Yamila correrá el maratón: “Tomé la decisión en cinco minutos”

Yamila Maidana tiene 29 años. Fue, en la década pasada, una niña prodigio del atletismo provincial de calle. Esa gema que tanto se esperaba para ser anfitriona y protagonista directa en el acontecimiento deportivo amateur más importante de la provincia. Porque el domingo, este 18 de abril, Yamila se lanzará al vacío de sus sueños e, impulsada con sus piernas, intentará darle cuerda a este vínculo maratoneano que espera no se detenga.

Esta recordwoman del 21K en las calles de la ciudad, tiene la sensibilidad que otros no. Porque sus ojos conviven con el dolor ajeno, porque el perfume de la angustia se activa cada vez que pisa el Hospital Lucio Molas. Así, su vida esencial como persona, queriendo va…

Ella es como una cantora que canta bajo por los caminos, a ver si encuentra ese preciado pacto con los dioses para largar y llegar a la meta, como ave solitaria. Porque eso son los que vuelan pisando asfaltos en carreras largas, donde se juega, en una, dos o tres horas, meses de apuestas y entrenamientos.

“Es genial poder participar, en medio de esta pandemia, de A Pampa Traviesa. Todos sabemos cómo es la situación y que nos permitan largar una carrera de tal magnitud, es increíble”, le dice a El Diario.

No será un domingo más. Será el domingo de los primeros 42 kilómetros de su vida. “Tomé la decisión en cinco minutos. Lo conversé con mi entrenador, Jorge Basirico, porque traía una buena preparación para hacer 21. Vi que había cupos en 42 y me anoté. Fue intuición. “No quiero marcas, solo disfrutar y dejarme llevar”.

- Has sido una referencia del atletismo provincial de calle de los últimos diez años. ¿Cómo sentís que fue tu carrera deportiva hasta acá?

- Hasta el día de hoy me siento una atleta bastante respetada como persona sobre todas las cosas. Digo esto porque siento que la gente me brinda mucho cariño, mucho afecto, siempre me está acompañando desde sus casas, siempre incondicionalmente la gente me ha demostrado su afecto y eso me reconforta. Eso me lleva a que en cada carrera, pueda brindarme para devolver lo que ellos me dan. No solo corro para mí, sino también para mi gente. Soy orgullosa pampeana y me encanta representar a la provincia cada vez que voy afuera.

- Este año será especial, sobre todas las cosas, porque la carrera se vuelve a correr, pero con atletas nacionales. ¿Cómo vivís esto de competir ante tanta incertidumbre en el mundo?

- Sí, como siempre dije, esto de la pandemia nos condicionó a todos por igual. En cuanto a nosotros, los atletas, nos vimos afectados en muchas circunstancias, ni hablar para los chicos que estaban cerca de buscar marcas para Juegos Olímpicos. En mi caso venía muy bien con los entrenamientos, estaba bien el año pasado para hacer 21K y tuve que bajar todos los entrenamientos. Hubo que adaptarse de lo que estaba al alcance, y cuando se presentara la oportunidad de volver a correr, encararlo con la misma energía de antes. Pero la incertidumbre es complicada, porque no sabés si vas a poder o no. Dada la posibilidad de que se pudiese hacer A Pampa Traviesa en este 2021, lo tomé como una oportunidad que hay que saber aprovechar. No sabemos cuánto tiempo más vamos a estar con esto. Nos tuvimos que adaptar, pero genera tristeza, desgano… hay que buscar motivaciones para perseguir objetivos y los sueños de cada uno.

- ¿Qué te pasa a vos, como pampeana, correr por las calles de la ciudad en una de las carreras más emblemáticas de la Argentina?

- Correr en mi ciudad particularmente me llena de alegría, de energía, me genera cosas hermosas al punto del llanto. El recorrido mío por avenida San Martín, cada vez que la transito caminando, en auto -¡ni hablar corriendo!-, es algo sagrado, me hace erizar la piel. Cada momentito recorrido ahí me llena el corazón de alegría. Es un orgullo tremendo y, como digo, no quiero perdermelá nunca, quiero participar siempre, dejar lo mejor de mí y vivir la adrenalina que genera A Pampa Traviesa como local. Son muchas emociones hermosas.

La decisión

La chica desde este desierto y soledad, va por los caminos y se lanza a la aventura. Siente que puede derrumbar barreras, soportar los vientos y las mareas, y capturar esa primera sortija en este gran carrusel de cada año.

“Un 42 km se debe tomar a conciencia, con todo lo que conlleva. Pero a mí me pasó algo loco. La decisión la tomé hace pocos días” cuenta. “Estamos en una situación donde estamos condicionados, muchos extranjeros no pudieron venir y hay que ser agradecidos de lo que pasa hoy en día en una carrera con esta dimensión. Estaba preparando los 21 y no me había podido inscribir, y a pesar de que seguramente iba a tener mi lugar, seguía con incertidumbre. Cuando me inscribí, noté que había cupos en 42 y se me prendió una lamparita, fue una intuición que me dijo: ‘Vamos a correr 42’”.

- ¿Qué te llevó a tomar la decisión?

- Fue algo alocado y lo primero que hice fue escribirle a mi entrenador, sabiendo que no había podido ingresar a los 21 en la inscripción. Le pareció una buena idea, hice buenos entrenamientos en 21, con buena carga, pero no los preparé. La locura será salir, vivir la experiencia y disfrutarla, pero sobre todo, vivir la oportunidad que se nos da como pampeanos, de poder correr acá, bajo las condiciones que hay. “¿Por qué no?”- me dije. Siempre dije que quería debutar los 42 en mi ciudad y con una buena marca. A veces rompiendo estructuras las cosas salen mejor. Como tuve el ok de mi entrenador, lo voy a hacer. En cinco minutos mi cabeza hizo un click.

- El ambiente del atletismo siempre ha posado los ojos en vos, sobre todo, con tu potencial para correr distancias largas. ¿Ves que puede haber un camino en 42?

- Siempre tuve la idea de ser maratonista y quería que mi carrera debut fuera en mi ciudad y con una buena marca. Tal vez no se dé como yo lo imaginaba, pero me lo quiero permitir y hacerlo. Siento que es el momento para salir a correr un 42, vivir la experiencia. Después de esta carrera, de la experiencia y enseñanza que me deje, pensaré de otra manera. Después de esta carrera quiero buscar buenas marcas, soñar alto y ser una maratonista olímpica. Todo va de cara a ese gran objetivo.

- Ya hablando de la carrera, de la información que vos tenés y de cómo hay que correr un 42. ¿Qué planes tenés para el domingo?

- Voy a salir a disfrutarla, a manejar los parciales cómodos, sin sufrirlos. Donde vea que me siento un poco ajustada, tengo que bajar el ritmo. Lo que quiero es disfrutar 42 kilómetros y vivirlos. Dolores, por supuesto, van a haber, pero hay que manejarlos. No tengo que cometer el error de hacerme daño, tengo que escuchar a mi cuerpo. Lo que quiero es llegar. Voy a dejar que mi cuerpo hable y me voy a dejar llevar. No tengo pretensiones de marcas. Quiero llegar, pisar la meta y decir: “Estos fueron mis 42”. A partir de ahí, mirar para adelante.