Se abren las puertas del Autódromo
El juvenil santarroseño tiene 19 años y juega en Estados Unidos. Habla de su experiencia y de sus sueños.
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EL DIARIO digital
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Benjamín Ambrosio tiene 19 años, es de Santa Rosa y juega al tenis en Estados Unidos gracias a una beca que consiguió en la Universidad de Louisiana.
Benja es otro de los tantos deportistas pampeanos por el mundo, tratando de hacerse un lugar por peso propio en el deporte.
Su historia se remonta a quince años atrás cuando empezó a jugar al tenis con sus hermanos mayores y a los 4 años comenzó a tomar clases en el Club Estudiantes. A los 13 supo que quería dedicar su vida al deporte y se fue solo a Buenos Aires a entrenar en la academia de Gustavo Luza, mientras hacía la escuela online. Después entrenó con Leo Olguín, actual coach de Peque Schwartzman.
"Jugué en casi toda Argentina gracias a mi familia, que me dio la posibilidad de viajar -explicó Benjamín-. Fui escalando niveles para insertarme en el profesionalismo, pero no pude viajar fuera de Argentina, solo a Uruguay, por el tema del dinero", le dijo al sitio de la flamante Federación Pampeana de Tenis.
En la categoría sub-16 Benjamín llegó a estar 3º en singles y 2º en dobles a nivel nacional. Y a los 17 empezó a jugar torneos profesionales en el país, con premios de dinero. "Son muy duros, porque hay jugadores que juegan ATP y vienen a esos torneos para ganar plata. También participé de torneos Future, que es el primer escalón al profesionalismo, son durísimos porque vienen de toda Latinoamérica y de Europa".
Aunque 2020 sorprendió al mundo con un parate total, los tres primeros meses del chico fueron muy buenos. "El año pasado gané tres torneos y logré estar 14º del ranking profesional de Argentina. Fue mi mejor año y solo jugué tres meses por el coronavirus. Después clasifiqué a un Future, gané varios partidos y saqué mi primer punto ATP, que fue el mejor resultado hasta ahora porque entré al ranking ATP. Yo tengo un punto y Djokovic tiene 10.000 ¡pero estoy en el ranking!".
"Tenía varios viajes planeados y estábamos ahorrando plata; mi mamá me ayudaba hasta vendiendo alfajores, pero no se pudo hacer nada. Estuve mucho tiempo bajón pero seguí entrenando en casa", dice. Y rescata: "Me llamaron de varias universidades de Estados Unidos ofreciéndome becas para jugar para la universidad y para estudiar una carrera. A mí no me gustaba la idea porque tengo el objetivo de ser profesional, pero como mi papá no estaba bien económicamente para que yo pueda entrenar en Argentina, no había otra que venir a Estados Unidos".
Eligió la Universidad de Louisiana, donde le dieron una beca completa y hoy está feliz con la decisión. "Me dan todo, estoy contentísimo, hace un mes que estoy acá. Tengo todo lo que un profesional tiene que tener, desde un cuerpo técnico de nutricionista, kinesiólogo, hasta raquetas y zapatillas, y estoy estudiando una carrera. Estoy complicado por el inglés, pero voy de a poco. Mi objetivo es tratar de juntar plata para jugar torneos profesionales en Estados Unidos y en México. Quiero jugar en el profesionalismo mientras estudio en la universidad".
Dos en semis
Los argentinos Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez se clasificaron a las semifinales del Challenger de Concepción, en Chile.
Cerúndolo (146) le ganó al brasileño Thiago Seyboth Wild (117) por 6-3 y 7-6.
En semifinales chocará hoy ante el local Alejandro Tabilo, que dio la nota al vencer al primer preclasificado del torneo, el argentino Federico Coria (92º del ranking mundial), por 7-5, 6-7 y 7-6.
Báez (312) sorprendió al derrotar al boliviano Hugo Dellien (112) por un implacable 6-1 y 6-1.
