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“La vida en suspenso”, un libro que aborda el presente de la pandemia

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EL DIARIO digital

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La irrupción de la pandemia por coronavirus expuso un panorama que abrió múltiples interrogantes, generó gran incertidumbre, agudizó desigualdades sociales, pero también redefinió el rol del Estado y la necesidad de una mirada más solidaria y abarcadora, según economistas, sociólogos, antropólogos y periodistas que expusieron su perspectiva del fenómeno en “La vida en suspenso”, un libro donde se esbozan formas posibles de organización hacia el futuro, desde un presente de incertidumbre.

La publicación reúne 16 textos que desde el punto de vista sociológico, económico, científico y cultural abordan aristas de una pandemia que dejó al descubierto la vulnerabilidad de los grupos sociales sumergidos, la necesidad de un impuesto a las grandes fortunas, la veloz y repentina aparición del virus, la visión de los científicos, así como el cuestionamiento del orden impuesto por el neoliberalismo y el futuro que se avecina.

La obra editada por Siglo XXI y Colectivo Editorial Crisis incluye textos de Paula Abal Medina, Leandro Barttolotta, Ignacio Gago, Gonzalo Sarrais Alier, Alejandro Bercovich, Natalia Gelós, Diego Golombek, Horacio González, Juan Grabois, Marcelo Leiras, Paula Litvachky, Mariano Llinás, Federico Orchani, Florencia Badaracco, Martín Rodríguez, Mariano Schuster, Rita Segato, Juan Gabriel Tokatlian y Ximena Tordini.

Ana Galdeano, de Siglo XXI, y Mario Santucho, de la revista Crisis, expusieron sobre la construcción de este libro al que se puede acceder gratuitamente por Internet.

Conversación

El libro surgió a partir del escenario de pandemia con la intención de “construir una perspectiva coral, hecha de distintos esfuerzos singulares por comprender el presente inédito que estamos atravesando, o que nos está atravesando a nosotros. No hay tesis definitiva ni un intento por agotar el sentido de la pandemia, sino una conversación que parte de la perplejidad, que propone hipótesis en movimiento, incluso flechazos para forzar la imaginación política”, explicó Santucho, editor de Crisis y autor de uno de los textos.

“Por otra parte, está claro que es un pensamiento situado: se habla desde Argentina, y más precisamente desde Buenos Aires. Nos hubiera gustado mucho hacer algo más federal, pero es algo muy difícil, lamentablemente, señaló.

Acerca del resultado de la publicación, Galdeano consideró que hubo "muchos hallazgos” y evaluó que “algunos textos plantearon cuestiones que en marzo o abril no eran todavía tan acuciantes en la Argentina, como el capítulo de Ximena Tordini sobre las muertes en la pandemia, los rituales de despedida y la escasa o nula regulación estatal en ese aspecto”.

De la misma manera “el de Paula Abal Medina sobre la cuarentena en los barrios populares, el de Natalia Gelós sobre las trabajadoras domésticas, el de Mariano Llinás sobre los modos en que se produce cine y cultura, el de Alejandro Bercovich sobre el impuesto a la riqueza, el de Federico Orchani y Flor Badaracco sobre la soberanía alimentaria, el de Juan Gabriel Tokatlian sobre el nuevo orden global”, detalló la editora.

Rol del Estado

En el libro, varios autores y autoras abordan el replanteo del rol del Estado respecto de la economía y los cuidados hacia la sociedad ante un escenario inédito como el de esta pandemia.

“Al Estado le exige un reseteo importante: no se puede seguir después de esta pandemia haciendo lo mismo que antes. O sí se puede, claro, pero ya nadie podrá escudarse en la ignorancia”, consideró Santucho.

“¿Qué es lo que ya no puede sostenerse?”, se pregunta Santucho y responde: “El desprecio de esta sociedad y este estado por los cuidados. La desigualdad social que percibimos en el momento en que se le pidió a toda la población que se confinara en sus casas. La precariedad estructural que salió a la luz cuando se quiso ayudar a quienes no forman parte del mercado laboral formal”.

“Y algo que no se ha dicho mucho, pero es obsceno: la autonomía del capital financiero respecto de la economía real, en tanto hemos visto cómo sigue la fiesta especuladora mientras la humanidad se empobrece”, afirmó.

Actividades esenciales

Otro de los aspectos que puso al descubierto la pandemia es el de las organizaciones sociales y los grupos que integran la denominada economía popular, y en este sentido Santucho consideró que “están en el centro de lo que se ha dado en llamar las ‘actividades esenciales’, en tanto son factores claves en la reproducción social, en la construcción de comunidad y en los cuidados; por otra parte, también es claro que no han podido construir hasta aquí una alternativa social, una propuesta política de cómo transformar la sociedad que nos oprime. Se trata de un desafío urgente”.

“Rita Segato, de hecho, dice haberse alegrado un poco con la emergencia del virus, aunque sabe que así planteado es un poco provocador. Y es que hay algo que es inevitable para quienes pensamos que este mundo así no va, que la forma de vida que nos propone el capitalismo es una mierda: eso evidencia su crisis, su banalidad y su fragilidad, lo que no deja de ser algo interesante. Ahora bien, a medida que pasan los meses y vemos cómo las posibilidades de cambios más estructurales se alejan, pues tampoco hay mucho espacio para la esperanza”, afirmó.

Por su parte, Galdeano opina que “mirando todos los textos, lxs autorxs ponen el foco en las oportunidades que abre este momento, pero lo hacen con extrema cautela y realismo. Lo más rico del libro siguiendo los planteos de Grabois, Santucho, Abal Medina, Leiras y Tokatlian es que se corre de posiciones normativas (“hay que hacer esto”) y reconoce que, con mil restricciones, la diferencia está en el trabajo de la militancia y de la construcción política persistente”.

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