje. Estaba en su peso y quería probar que en igualdad de condiciones podía plantarse cara a cara con cualquiera.

“No pude calentar, me ahogué en el segundo round y después me recuperé. Ella salió a ganar la pelea, y se sorprendió por mi planteo” recuerda la pampeana.

"Esta vez Dios estuvo de mi lado, fue mi noche. Creo en Dios y sé que el de arriba vio mi esfuerzo. No soy campeona porque no tengo chapa, pero he perseverado. Esta victoria es un premio a la perseverancia. Tengo 11 derrotas y siempre he trabajado mi error. Algún día tenía que llegar una victoria así” dice.

En esta historia de perseverancia Gloria, que pisó firme para hacer un lugar en el boxeo femenino con Soledad Fuentes o Luna Torroba (la generación que sucedió a la campeona mundial Mónica Acosta), es su propia gran apuesta. Porque decidió creer y confiar en ella misma dentro del boxeo. Para eso vendió su auto, se la jugó y se enfocó casi 100/100 en el deporte. “Vivo con mi mamá, tengo una motito y el sueldito que tengo todos los meses me lo da la cuota que tengo de la venta del autito… Decidí entrenarme y apostar por esto, con menos trabajo. Gracias a Dios el trabajo nunca me faltó, tengo recomendaciones por varios lados. También hago peinados, son trabajitos que me gusta hacer cada tanto. Pero hoy estoy enfocada en el boxeo. Esto es lo que me gusta”.

Ahora, con el golpe consumado sobre Dionicius, sabe que empezarán a caer mensajes en su whatsapp de promotores ofreciendo propuestas o aportando consejos. Pero no quiere deslumbrarse y para eso prefiere pensar en calma.

“Algunos ya me dijeron que tenga cuidado con las bolsas que ofrecen. Esto es muy reciente, pero me dijeron que abra los ojos y que me cotizara. En lo personal lo que quiero es combatir y se verá qué es lo mejor para mí” indica.

De nuevo, como si no quisiera que pase al olvido, más bien que se eternice su nombre, Gloria decide rendir su pequeño tributo. “Quiero llevar el nombre de Pedehontaá lejos, porque todo lo que ese hombre hizo por el boxeo no tiene nombre. Es mucho orgullo el que tengo por él. En su momento tuve problemas, en mi adolescencia, pero hoy todo cambió. Hizo mucho por mí. Quiero llevar muy lejos nombres de Pedehontaá, y también de Juan Campo, Miguel Mendoza, y Montenegro.

Mientras desea que los gimnasios no se cierren por mucho tiempo porque el deporte es salud y mucha gente vive de ese trabajo, la India se ubica en el tiempo y mira el horizonte. “Siempre soñé con pelear con las mejores, estar en las carteleras grandes. Esta vez estuve y escuché a varios abajo del ring que podía llegar a ser una rival peligrosa para Dionicius. Eso me puso muy bien para encarar la pelea. Cuando terminó y el locutor dijo ‘del Barrio Matadero’ me puse muy feliz. Es como que esa semilla que una sembró Pedehontaá al fin tiró una buena hoja. Eso me va a obligar a estar preparada más que nunca para lo que venga”.

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