Un reconocimiento y un alivio, en medio de las tormentas

Esta semana directivos del Banco de La Pampa desembarcaron en la Legislatura y en principio recibieron el aval mayoritario para seguir ocupando sus cargos, por más que la oposición aún no haya adelantado su voto y haya anunciado que fijará su posición en el recinto.

A la vez, trascendieron otros reconocimientos para la entidad crediticia provincial, a partir de que mejoró su calificación financiera, compartiendo esa puntuación con bancos cuya estructura inicial, su banca internacional, su número de recursos y de contactos es incomparable.

La novedad va en el mismo rumbo que el ranking recientemente difundido por la revista "Fortuna", que es un clásico y en el que el BLP apareció posicionado de manera sobresaliente.

Si bien ese tipo de mediciones son originadas más en referencias del llamado "mercado" que en ámbitos populares, no dejan de ser un alivio y un orgullo para el único banco mixto que queda en el país, que ha sabido sortear momentos complicadísimos y que en este momento crucial de crisis e incertidumbres se ha vuelto una vez más una herramienta clave para la economía pampeana.

La situación es también fruto de políticas de largo plazo y en se sentido el justicialismo que administra el gobierno provincial desde el regreso de la democracia tiene algunos motivos para golpearse el pecho, puesto que alcanzó a gambetear la privatización cuando la fiebre por la venta de las "joyas de la abuela" derramaba desde la Nación a las provincias en la década del '90.

Eso no implica dejar de ver los ajustes que existieron, las políticas equivocadas que se adoptaron o algunas situaciones en que el BLP estuvo al servicio de ciertos favoritismos según cuestiones políticas, sectoriales o incluso personales, pero el fondo de la cuestión es uno de los aspectos que hoy permite la vigencia y el reconocimiento para ese organismo que nació con la idea del fomento asociado a las necesidades de la comunidad pampeana.

Especialmente durante la pandemia, en que la parálisis económica no solo obligó a un ajuste de los gastos  sino que generó angustias y temores, el BLP fue fundamental a partir de la decisión política estatal de dar el presente acudiendo en auxilio de algunos de los sectores más golpeados y de otros que decididamente tienen incidencia vital en la rueda económica de la provincia.

Nada de lo que estas líneas exponen implica dejar de atender demandas genuinas de usuarios de cada día, quejas justificadas que merecen ser escuchadas o planteos incluso macropolíticos que merecen debates profundos y desde la honestidad intelectual.

Pero mientras tanto el Banco que pampeanos y pampeanas supieron conseguir puede jactarse de haber "hecho los deberes", puede mostrar satisfacción con los efectos de su crecimiento y puede exhibir que pasa un buen momento en el medio de un panorama que en general asoma complicado.